Viendo que empieza la desescalada (no nos olvidamos del maldito Covid-19) habrá que ir pensando en renovar los bañadores pues el verano está a la vuelta de la esquina...
Las primeras imágenes de mujeres con ropa de baño de dos piezas datan del año 1.600 a.C. y fueron descubiertas en las excavaciones de lo que fue una antigua villa siciliana. Dichas imágenes formaban parte de un mosaico que constituía la decoración de la zona de baño. Aunque las primeras noticias sobre los baños de mar datan de finales del siglo XVIII, lo de ir a la playa a tomar baños de agua o de sol de forma más o menos habitual es un invento de principios del siglo XIX, debido a las recomendaciones de algunos médicos para combatir enfermedades tan difíciles de solucionar como el estrés y el mal de amores.
Sin embargo los "pacientes", soportando el suplicio que ello representaba, acudían a la playa vestidos y así entraban al agua o se tumbaban al sol. ¡Ufff, vaya tortura...!
Había pues que buscar la forma más cómoda de ir a tomar esos baños y fue hacia 1.890 cuando se inventó el bañador.
En el caso de las mujeres, esta prenda estaba confeccionada con las mismas telas (franela) que en los vestidos normales.
Su confección era ajustada en la parte superior, manga hasta el codo y cuello alto; abajo falda hasta las rodillas y pantalón con el mismo largo que se completaba con medias negras y zapatillas. ¡Madre mía de mi vida!. ¿Quien podía nadar, con tanta ropa?.
Más o menos eso sería como ir a la guerra. ¡Menudo calor...!
Las prendas, siempre confeccionadas con telas gruesas e incómodas, hacían del baño un ejercicio pesado y peligroso.
Una vez mojados, los trajes de baño de las mujeres superaban los tres kilos de peso.
A pesar de todo lo indicado, la sociedad del momento tachó los baños de mar y las exposiciones al sol de las mujeres, como algo sucio y reprobable y el escándalo dio lugar a fuertes críticas.
Sin embargo la evolución del mundo es imparable y hacia el año 1.915 entró en desuso, por su incomodidad, el ir calzadas las mujeres a la playa, por lo que se eliminaron también los calcetines y las medias.
También la falda subió hasta medio muslo. Bueno, bueno... Lentamente, pero las mujeres iban adaptándose al modernismo y al medio marino.
Al dejar las piernas al descubierto las críticas moralistas arreciaron pero, lejos de volver a las antiguas costumbres, en 1.920 se inventó el traje de baño.
Una escandalosa prenda femenina de una sola pieza y muy ceñida, ya confeccionada con telas menos rígidas y más acordes con su destino final, aunque también llevaba mangas y falda hasta la rodilla.
En 1.930 se presentó el precursor del actual biquini, el bañador llamado "dos piezas", que consistía en camiseta de tirantes ajustada y pantalón corto con faldita.
Sin embargo aún hubo que esperar quince años más para la llegada del invento definitivo.
El bañador con la denominación de "bikini" (1.946) fue invento del ingeniero Louis Réard, siendo la bailarina profesional Micheline Benardini quien lo presentaría en el Casino de París puesto que las modelos de la época lo consideraron una prenda escandalosa y se negaron a llevar a cabo el desfile.
Por esas fechas se hacían en el Pacífico Sur y especialmente en el atolón de Bikini de Marshall Islands, multitud de pruebas nucleares y cuando uno de los reporteros preguntó a la bailarina-modelo por el nombre de tan escandalosa prenda, esta se dirigió a quien la había contratado para llevar a cabo el desfile diciéndole: "Señor Réard, su nuevo bañador va a ser más explosivo que la bomba de Bikini".
Al diseñador, le agradó la ocurrencia de la modelo y dio ese nombre a la prenda. La prenda se consideraba inmoral y no fue aceptada, hasta el punto de que en el certamen de Miss Mundo del año 1.951 fue rotundamente prohibida su exhibición.
Se impuso eso sí el traje de baño de una sola pieza que, por amplía mayoría, se consideró una prenda de buen gusto. Este traje de baño ya tenía gran similitud con el que actualmente se conoce, aunque seguía incluyendo el esbozo de una brevísima faldita, prácticamente inexistente.
Próximos ya los años 60, la apertura política y la llegada de la televisión a los hogares, fue el detonante que abrió las puertas a una prenda que estéticamente era la más aplaudida pero que la ética de aquellos años la hacían inaceptable. Las divas del celuloide también contribuyeron y mucho a la implantación del biquini. Brigitte Bardot primero y Úrsula Andress o Raquel Wellch después, la llevaron a la televisión y a todas las salas cinematográficas del mundo.
A este auge del biquini contribuyó en gran manera el invento (1.958) de la lycra, una fibra elástica que podía aumentar hasta seis veces su tamaño. Su aceptación fue inmediata, debido al perfecto acoplamiento al entorno del cuerpo, pero no sería hasta bien cumplidos los 60 cuando se incorporó a las prendas de baño.
Sin embargo, mientras el uso del biquini era algo ya habitual en América y en Brasil ya se llevaban tangas, inventados por el italiano Carlo Ficcardi, España estaba todavía sumida en las imposiciones y recatos del franquismo.
Fueron pues los turistas, principalmente las suecas que llegaron masivamente a nuestras costas a mediados de los 60, las que trajeron el biquini a nuestras playas.
A pesar de todo, la mujer madura siguió llevando el bañador de una sola pieza, no así las jovencitas que empezaron a adoptar poco a poco el biquini.
Se inventó el "híbrido" Triquini, biquini unido en la parte delantera y formando una sola pieza, pero su incomodidad para ponerlo y quitarlo hizo que fracasara estrepitosamente.
Diez años después (1.975) con la muerte de Franco y la llegada de la democracia el recato dio paso a la libertad y el número de bañistas con biquini aumentó hasta lo que hoy conocemos. Mariano Ozores y Alfredo Landa llevaron a las pantallas españolas el Top-less y el Tanga. En los 80 se respiraba una total libertad y no solo el biquini era mayoría, sino que ya empezaron a verse en nuestras playas alguna de las prendas señaladas anteriormente. En 1.989 se despenaliza la práctica del nudismo al abolirse la Ley de Escándalo Público, con lo que legalmente ya no se considera una falta penal a la decencia y la moralidad.
A partir de los años 90 estuvo pues permitido el nudismo en cualquier playa, pero lo cierto es que en la práctica no es así puesto que las normativas municipales reglamentan el uso de las playas adscritas a su municipio.
En España existen numerosas playas mixtas, en las que se permite el nudismo y éstos conviven perfectamente con los que quieren ir con bañador. Pero, siendo las playas un lugar de uso publico, no es probable encontrarlas para uso exclusivo de quienes practican el nudismo.
Tampoco está bien visto el practicar el nudismo en las playas no indicadas para ello y hacerlo puede acarrear la "invitación" de la policía local a abandonar el lugar. Viejo es aquello de que "donde fueres, haz lo que vieres".
De todas formas, ¡tiempo al tiempo!.
Si el nudismo es más natural y agradable, poco a poco aumentará convirtiéndose en mayoría y dentro de algunos años será normal ir a la playa sin bañador de ningún tipo.
De todas formas, imagino que los fabricantes de bañadores lucharán con todas sus fuerzas para retrasar su entrada en vigor. En cuanto al punto de vista femenino, ellas no ignoran que es mucho mas sensual y conveniente insinuar que enseñar. Porque, para enseñar, enseñar... ¡Hay que tenerlo todo tan perfecto, que pocas pueden hacerlo!.
RAFAEL FABREGAT
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