Era el 30 de Noviembre de 1947 y Cabanes estaba en plena Feria de San Andrés. Sin embargo éste no iba a ser un año cualquiera puesto que todo estaba bastante paralizado, debido a los acontecimientos que estaban ocurriendo en el vecino pueblo de "les Coves de Vinromá". La calidad de los animales y mercancías que se exhibían en la Feria quedaba pues en un segundo plano hasta el punto de que muchos marcharon incluso para ver exactamente lo que ocurría en el pueblo vecino.
Los rumores eran que a una niña (Raquel) de apenas diez años se le había aparecido la Virgen en una cueva próxima a la localidad, anunciándole que el día 1 de Diciembre volvería al mismo lugar y sanaría a cuantos allí se concentraran. Naturalmente los padres creen que solo son fantasías de la niña y le prohíben que cuente a nadie tales ocurrencias. Su padre es el telegrafista de la localidad y el matrimonio hace poco que fue destinado allí. Siempre con problemas económicos no habían podido dar estudios a sus hijos aunque los vecinos de la localidad coinciden en que Raquel es una niña lista, muy superior a las de su edad.
Según testimonio de Francisca Albert, que a la sazón contaba 25 años de edad, sus padres ante las cosas raras que la niña decía la llevaron a la consulta para su examen, pero el doctor no apreció problema alguno.
A pesar de los esfuerzos familiares la noticia se extiende, incluso en los pueblos del entorno y la gente empieza a llegar al pueblo de Les Coves buscando un posible milagro para sus males.
Los padres de Raquel llegan a prohibirle que salga a la calle pero la situación es imparable. La gente se acerca a la casa rogándole que se asome al menos a la ventana y le tocan la mano, llevándose incluso alguno de sus cabellos.
Se dice que un vecino, el tío Moreno, la llevaba todos los días en brazos a rezar a la cueva y que sus padres no la acompañaron nunca al lugar, aunque otra versión dice lo contrario.
Sea como fuere a medida que la fecha se aproximaba, el número de personas que llegaban a la pequeña población iba en aumento. Ante el peligro de desgracias, en nombre de la Iglesia, el obispo de Tortosa pidió a los fieles en diversos comunicados que se abstuvieran de peregrinar al lugar pero, como ocurre en estos casos, lejos de evitar la avalancha estos comunicados acrecentaron el interés general. La noticia traspasó fronteras y el día antes de la fecha indicada para la aparición de la Virgen se dice que en esta pequeña localidad y sus alrededores había concentradas entre 250 y 300 mil personas, con toda la avalancha de carruajes y caballerías necesarios para ello. Una concentración jamás vista en acontecimiento alguno, ni siquiera en la capital del reino.
Algunos apuntaron incluso el número de medio millón de personas. El número exacto no se podrá saber jamás, pero ningún acontecimiento de la época fue capaz de concentrar tanta cantidad de gente. No cabiendo en la población, la cola de vehículos estacionados junto a la carretera tanto provenientes de dirección Castellón como de la de San Mateo era de ocho kilómetros y algo menos la que llegaba desde Alcalá de Xivert.
La llamada Francisca señala también que "el tio Minuto tenia dues botes grans de vi que cobrava a 80 cèntims el litre i arrivare a vendre-lo a cinc pessetes i no li durare gens".
Según Raquel, la aparición se produciría hacia las tres de la tarde del día 1 de Diciembre de 1.947 y se percibiría tras un oscurecimiento del cielo y posterior aparición de la Virgen, con una multitudinaria curación de los enfermos allí concentrados. Algunos decían que en el cielo las estrellas formarían una cruz rodeada de ángeles, solo visible para los que allí estuvieran. Cada cual llegó al pueblo de Les Coves como pudo; unos a pie, otros en carros, bicicletas, motos y camiones. Algunos autobuses y, aunque pocos, hasta coches particulares. El comportamiento de la gente local fue inmejorable y atenta con los visitantes por lo que, a pesar de tan descomunal avalancha, no ocurrió percance alguno.
Nuevamente la Iglesia, que en principio había quedado al margen del asunto, reiteró que eran todo imaginaciones de la niña que fechas atrás había visto la película "La Canción de Bernardette", basada en el milagro de Lourdes.
El día 30 de Noviembre, festividad de San Andrés y punto culminante de la Feria de Cabanes, algo hizo presagiar que todo lo anunciado se cumpliría. Poco a poco el cielo se cerró por completo y un intensísimo frío se dejó sentir por toda la comarca hasta el punto de que, al atardecer, empezaron a caer minúsculos copos de nieve. Durante toda la noche la multitud, congregada en las inmediaciones de la cueva, aguantó estoicamente las inclemencias del tiempo. Y llegó el día 1 de Diciembre, la fecha señalada. Al amanecer el mal tiempo continuaba y los vecinos de la localidad atendían los casos más graves de congelación al amparo de alguna taza de caldo caliente. Otros sin embargo, convencidos de que podían curar sus males como aseguraba la niña, bañaban en aquel río al borde de la congelación las partes afectadas, al tiempo que otros llenaban botellas para beber esas mismas aguas que se presumían milagrosas.
La multitud, congregada a los pies de la Cueva, quería ver a la niña y con ella a la esperada Virgen, que atendiera sus desgracias. La llegada estaba anunciada hacia las tres de la tarde hora que, con el cielo cerrado y un frío intenso pocas veces repetido por este lugar, la luz del día era más bien escasa. Niña y peregrinos, todos expectantes, vieron pasar las tres y las cuatro y las cinco... La noche se echaba encima y el frío se recrudecía por momentos. Algunas hogueras se encendieron para evitar la intensa oscuridad y el frío reinante. Sonaron las seis y las siete, con noche cerrada y algunos, profundamente descorazonados, empezaron a abandonar el lugar. Sin embargo la fe mueve montañas y muchos permanecieron allí también esa noche y aunque muchos abandonaron la zona al día siguiente, otros tardaron más en hacerlo. De hecho, aunque el milagro de la aparición de la Virgen no se produjo, las peregrinaciones continuaron varios meses más hasta que, por orden del Gobernador Civil de Castellón, en colaboración con fuerzas de la Guardia Civil, se prohibió el acceso a la cueva.
Los habitantes de los pueblos vecinos, durante años, llamaron al pueblo "Les Coves de Vinromansos".
Sin embargo, en las mentes de la gente de la época, transmitido a las generaciones posteriores, quedó grabada la idea de que efectivamente el milagro si que se produjo.
El auténtico milagro fue que, a pesar de producirse tan extraordinaria aglomeración de personas, con miles de vehículos de todo tipo por caminos y carreteras, prácticamente todas de tierra y a pesar de todas las penalidades sufridas, no se supo de nadie que tuviera accidente o problema alguno de gravedad. Ese fue el verdadero "Miracle de les Coves", pero hubo otro más...
Al padre de la niña las autoridades le habían cesado en el cargo, al tiempo que se rumoreó que la niña Raquel ingresó en un convento. Lo cierto es que el gobierno restituyó a su padre Emilio el empleo de radiotelegrafista pero lejos, en la ciudad de Barbastro (Huesca). Allí murió la madre de la niña Raquel y allí contrajo su padre nuevas nupcias con una tal María Teresa.
La madrastra no aceptó a las hijas del marido y las mandaron a Lérida y de allí a Barcelona donde trabajaron sirviendo en una casa acomodada. Desapareció el contacto total con su padre y ambas tuvieron que sobrevivir gracias a su trabajo y con el apoyo de su hermano Félix, del que solo se sabe que murió asesinado el 11 de Abril de 1.981 en el Grao de Castellón. El padre, Emilio Roca, regresó y pasó los últimos años de su vida en el pueblo de "Les Coves" atendido por un matrimonio amigo y son estas personas las únicas que conocen el desenlace de la historia.
Raquel nunca fue monja, sino que estudió ATS y se casó con un médico pediatra de Barcelona; tuvo tres hijos, uno de los cuales murió prontamente.
Su hermana María tuvo una hija que crió con muchas dificultades de pobreza pero Raquel, que disfrutaba de una vida acomodada, nunca le ayudó.
Aunque no sabemos si todavía vive, lo hacía pocos años atrás en una auténtica mansión de Barcelona, sin decirle jamás a su marido nada de su pasado, de su familia y tampoco del milagro de "Les Coves".
Sin embargo alguna espina hurgaba en su interior y en Julio de 1.993 Raquel y su marido llegaron al pueblo de Les Coves de Vinromà con un abogado y una sobrina del matrimonio, aunque casi nadie supo de la visita de la "milagrosa niña".
Fueron directamente a la casa del matrimonio que había cuidado a su padre y, sin preguntar como había muerto ni donde estaba enterrado, se interesaron en gestionar la compra de la casa en la que había vivido de niña. Después de tramitar asuntos legales sobre la propiedad de la vivienda, marcharon nuevamente a Barcelona sin que nadie conozca su domicilio, puesto que tiene vetado el acceso de sus datos en el Padrón municipal.
Si todavía vive, aquella niña tiene ahora (2010) 73 años...
RAFAEL FABREGAT
BIBLIOGRAFIA: Mainardt-54, de J.V.Sanz Sancho. Fotos Wamba.
HAY POCAS VERDADES EN EL TEXTO.
ResponderEliminarUNA COVARXINA
Un servidor no es escritor ni vive de esto, pero da la cara y firma sus artículos sacados siempre de fuentes que considera fiables. Lo escrito en esta entrada al Blog, como todas las restantes que lo acompañan, es producto de una investigación minuciosa que está a disposición de cualquier interesado en buscarla. También de usted. Durante toda mi larga vida oí contar a mis padres (que pasaban varios meses al año en les Coves y conocían a cientos de sus vecinos) datos similares aunque no tan explícitos. Le sugiero que, antes de llamar mentiroso a nadie, dé la cara con nombre y apellidos y que me preste sus conocimientos sobre la verdad de lo que aconteció y haré las oportunas correcciones si hay lugar para ello. Espero su respuesta por esta misma vía que ha utilizado en anónimo. Saludos.
ResponderEliminarCom a covarxi, la historia que ací es conta es absolutament fidel al que avui en dia, sense entrar en detalls, es coneixen dels fets. Algunes fotografies de l'època són vertaderament impresionants sobrevla gran aglomeració de persones que van acudir...
ResponderEliminarGracias amigo por tu apoyo. Uno se limita a contar lo que le contaron o lo que ya está escrito por otros. Es muy fácil decir (en anónimo) que los demás se dedican a contar mentiras. Un abrazo.
ResponderEliminarMi padre,que vivía allí, también me contó todo lo que se relata en el artículo, y a mi mismo, Félix,me contó su experiencia. Un milagro que no pasará nada.
ResponderEliminarMi padre vivía en CUEVAS. Todo lo relatado también me lo contó¡ s mi, Yo conocí s Félix, y también me contó su experiencia
ResponderEliminarMi padre estuvo allí, de pequeño me contó decenas de veces aquella concentración. Recuerdo dos detalles que el hacía mucho hincapié, uno la gran multitud de personas y el otro que el milagro fue que no pasase nada con centenares de miles de personas juntas y desordenadas.
ResponderEliminarGracias amigos por vuestros comentarios. Yo nací tan solo dos años después de estos sucesos y por lo tanto lo oí contar decenas de veces entre mis padres y otras gentes. Efectivamente hubo un milagro, el de que no pasara nada. Saludos.
EliminarHola, soy Inma Valero. Estábamos hablando sobre la película de Berlanga "Los jueves, milagro" y me ha encantado tu artículo. Lo he compartido allí. Espero que sigas escribiendo. Un saludo.
ResponderEliminarHola Inma. Gracias por tu comentario. Voy a contarte algo que no he contado antes. Durante más de 60 años, mi padre primero y yo después, hemos comprado las cañas de Coves de Vinromá para hacer escobas de palma y las hemos cortado ahí mismo, a pie de cañar. Nos llamaban "els cañeros de Cabanes". Hemos tratado con todos los masoveros del término municipal y con muchos de los que viven en el pueblo, hasta llegar a 150.000 mangos anuales. Más de tres meses de trabajo y 300 clientes. Quiero decirte con ello que conocemos de ese pueblo tantas o más historias de las que saben sus propios vecinos, lo cual no quiere decir que todo sean verdades, claro. Me limito simplemente a contar lo que me contaron. Y yo lo doy por cierto... Un abrazo.
ResponderEliminarMe encanta quién dice que hay pocas verdades y no cuenta lo que sabe.Este tema es tabú en Les Coves y nadie quiere hablar de ello, al menos eso es lo que yo viví.Todo lo que dices es lo que yo sé por lo que he podido leer en texto sobre la niña, y ese 1º de diciembre mi abuela estaba alli y es tal y como lo cuentas.También es una pena que nadie lograra hablar Raquel muchos años después.¿A qué padrón municipal te refieres? porque sus datos estarán en Barcelona no en Les Coves.
ResponderEliminarHola amigo/a: Por lo que a mí me ha parecido entender, a fin de que nadie la molestase con indagaciones sobre el particular, la tal Raquel solicitaría del Padrón municipal de Barcelona que su domicilio vetado a elementos ajenos a la Administración. Entonces esas cosas eran perfectamente posibles si tenías amistades. Actualmente sería más fácil de localizar, pero aquello que ocurrió es agua pasada que ya no interesa a nadie. De todas formas no entiendo que me digas que este sea un tema "tabú" en Les Coves. Desde mi punto de vista es un hecho interesante e histórico. Saludos.
ResponderEliminarHola, mi abuelo era de les Coves y estuvo allí junto con mi madre, por lo que me contó mi madre se ajusta a lo indicado. Un día se me ocurrió buscar el nombre de la niña en GOOGLE y encontré que Jacinta Raquel Roca Tirado, junto con Jaime Casanovas Medina viven en Falköping, Suecia. Aparece incluso su dirección y una imagen de su vivienda, también, encontré en otra página la dirección de una consulta de medicina privada en Barcelona a nombre de Jaime Casanovas Medina yo creo que coincide con lo relatado y son ella y su marido. Todo está en internet y todo el mundo lo puede ver.
ResponderEliminar
Tel: 0515-595 11
Visa alla telefonnummer
19400729-XXXX
Sankt Olofsgatan 45 A
521 35 Falköping
Estimado anónimo. La persona de la que tú hablas, era universitaria en 1994 por lo que puede ser una descendiente o incluso no tener nada que ver con la de nuestra historia. Además no creo adecuado poner direcciones y teléfonos sin permiso del interesado.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con usted sobre no poner datos personales pero lo cierto es que los datos del censo en Suecia son públicos. La persona que mencionan ahora tiene otra dirección y hasta 2020 estaba viva. No sólo coincide con el nombre y apellidos de la niña vidente sino que nació el mismo día, mes y año. En cuanto a la universitaria, una tesis doctoral se puede presentar cuando uno quiera y es muy curioso que eligiera un tema religioso sobre la filosofía de Jansen.
EliminarPor otro lado, he notado un cierto rechazo por Raquel en Les Coves, casi siempre que he ido a preguntar por lo que allí pasó. Así mismo lo noto en lo que ha escrito, me refiero a su vida de adulta que supongo son datos recogidos por testimonios pero bastante negativos. Pensándolo bien, cuando un padre no apoya a sus hijas, cuando culpa a una de ellas de la muerte de la madre por el disgusto provocado en casa por la acontecido en la cueva, cuando te encierran en un internado y la mayoría de edad no quieren saber de ti. Difícilmente vas, una vez muerto, a preguntar por tu progenitor. No cree? Es muy fácil juzgar desde fuera. Una pena que esa señora no se deje entrevistar. Espero que deje algún testimonio escrito de los recuerdos de lo acontecido. Le mando un saludo y espero poder hablar con usted personalmente algún día .