Con 572 Km2. y algo más de 80.000 habitantes, la Isla de Man es un estado autónomo dependiente de la corona británica. Está formado por una isla principal y algunos islotes de escasa entidad, todos ellos ubicados en el Mar de Irlanda, entre Irlanda y Gran Bretaña. Está prácticamente deforestada desde los tiempos vikingos por la masiva construcción de barcos, por lo que mayormente está cubierta de matorral y pastos. Es de clima templado con inviernos lluviosos y veranos frescos. Su capital es Douglas. Aunque no forma parte del Reino Unido, internacionalmente es responsabilidad del gobierno de este país.
Pero vamos a repasar un poco su historia...
Hacia el año 500 a.C. se establecieron en la isla algunos pueblos celtas que permanecieron allí durante casi un milenio. A partir del año 400 de nuestra era fueron los irlandeses quienes ocuparon mayoritariamente la isla y con ellos llegó Patricio de Irlanda (San Patricio) que convirtió a los isleños al catolicismo. Patricio había nacido el año 387 y era hijo de un oficial romano. A los 16 años cayó en manos de unos piratas irlandeses y fue vendido como esclavo, pero logró huir y se convirtió en predicador del cristianismo en Irlanda, entonces sometida a la autoridad de los druidas. Una tradición irlandesa le atribuye el mérito de haber librado a la isla de serpientes y ciertamente es el único territorio británico sin ellas, aunque lo más lógico es atribuir el fenómeno a la separación de la isla en la última glaciación. Patricio de Irlanda murió en el año 461, a los 74 años de edad.
Camino de la conquista de Irlanda, hacia el año 800 se establecieron en la Isla de Man las huestes vikingas que venían de Escocia. Sin embargo la primera asociación formal de Man con Noruega se llevó a cabo de la mano de Magnus III que conquistó la isla el año 1.098, muriendo cinco años después. En el año 1.100 Noruega entró en guerra civil pero, a pesar de todo, aún fueron varios los reyes noruegos que sucedieron a Magnus en el reinado de Man. El año 1.266 Noruega cedió a Alejandro III de Escocia, la isla de Man y las Hébridas a cambio de 4.000 marcos y una renta de 100 marcos anuales. El rey murió a los 44 años de edad (1286) por una caída de caballo sin dejar otra descendencia que una nieta (Margarita I) que también falleció a los siete años de edad (1290).
Los dos linajes más importantes se disputaron el trono que dos años después (1292) consiguió Juan de Balliol que reinó con el nombre de Juan I, con el beneplácito de Eduardo I de Inglaterra nombrado por los nobles escoceses árbitro de la disputa. Pero en 1.295 Juan niega su ayuda a Eduardo I para combatir contra los franceses y éste decide invadir Escocia. Tras la Batalla de Dunbar (1296) Juan I fue derrotado, depuesto y encerrado en la torre de Londres, quedando Escocia y todas sus posesiones en manos de Inglaterra.
La Isla de Man cambió de manos en varias ocasiones hasta que finalmente quedó bajo el dominio de la Corona Británica en 1.330 y hasta 1.765. Aunque con la creación del Reino Unido la isla siguió bajo los dominios de la corona, nunca fue anexionada a la misma, quedando como territorio dependiente hasta que en 1.866 se le concedió autonomía y el inicio de su transición democrática.
Aunque sigue siendo un país dependiente de la Corona británica, en la actualidad el parlamento de la Isla de Man tiene completa autoridad sobre todos los asuntos internos de la isla y juntamente con el poder judicial, son totalmente independientes del Reino Unido.
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