Se veía venir, era una simple cuestión de tiempo...
El golpe de gracia definitivo se produjo ayer, en el seno de una reunión que congregó a la élite, a lo más granado de todos cuantos participan en actos de esta envergadura.
A decir verdad, la presencia de Zapatero casi pasaba desapercibida. No es que llamara mucho la atención, pero todo suma. Ahora ya... ¡se acabó su tiempo!.
Ya no hay lugar para falsas promesas, para rectificaciones, para cambios de dirección en los vientos de la política y para "brotes verdes". Todo ha terminado. Su figura es un recuerdo, un triste recuerdo que siempre encuentra adeptos que ríen con ganas la (poca) gracia de sus desmanes. Mañana mismo será otro quien ocupe el lugar que este personaje deja vacante.
En cuanto al sátrapa de Gadafi... Un poco tarde, sí. Pero más vale tarde que nunca. Lo de ese tirano de Libia clamaba al cielo. No se podía permitir que semejante Barrabás siguiera masacrando al pueblo, contrario a su opinión y a sus locuras. Es inconcebible que, tantas veces, el mundo se vea gobernado por lunáticos sin escrúpulos habiendo, como hay, tanta gente buena y capaz. Así es la vida. La mayor parte de quienes mandan son malos y los buenos no quieren mandar. Paradojas de la vida, demasiadas veces dirigida por zorros astutos que solo piensan en su beneficio...
Lo que tenemos por aquí no es miel sobre hojuelas pero, al menos, es democrático. No hay más que echar un vistazo a la foto: Sarkozy, Berlusconi, Cameron, Clinton, Merkel (que también posó, pero en este momento estaba en el servicio), Zapatero (contento y feliz con tan grata compañía), Obama (no sale en la foto porque había llevado a su mujer "al huerto"), Leterme y un largo etcétera. Como pueden observar, ninguno de ellos es gente mediocre. No hay medias tintas, o tienen cara de tontos o la tienen de "listos", pero se nota a la legua que no son gente "normal". Los normales, ya lo he dicho antes, se quedan en su casita, que es donde mejor se está.
Pues bueno, ¡por fin! se han decidido y van a darle un susto al "Buitre del desierto". Veremos cual es el alcance real de la operación puesto que, si el desembarco y la guerra directa es de imposible aplicación, mucho me temo que el susodicho buitre no se despega del sillón ni aunque lo enjabonen con "Tu-tu", un detergente desaparecido del mercado porque lavaba bien.(!) Y es que todo lo que funciona bien, no interesa. ¡No es rentable!, como tampoco interesan en esos ámbitos las personas cuya única preocupación sea el hacer las cosas bien. Hay demasiados intereses en juego y nada funcionaría como es debido si nuestros dirigentes fueran buena gente.
Ya lo hemos dicho antes, no hay medias tintas. O de los que "dan", o de los que "reciben", pero mirones ¡no!. Bueno, no haría falta decir que, de los que "dan" Zapatero no es y mirón, no quiere que le llamen. En fin, pues será de los que reciben, ¡que le vamos a hacer!
Lo importante es que, aunque quince días tarde, Dios les ha abierto los ojos a todos aquellos que abiertos los tengan y la pasión de Gadafi, de jugar a la guerra, ha sido paralizada. ¿O no? A este juego le queda pues un último capítulo que son tres: Normalizar la situación del país, apartar al dictador e instaurar un régimen democrático. Veremos si todo ello se lleva a cabo que, de momento, yo no lo veo tan claro ni tan rápido.
Corresponde ya, ¡por fin! continuar con el desarrollo de esta entrada, justificando el título y el encabezamiento de la misma. Como decía...
A ultima hora del día de ayer, día 19 de Marzo, una gran multitud esperaba impaciente que Zapatero saliera definitivamente quemado de la situación. El presidente (de la falla) sacó del bolsillo de su chaqueta el mechero que obraría el milagro y se lo cedió a la reina que, entre contenta y llorosa prendió la mecha de la traca que llevaría el fuego hacia el monumento en que se encontraba el presidente de "todos" los españoles, aunque de unos más que de otros. Pronto las llamas lo invadieron todo y en escasos minutos todo fue pasto de las llamas. ¡Zapatero también!
CONDILL
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