Si analizamos personas relevantes en la política, encontraremos de inmediato casos que nos muestran esa misma contradicción.
Gente que nada cree en el tema religioso de cualquier signo puede ser un ferviente creyente de que las políticas derechistas son infinitamente mejores, para su país y ciudadanía, que las de la izquierda y al revés.
Tampoco tiene que ser mejor persona aquel que sea creyente de cualquier religión o el que no crea en nada de todo eso.
La historia nos cuenta las múltiples fechorias que se han producido en este mundo por culpa de las religiones, o en nombre de ellas. Es más, la mayor parte de las guerras lo han sido al amparo de determinadas religiones. También ha habido muchas discusiones referente al aspecto que pueda tener Dios... Si será blanco o negro, alto o bajo, etc. ¿Importa algo su posible aspecto, o que no tenga ninguno?.
Claro que también cabe la posibilidad de que no exista y por lo tanto estas diatribas son de todo punto injustificadas. Incluso cabe la posibilidad de creer en Diós, sea cualsea su signo, y no creer en absoluto en sus predicadores.
Demasiadas veces se ha visto, en el clero de cualquier signo, un interés mayormente económico que no de búsqueda de la salvación del alma propia y ajena. Querer imponer determinadas ideologías es siempre contrario al "libre albedrío" que debe regir en un mundo que se pretende religioso y democrático. Si hay un alma a salvar o a condenar, es algo muy particular de cada cual y debe imperar la libertad para que cada cual opte por lo que considere más oportuno.
Lo que tenemos que dejar bien claro es que no todos los "católicos practicantes" son de derechas, ni que todos los de izquierdas dejen de pisar una iglesia. Y esto es aplicable a cualquier religión. Todos conocemos a gente buenísima que jamás ha puesto un pie en la iglesia y a gente de mal carácter y peores intenciones que ha sido toda su vida cumplidor de sus obligaciones religiosas. Actualmente, en un momento de la historia con tan alta tasa de migración, todos conocemos a gente de creencias islámicas que bebe vino y come cerdo, si les invitas a comer en tu casa. De la misma manera usan y abusan del alcohol si van de fiesta, o se saltan los rezos que su religión llama obligatorios. ¿Irán por eso al Infierno...?
Yo creo que no. Si verdaderamente existe un Dios tan bondadoso y sea cual sea su aspecto, nos perdonará a todos, aún sin confesarnos.
RAFAEL FABREGAT
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