21 de septiembre de 2010

0162- LA POLITICA DE ZAPATERO... ¿SI, O NO?

No soy justamente un fiel seguidor de las ideas de Zapatero y muy especialmente con respecto a sus tibias relaciones con Marruecos. Mi opinión es que nada le debemos a este país y que son justamente ellos los que están en deuda con España. Basta ya de lametones de perro apaleado, aceptando los consejos de Francia y Estados Unidos. Siendo como son los "dueños" del mundo, ¿Por qué no sustituyen a Zapatero en esa foto? ¡Que falta de vergüenza! Nuestros enemigos no están en Asia, sino en África. Allí es donde hay que mandar a nuestros soldados. ¡Y eso de que "La foto es lo más importante"...! (se lo podría haber callado)
Sin embargo, ¡al césar lo que es del césar...!
No veo yo que tenga que pagar la factura de la crisis. No es él quien la trajo, ni tiene la culpa de no poder aportar soluciones válidas. El problema es de difícil solución y todos los países afectados están luchando con todas las armas a su alcance sin que ninguno, excepto Alemania, lo esté consiguiendo plenamente. Llegará, pero costará.

Los alemanes lideran el grupo de los privilegiados que están dejando atrás la crisis pero ¿Con qué armas y a qué precio. Ni España ni la mayoría de los países que conforman la Unión Europea están preparados para poner en práctica soluciones similares. Sencillamente, no tenemos el potencial económico ni social que ellos tienen, así de claro. Al rebajar los costes fiscales de las familias y de los empresarios, incrementando al mismo tiempo la inversión pública y apoyando la reducción de la jornada, Alemania evitó el despido y creó la situación que le hace dejar la crisis atrás. Estas medidas, unidas a las ayudas de 2.500 € por cada cambio de coche y el famoso Cheque bebé, supusieron una inversión superior a los 50 millones de euros que, junto a la elasticidad de la exportación, han hecho el milagro.
Para quienes no lo sepan, en Alemania la operación Cheque bebé consiste en una importante reducción de la jornada laboral, cobrando dos tercios del sueldo y hasta un máximo de 1.800 €
durante doce meses. En el caso de que el otro progenitor tome otros dos meses más, el plazo se amplía a catorce meses. Se calcula que la medida significa un beneficio de 25.500 € por cada hijo.


La suma de estas medidas y su mentalidad productiva y empresarial han posibilitado la recuperación. Su efectividad en el trabajo también hace diferentes a los alemanes. La empresa en la que trabajan la sienten como propia y, aunque exigen las mejores condiciones salariales y de seguridad, su rendimiento no tiene parangón. Por lo tanto, aunque las autoridades han implantado normativas adecuadas para conseguir los objetivos, es también el pueblo el que lo hace posible. No es fácil para ningún otro país europeo seguir sus pasos y llegar a objetivos similares. Es la suma de muchas cosas y no es la primera vez que el pueblo alemán demuestra su capacidad regeneradora. Los dirigentes tienen su mérito, naturalmente, pero son también los ciudadanos quienes han de colaborar. Nadie regala nada, ni hace nada por otro. Es uno mismo el que tiene que obrar el milagro. Si cada uno de nosotros consigue arreglar su casa, queriendo o sin querer, arreglará también el país.

Se dice que Zapatero, nuestro presidente, va a su bola y que no escucha ni siquiera a sus ministros, mucho menos a sus "camaradas" o miembros del mismo partido. Yo, que no sé nada, no me lo creo y más bien pienso que será justamente lo contrario. Como ya he comentado en ocasiones anteriores, lo veo más bien como "pelele" de todos y seguidor de ninguno. El PSOE es un partido muy variopinto, que no digo yo que eso sea malo sino todo lo contrario.
Carcamales de ideas trasnochadas y casi caducas se unen a una juventud representativa del aire fresco, pulmón de un partido que siempre tendrá su lugar en la sociedad. Unos y otros son necesarios para ponderar soluciones viables en cada momento y circunstancias de la vida diaria. Solo falta la capacidad necesaria de sus dirigentes para encontrar el camino correcto, ese camino que no puede darlo ni un carcamal ni un novato. Es entonces cuando un gran presidente y un gran gobierno, a la vista de tan grandes contrastes, toma el camino consensuado que puede ser el más conveniente. Eso de hacerse lo que yo digo, porque lo digo yo, no tiene validez en el mundo actual.

Son muchos los votantes habituales del PSOE los que están teniendo sus dudas sobre la conveniencia de seguir votando a una fuerza política que ha demostrado su incapacidad contra la crisis y en contra de la seguridad de los trabajadores que, lógicamente, son sus mejores aliados.
El gobierno parece haber olvidado que las mejoras del trabajador no se obtienen presionando a los empresarios, sino favoreciéndoles. Nadie crea una empresa para perder dinero ni para crear puestos de trabajo. Eso viene por añadidura. Uno no se hace ni siquiera autónomo para ganar lo mismo que siendo simple trabajador, aunque sea esto lo que está ocurriendo en la actualidad. Crear una empresa, por pequeña que sea, significa emplear un dinero (que normalmente no tienes), no dormir durante la noche y correr el riesgo de perderlo todo. Eso no puede hacerse ganando lo mismo que aquel que solo aporta su físico. No hablemos ya de empresas de nivel medio, con gran inversión en infraestructuras de todo tipo que, en la actualidad tiene beneficio cero y cuyos propietarios están aportando su propio patrimonio para evitar el cierre. De las grandes... ¡ni hablemos!

¿Acaso ignora el PSOE, afiliados y simpatizantes que el 90% de la economía nacional son pequeños y medianos empresarios?. Yo no puedo entender al trabajador que solo ve a su jefe cuando llega diez minutos tarde al trabajo, o cuando alarga otros diez minutos el horario del almuerzo, mientras él tiene que cumplirlo todo con puntualidad... ¿Acaso ignora que cuando él se marcha, su jefe queda en el despacho intentando solucionar todos los problemas?
Nadie ve al empresario al que le faltan los pedidos y le acosan las letras. Tampoco cuando alguna entrega se le queda por cobrar. En cambio sí le ven cuando hace un cambio de coche, motivado algunas veces por hacer un simple incremento de la facturación, esquivando así algunos pagos con los que la Administración le acosa.
Hoy, justamente motivado por la dura crisis que ha dejado en la calle a tantos trabajadores, el número de autónomos se ha elevado notablemente. No quiero mal a nadie, pero bien vendrá a más de cuatro saber lo que es eso. Ahora sabrán lo que es ganar igual o menos que un trabajador cualquiera, dormir poco y mal y, correr el riesgo de perderlo todo.

Lo de tener tu propio negocio es una cuestión personal, una forma de ser. Amigos míos, toda su vida empleados y perfectamente capacitados para montar su propio negocio, han renunciado a ello. Al hablarles de esa posibilidad se ríen respondiendo:
- Calla, calla! Que et creus, que jo estic loco o qué?
¿Listos? Pues... probablemente sí. Gente con una imagen muy superior a la de sus jefes y que han tenido (y tienen) la posibilidad de trabajar por su cuenta, en la seguridad de que los clientes les seguirían allá donde fueran, renuncian a ello. No quieren problemas ni quebraderos de cabeza, les va bien acudir cada día al trabajo y al acabar su jornada laboral dejarlo todo y marchar hacia su casa sin mayor problemática, aunque con esa actitud vean reducidas sus posibilidades económicas y familiares.
- Si no hi ha prou, que treballe també la dona!
Naturalmente eso (en teoría) reduce sus ingresos y posibilidades de desarrollo personal y patrimonial, pero se adaptan a un sueldo y viven con arreglo a esas posibilidades... ¿sin ambicionar nada más?. No estoy seguro de ello ya que, cuando ven que otro cambia un coche o compra una casa, bien que miran y hablan de todo aquello a lo que ellos no pueden aspirar. No pueden acceder, porque no quieren comprometerse ni obligarse a nada...

Todo ese cúmulo de cosas, que nos hacen diferentes de la mayor parte de europeos, son contra las que no pueden lidiar, ni Zapatero, ni Rajoy, ni nadie de los que vengan detrás de ellos. De entrada, una encuesta verifica que el 76% preferirían que ni uno ni otro se presentase a las elecciones del 2.012. Empezar a darnos cuenta de que debemos cambiar. Ni unos ni otros podrán sacarnos del bache si no empezamos a colaborar. Ya sé que estos años atrás éramos iguales que ahora y nos iba mejor. Pero aquella situación y la actual, nada tiene que ver con el gobierno y sus dirigentes, ni con los que aspiran a serlo. Fue una situación especial creada por condiciones especiales de tipo financiero que no creo se repitan durante décadas, o quizás nunca jamás.
Es el día a día por el que hemos de luchar y el único que puede sacarnos adelante. La famosa picaresca española, en el mundo de hoy no tiene futuro alguno. Solo el trabajo y el ahorro son capaces de hacer el milagro y eso nadie puede hacerlo por nosotros. Los pillos están viendo que su margen de maniobra se reduce cada día que pasa.
Diga lo que diga Zapatero y conteste lo que conteste Rajoy, tú casa solo tú puedes arreglarla y el único medio es trabajo y ahorro. ¡Con cabeza claro!

Para cerrar la entrada quiero recordar que, de acuerdo con los estudios realizados por diferentes medios, Zapatero no genera confianza alguna ni siquiera entre muchos de sus afiliados. Los constantes apoyos a Catalunya, para poder sacar adelante los presupuestos anuales, han creado una situación de altanería en esta comunidad y la percepción de tibieza y debilidad del ejecutivo.
La crisis y la nula reacción ante las medidas adoptadas, tampoco ha ayudado.
Después de haber dejado las arcas vacías y endeudadas, el resultado ha sido cero y los españoles estamos viendo como, excepto la nuestra, todas las economías europeas van recuperándose. Aquí, mientras tanto, el que puede vive del cuento y poco hace por aportar su grano de arena.
Ya no es la derecha la que pide la dimisión de Zapatero, sino también los Sindicatos. Los propios trabajadores, en definitiva sus votantes, en un 65% piden su dimisión. Zapatero, ante la fuerte tempestad, se agarra fuertemente al timón y da nuevas órdenes a los "marineros", en un intento de salvar el barco y su puesto de capitán. Sin embargo el temporal arrecia y mucho nos tememos que, si Dios no lo remedia, la nave no tiene otro destino que el fondo del mar...
- ¡Izad la mayor! -ordena.
- Perdón... digo ¡arriad las velas! y abrir las escotillas -rectifica.
- (Uy, me he equivocado de nuevo) ¡Cerrad escotillas y quedad al pairo a toda vela!.
- ¡Vaya esto tampoco es! -piensa preocupado.
- ¡Que Dios nos pille confesados...! -decimos los españoles.

EL ÚLTIMO CONDILL

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