Quizás fuera más correcto llamarlo 'Revista' pero donde yo vivo se llamaba 'Varieté' y no veo razón para no poder llamarlo con ese nombre. La traducción es 'teatro de variedades', una de las formas de engañar al cuerpo y a la mente, en épocas de represión y dictadura, cuando no de hambre pura y dura. (Vaya, rima y todo...) En la España del siglo XIX y mucho más allá de mediados del XX, la Revista primero y el Cine después, fueron un juego al despiste para la gente pobre.
Y es que la gente corriente, la de tanto ganado tanto comido y suerte si puedes comer, lo sacrificaba todo a la única carta de tener un poco de ocio semanal. Con jornadas de diez horas y semanas de seis días laborales, solo cabía apostar a la noche del sábado y a la tarde del domingo. Si no había carne se comía tocino pero todas las semanas se ahorraban unas monedas para poder asistir a las salas de teatro o de cine, donde explayarse y olvidar durante un par de horas las penurias con las que se vivía. El el XIX, todavía no inventado el Cine, era la época dorada del teatro y del varieté, una mezcla de teatro, música, sátira y cabaret, con la que el 'personal' se explayaba con la música y las chicas guapas, o escuchando chistes verdes y alguna que otra burla disimulada a sus gobernantes.
Todo eso, claro, siempre y cuando la censura no cortase buena parte del 'libreto'. Antes de que el encargado de la censura llegara a las puertas del teatro en cuestión, empresario, director y artistas ya estaban sobre aviso y (aún estando sobre el escenario en plena actuación) las faldas bajaban unos centímetros y la letra de la canción se modificaba, evitando alusiones al sexo o al político de turno, a fin de evitar el fin del espectáculo y el cierre de la sala. En ese momento más que nunca, el desparpajo, la picardía y el saber hacer de los artistas, descolocaba al inspector de la censura que sabía, pero no podía demostrar, que se insinuaba lo que realmente se quería decir, pero sin decirlo. Como no podía ser de otra manera eso levantaba doblemente la hilaridad de los espectadores que sabían, sin que nadie se lo dijera, que 'había moros en la costa', o sea: que el inspector de la censura había llegado al local.
Como ya he contado en ocasiones anteriores, al final de la segunda sesión, ya bien entrada la madrugada, para los solteros maduros y de cartera abultada y ligera, había un pase especial llamado "solo para hombres", en el que buena parte de las 'señoritas actuantes' cantaban cuatro canciones más, esta vez ligerísimas de ropa, cuando no desnudas del todo. No era raro que tras esta actuación o con ella, se abrieran algunas botellas de 'champán' y la noche acababa con cuatro risas y poco más. Estos espectáculos solían organizarse la noche de los sábados ya que la de los domingos era poco menos que imposible, habida cuenta que al día siguiente había que trabajar y en aquellos tiempos el trabajo no empezaba a las ocho de la mañana, sino que a esa hora ya había que estar el mulo comido, bebido y labrando en el campo. En fin, historias para no dormir...
RAFAEL FABREGAT
PARA ESCRIBIR SOLO HAY DOS REGLAS, TENER ALGO QUE DECIR Y QUE TE DEJEN DECIRLO. (Rafael F. Condill)
31 de enero de 2017
30 de enero de 2017
2336- EL DINERO NO ES SANO.
¡Ala, venga a contar, venga a contar...! Todos quieren dinero. ¡No sé por qué tantas ansias de acumular dinero, con lo pernicioso que es!. No se rían, no se rían... ¡El dinero no es sano!. Y no lo digo yo, no. Lo dicen los médicos, que son los que saben de esto.
Tener dinero es peligrosísimo para la salud. Según fuentes sanitarias especializadas, en un billete cualquiera hay más bacterias que en el inodoro de cualquier casa. ¡Ah!, ya no se ríen ¿verdad?. Hasta incluso los que no tenemos dinero, sabemos que esto es así... pero aún así lo queremos. ¡Vaya morbo!. Por si alguien no lo sabe les diré que los billetes nos parece que son de papel, pero no es cierto. Más bien podríamos considerarlo tela que papel puesto que su composición es de tres partes de lino y una de algodón. ¡Y venga a manosearlo...! ¿Cómo se han quedado?. Sabida su composición y teniendo en cuenta los millones de manos por las que pasa un billete, no todas limpias, ¿les sigue apeteciendo tocar un billete?.
Vale, vale, ya sé que la mayoría han dicho que sí, pero... ¡a saber qué se ha rascado el poseedor de ese billete, antes de sacarlo de su bolsillo!. Aún así, ¿siguen queriéndolo?. Ya, ya me imagino... La cervecita, el bocadillo, comprar el pan. Claro que ¡con esas manos! se me ha ido el hambre y la sed. Visto lo visto, yo no quiero tener dinero. ¡Ni tocarlo!. Tarjeta tampoco... Quita, quita, ¡que pague la mujer!. Es lo mejor para la salud. Ahora mismo ella está resfriada y yo como un toro ¡y eso que es cuatro años más joven...! Lo dicho el dinero no es sano. Dicen que los que no lo tienen viven más años y mejor. Vamos a probar...
Fíjense si será peligroso esto del dinero que, según estudios realizados en las universidades estadounidenses (por lo visto las europeas no valían para la prueba) el 90% de los billetes en circulación tenían restos de cocaína. Naturalmente era una cantidad irrisoria pero, claro, como los billetes pasan de mano en mano, llevan de todo. Y cuanto más grande es el billete, más peligroso todavía. ¿Será por eso que en España los de 500 euros apenas circulan?. Expertos en biotecnología nos cuentan que el virus de la gripe no puede mantenerse vivo más que dos días fuera del cuerpo humano mientras que en un billete, una masa de lino y algodón al fin y al cabo, puede mantenerse vivo hasta 10 días. A la velocidad que cambia de manos un billete, imagínense cuantas personas se pueden contagiar.
Visto lo visto yo no quiero dinero, solo quiero que me sobre un euro...
RAFAEL FABREGAT
Tener dinero es peligrosísimo para la salud. Según fuentes sanitarias especializadas, en un billete cualquiera hay más bacterias que en el inodoro de cualquier casa. ¡Ah!, ya no se ríen ¿verdad?. Hasta incluso los que no tenemos dinero, sabemos que esto es así... pero aún así lo queremos. ¡Vaya morbo!. Por si alguien no lo sabe les diré que los billetes nos parece que son de papel, pero no es cierto. Más bien podríamos considerarlo tela que papel puesto que su composición es de tres partes de lino y una de algodón. ¡Y venga a manosearlo...! ¿Cómo se han quedado?. Sabida su composición y teniendo en cuenta los millones de manos por las que pasa un billete, no todas limpias, ¿les sigue apeteciendo tocar un billete?.
Vale, vale, ya sé que la mayoría han dicho que sí, pero... ¡a saber qué se ha rascado el poseedor de ese billete, antes de sacarlo de su bolsillo!. Aún así, ¿siguen queriéndolo?. Ya, ya me imagino... La cervecita, el bocadillo, comprar el pan. Claro que ¡con esas manos! se me ha ido el hambre y la sed. Visto lo visto, yo no quiero tener dinero. ¡Ni tocarlo!. Tarjeta tampoco... Quita, quita, ¡que pague la mujer!. Es lo mejor para la salud. Ahora mismo ella está resfriada y yo como un toro ¡y eso que es cuatro años más joven...! Lo dicho el dinero no es sano. Dicen que los que no lo tienen viven más años y mejor. Vamos a probar...
Fíjense si será peligroso esto del dinero que, según estudios realizados en las universidades estadounidenses (por lo visto las europeas no valían para la prueba) el 90% de los billetes en circulación tenían restos de cocaína. Naturalmente era una cantidad irrisoria pero, claro, como los billetes pasan de mano en mano, llevan de todo. Y cuanto más grande es el billete, más peligroso todavía. ¿Será por eso que en España los de 500 euros apenas circulan?. Expertos en biotecnología nos cuentan que el virus de la gripe no puede mantenerse vivo más que dos días fuera del cuerpo humano mientras que en un billete, una masa de lino y algodón al fin y al cabo, puede mantenerse vivo hasta 10 días. A la velocidad que cambia de manos un billete, imagínense cuantas personas se pueden contagiar.
Visto lo visto yo no quiero dinero, solo quiero que me sobre un euro...
RAFAEL FABREGAT
29 de enero de 2017
2335- UNA POSTURA ANGELICAL.
En realidad nos referimos a la postura sexual del "misionero", la más conocida y utilizada en todo el mundo a la hora de darle una alegría al cuerpo, propio y ajeno. Como todos saben se trata de que la mujer esté acostada boca arriba con la piernas abiertas, mientras el hombre se coloca encima cara a cara. Hay mil maneras de hacer el acto sexual entre hombres y mujeres pero, por algo será, esta es la más utilizada y todo lo demás son variantes para que el asunto no caiga en el aburrimiento. En cuanto al nombre de "postura del misionero" tiene su historia, pero no es cierto que esta denominación sea histórica, ni mucho menos.
Mucho se ha escrito tratando de explicar el origen de esta denominación y como no podía ser de otra manera se ha dicho hasta la saciedad que esta postura sexual proviene de los tiempos del Descubrimiento de América puesto que los misioneros jesuitas aconsejaban a los indígenas que fuera esta y solo esta la forma de practicar el sexo con sus mujeres, motivo por el cual se le llamaría a esta práctica la "postura del misionero". Sin embargo hay que decir que esta postura ya se utilizaba por las antiguas culturas y civilizaciones, pues existen numerosos grabados de época griega y romana en los que se practica en sexo de esta forma. Lo mismo sucede en dibujos y grabados del Imperio chino e inca precolombino que demuestran con pelos y señales que esta forma de practicar sexo es tan antigua como la humanidad.
En cuanto a su denominación, una vez más debemos hacer incapié en que hubo un tiempo en que la Iglesia Católica recomendó utilizar única y exclusivamente esta posición sexual, por considerarla la más recatada y efectiva a la hora de procrear. En el siglo XIII el teólogo y fraile dominico Tomás de Aquino, después santo, fue uno de los personajes que más tiempo dedicó a promulgar el uso de esta postura sexual. Sin embargo nunca fue conocida por el nombre "...del misionero", sino que se la llamaba la "postura angelical o de la serpiente". El hecho es que esta denominación no aparece hasta mediados del siglo XX, en un libro escrito por Alfred Kinsey en 1948, mundialmente famoso por el 'Informe Kinsey', relativo al comportamiento sexual de los seres humanos. De todas maneras el nombrecito de marras fue una mala interpretación de Kinsey sobre la obra consultada.
Malinowski, autor del libro consultado por Kinsey para escribir el suyo, no utilizó en su libro la expresión 'postura del misionero' sino que fue un error de interpretación de Kinsey lo que hizo que esta postura sexual comenzara a ser denominada de esa forma, especialmente a partir de la década de 1960 cuando en todo el mundo se puso de moda la liberación sexual.
Habida cuenta el enorme éxito editorial, el nombre de esta postura sexual fue ampliamente difundido en todo el mundo y ha quedado fijado como tal.
Queda pues aclarado que, por mucho que la Iglesia Católica promulgara las bondades de esta forma de practicar sexo, la denominación "postura del misionero" se la debemos a Alfred Kinsey. Nada tiene que ver por tanto con la llegada de los misioneros españoles a tierras americanas y menos aún a los conquistadores de las tres carabelas de Colón.
RAFAEL FABREGAT
Mucho se ha escrito tratando de explicar el origen de esta denominación y como no podía ser de otra manera se ha dicho hasta la saciedad que esta postura sexual proviene de los tiempos del Descubrimiento de América puesto que los misioneros jesuitas aconsejaban a los indígenas que fuera esta y solo esta la forma de practicar el sexo con sus mujeres, motivo por el cual se le llamaría a esta práctica la "postura del misionero". Sin embargo hay que decir que esta postura ya se utilizaba por las antiguas culturas y civilizaciones, pues existen numerosos grabados de época griega y romana en los que se practica en sexo de esta forma. Lo mismo sucede en dibujos y grabados del Imperio chino e inca precolombino que demuestran con pelos y señales que esta forma de practicar sexo es tan antigua como la humanidad.
En cuanto a su denominación, una vez más debemos hacer incapié en que hubo un tiempo en que la Iglesia Católica recomendó utilizar única y exclusivamente esta posición sexual, por considerarla la más recatada y efectiva a la hora de procrear. En el siglo XIII el teólogo y fraile dominico Tomás de Aquino, después santo, fue uno de los personajes que más tiempo dedicó a promulgar el uso de esta postura sexual. Sin embargo nunca fue conocida por el nombre "...del misionero", sino que se la llamaba la "postura angelical o de la serpiente". El hecho es que esta denominación no aparece hasta mediados del siglo XX, en un libro escrito por Alfred Kinsey en 1948, mundialmente famoso por el 'Informe Kinsey', relativo al comportamiento sexual de los seres humanos. De todas maneras el nombrecito de marras fue una mala interpretación de Kinsey sobre la obra consultada.
Malinowski, autor del libro consultado por Kinsey para escribir el suyo, no utilizó en su libro la expresión 'postura del misionero' sino que fue un error de interpretación de Kinsey lo que hizo que esta postura sexual comenzara a ser denominada de esa forma, especialmente a partir de la década de 1960 cuando en todo el mundo se puso de moda la liberación sexual.
Habida cuenta el enorme éxito editorial, el nombre de esta postura sexual fue ampliamente difundido en todo el mundo y ha quedado fijado como tal.
Queda pues aclarado que, por mucho que la Iglesia Católica promulgara las bondades de esta forma de practicar sexo, la denominación "postura del misionero" se la debemos a Alfred Kinsey. Nada tiene que ver por tanto con la llegada de los misioneros españoles a tierras americanas y menos aún a los conquistadores de las tres carabelas de Colón.
RAFAEL FABREGAT
2334- OYMYAKÓN, EL PUEBLO MÁS FRÍO.
Pues sí amigos, lo han oído bien, Oymyakón es el pueblo más frío del planeta. Templado no podía ser, estando en Siberia y es que estos rusos... Yo es que no lo entiendo. ¡Como si no hubiera mejores lugares en el mundo donde vivir!. Bueno, en realidad está situado dentro de la República de Sajá, un sujeto federal del Lejano Oriente, pero región rusa al fin y al cabo. Imagino que estarán preguntándose cual es su temperatura, para ser catalogado con el pueblo más frío del mundo... Pues bien la temperatura oscila allí entre los -50 y los -72 grados bajo cero. (-50ºC / -71,2ºC)
Esto me hace recordar que en la latitud de la mayor parte de los lectores de este Blog los jóvenes, cuando salen del bar o de la discoteca, no tienen prisa por irse a dormir y suelen charlar en la calle un ratito para comentar lo acontecido durante el día o los planes para el día siguiente.
No creo yo que en Oymyakón tengan esas mismas costumbres... ya que podrían muy fácilmente quedarse tiesos. La media de su invierno (de nueve meses de duración) es de -60ºC y no me cabe en la cabeza cómo pueden haberse juntado 2.300 personas para vivir allí, en condiciones tan extremas. Lo cierto es que hasta el año 2010 la población nunca había superado los 400 habitantes, que ya me parecen demasiados, pero los intereses rusos con el gas y el petróleo... Dicen que las chicas de ese pueblo tienen tipazos de infarto, pero a mi que no me esperen. A los escasísimos despistados que van allí con su coche les avisan de antemano que no paren el motor de sus vehículos antes de meterlos en el garaje puesto que después ya no podrían arrancarlo, al congelarse el combustible cuando se sobrepasan los -45ºC.
La carretera que puede llevarnos a Oymyakón (pero que esperamos no pisar nunca) se llama la 'Carretera de los Huesos' ya que fue construida por presos de la dictadura soviética a lo largo de casi 20 años. Decenas de miles de aquellos presos están sepultados bajo la calzada, muertos por el intenso frío y las condiciones de esclavitud con las que trabajaban. Las obras comenzaron en la década de 1930 por orden de Stalin, que buscaba las riquezas siberianas de la región de Yakutia. Los presos del Gulag eran la mano de obra perfecta, abundante y gratuita. La gente la llama 'la carretera' y todos se entienden, puesto que no hay ninguna otra. La capital de la región es Ust-Nera, un lugar sin duda animadísimo, pues por allí se goza de una temperatura que ya roza los 25 grados, naturalmente bajo cero.
Encontrarse con alguien por la calle es una auténtica casualidad, entre otras cosas porque no hay calles propiamente dichas y también porque, de no ser totalmente imprescindible, sus habitantes están permanentemente dentro de sus casas. Desde luego, en el caso de encontrarse con algún conocido, las ganas de conversar en la calle son totalmente nulas. Como mucho, si se trata de un familiar muy cercano, ¡hola! y ¡adiós!. Un año se alcanzaron los 16ºC de temperatura lo cual quedó allí grabado y registrado como si fuera el Guiness de los récords. En estas latitudes hace falta luz para todo, pues el día tan solo dura tres horas. El pescado queda ultracongelado a los 30 segundos de sacarse del agua y los niños están exentos de acudir a clase cada día que se sobrepasan los -50ºC, que son los más.
Muy pocas casas tienen agua corriente y tanto el agua como la leche se reparte en bloques que les dejan cada mañana a la puerta de tu casa. Como es natural, no habiendo agua, tampoco el baño está en el interior de la casa por lo que, adosado a la misma o a muy escasa distancia, hay un lugar para hacer las necesidades. Solo el Hotel, porque hay un hotel de 10 habitaciones para turistas despistados, tiene calefacción central y por consiguiente agua líquida y hasta incluso caliente. El principal 'combustible' que tienen para combatir el frío es el vodka motivo por el cual, a pesar de las bajas temperaturas, el carácter de los vecinos es bastante alegre. Me imagino que en ese pueblo no hará falta tomar pastillas de Viagra, pues allí no conocen la palabra flacidez. Solo las palabras duro, o muy duro están en su vocabulario.
¡Vamos que no, que no me esperen, que no voy...!
RAFAEL FABREGAT
Esto me hace recordar que en la latitud de la mayor parte de los lectores de este Blog los jóvenes, cuando salen del bar o de la discoteca, no tienen prisa por irse a dormir y suelen charlar en la calle un ratito para comentar lo acontecido durante el día o los planes para el día siguiente.
No creo yo que en Oymyakón tengan esas mismas costumbres... ya que podrían muy fácilmente quedarse tiesos. La media de su invierno (de nueve meses de duración) es de -60ºC y no me cabe en la cabeza cómo pueden haberse juntado 2.300 personas para vivir allí, en condiciones tan extremas. Lo cierto es que hasta el año 2010 la población nunca había superado los 400 habitantes, que ya me parecen demasiados, pero los intereses rusos con el gas y el petróleo... Dicen que las chicas de ese pueblo tienen tipazos de infarto, pero a mi que no me esperen. A los escasísimos despistados que van allí con su coche les avisan de antemano que no paren el motor de sus vehículos antes de meterlos en el garaje puesto que después ya no podrían arrancarlo, al congelarse el combustible cuando se sobrepasan los -45ºC.
La carretera que puede llevarnos a Oymyakón (pero que esperamos no pisar nunca) se llama la 'Carretera de los Huesos' ya que fue construida por presos de la dictadura soviética a lo largo de casi 20 años. Decenas de miles de aquellos presos están sepultados bajo la calzada, muertos por el intenso frío y las condiciones de esclavitud con las que trabajaban. Las obras comenzaron en la década de 1930 por orden de Stalin, que buscaba las riquezas siberianas de la región de Yakutia. Los presos del Gulag eran la mano de obra perfecta, abundante y gratuita. La gente la llama 'la carretera' y todos se entienden, puesto que no hay ninguna otra. La capital de la región es Ust-Nera, un lugar sin duda animadísimo, pues por allí se goza de una temperatura que ya roza los 25 grados, naturalmente bajo cero.
Encontrarse con alguien por la calle es una auténtica casualidad, entre otras cosas porque no hay calles propiamente dichas y también porque, de no ser totalmente imprescindible, sus habitantes están permanentemente dentro de sus casas. Desde luego, en el caso de encontrarse con algún conocido, las ganas de conversar en la calle son totalmente nulas. Como mucho, si se trata de un familiar muy cercano, ¡hola! y ¡adiós!. Un año se alcanzaron los 16ºC de temperatura lo cual quedó allí grabado y registrado como si fuera el Guiness de los récords. En estas latitudes hace falta luz para todo, pues el día tan solo dura tres horas. El pescado queda ultracongelado a los 30 segundos de sacarse del agua y los niños están exentos de acudir a clase cada día que se sobrepasan los -50ºC, que son los más.
Muy pocas casas tienen agua corriente y tanto el agua como la leche se reparte en bloques que les dejan cada mañana a la puerta de tu casa. Como es natural, no habiendo agua, tampoco el baño está en el interior de la casa por lo que, adosado a la misma o a muy escasa distancia, hay un lugar para hacer las necesidades. Solo el Hotel, porque hay un hotel de 10 habitaciones para turistas despistados, tiene calefacción central y por consiguiente agua líquida y hasta incluso caliente. El principal 'combustible' que tienen para combatir el frío es el vodka motivo por el cual, a pesar de las bajas temperaturas, el carácter de los vecinos es bastante alegre. Me imagino que en ese pueblo no hará falta tomar pastillas de Viagra, pues allí no conocen la palabra flacidez. Solo las palabras duro, o muy duro están en su vocabulario.
¡Vamos que no, que no me esperen, que no voy...!
RAFAEL FABREGAT
28 de enero de 2017
2333- LA MEJOR CARNE DEL MUNDO.
Está claro que habrá discrepancias al título pero yo, pobre de mí, solo digo lo que me dicen y lo que me dicen es que la mejor carne del mundo está en un pueblo de la provincia de León (España). El nombre del pueblo es Jiménez de Jamúz, pueblo tradicionalmente alfarero que actualmente está alcanzando fama universal por tener un restaurante con la mejor carne del mundo. Esta afirmación tan categórica ha sido lanzada por periódicos y revistas de fama mundial, incluida la revista Time y otras muchas de parecida categoría.
Se preguntarán los lectores cómo se ha llegado a esta conclusión. Pues bien, querer es poder y por lo visto el señor José Gordón quiso ser el número 'uno' en esto y parece ser que lo está consiguiendo. Este señor es ingeniero agrícola, especializado en la cría de vacuno, aunque profesional restaurador. Todo un poquito extraño, pero así son las cosas. Hace ya muchos años que Gordón montó un restaurante en una de las cuevas subterráneas que abundan en esta localidad leonesa y, como he dicho antes, puso todo su empeño en hacer de su restaurante el 'alma mater' de los carnívoros. José no es chef, ni siquiera un cocinero al uso, pero su importante labor consiste en rastrear uno por uno todos los pueblos del norte de España y Portugal, en busca de los mejores bueyes de trabajo y de vacas por encima de los seis años de edad.
Como es del conocimiento general, esta parte de la Península Ibérica es una de las mejores del mundo para la cría de vacuno, debido a los abundantes pastos. Pero no queda ahí la cosa. Tras un tiempo en su finca y cuando considera que los animales están en su punto óptimo, él mismo se ocupa de su sacrificio, despiece y maduración de la carne en las cámaras que tiene al efecto. Es ahí, en su enorme cámara frigorífica, donde José aplica todos su conocimientos de ingeniería agrícola y ganadera para deleite de los comensales que, llegados de todas las partes del mundo, acuden a saborear esa carne catalogada como la mejor del mundo. Naturalmente su cámara frigorífica, donde la carne madura durante un mínimo de dos o tres meses y más en función de la pieza, es todo un espectáculo por la gran cantidad de piezas que cuelgan de los ganchos.
De su cámara no sale un solo chuletón hasta que José considera que se ha alcanzado la mineralización óptima para su consumo. Carne veteada, con la grasa infiltrada y un color fuera de lo común. Es siempre carne de buey o vaca vieja, que se muestra al cliente antes de ponerla sobre la parrilla. Ya sobre las brasas, el punto justo de asado y de sal, para que los comensales saquen hasta la última migaja de carne de sus chuletones. Claro que José no se limita a los chuletones para su restaurante, sino que elabora toda clase de productos con las partes restantes del animal. Varias categorías de cecina, lengua curada, solomillo, chorizo, morcilla, hamburguesa e incluso paté. Todo allí es artesano y sin mirar el tiempo que se necesita para que el producto alcance su punto óptimo.
Los precios son justos pero, naturalmente, no son baratos...
RAFAEL FABREGAT
Se preguntarán los lectores cómo se ha llegado a esta conclusión. Pues bien, querer es poder y por lo visto el señor José Gordón quiso ser el número 'uno' en esto y parece ser que lo está consiguiendo. Este señor es ingeniero agrícola, especializado en la cría de vacuno, aunque profesional restaurador. Todo un poquito extraño, pero así son las cosas. Hace ya muchos años que Gordón montó un restaurante en una de las cuevas subterráneas que abundan en esta localidad leonesa y, como he dicho antes, puso todo su empeño en hacer de su restaurante el 'alma mater' de los carnívoros. José no es chef, ni siquiera un cocinero al uso, pero su importante labor consiste en rastrear uno por uno todos los pueblos del norte de España y Portugal, en busca de los mejores bueyes de trabajo y de vacas por encima de los seis años de edad.
Como es del conocimiento general, esta parte de la Península Ibérica es una de las mejores del mundo para la cría de vacuno, debido a los abundantes pastos. Pero no queda ahí la cosa. Tras un tiempo en su finca y cuando considera que los animales están en su punto óptimo, él mismo se ocupa de su sacrificio, despiece y maduración de la carne en las cámaras que tiene al efecto. Es ahí, en su enorme cámara frigorífica, donde José aplica todos su conocimientos de ingeniería agrícola y ganadera para deleite de los comensales que, llegados de todas las partes del mundo, acuden a saborear esa carne catalogada como la mejor del mundo. Naturalmente su cámara frigorífica, donde la carne madura durante un mínimo de dos o tres meses y más en función de la pieza, es todo un espectáculo por la gran cantidad de piezas que cuelgan de los ganchos.
De su cámara no sale un solo chuletón hasta que José considera que se ha alcanzado la mineralización óptima para su consumo. Carne veteada, con la grasa infiltrada y un color fuera de lo común. Es siempre carne de buey o vaca vieja, que se muestra al cliente antes de ponerla sobre la parrilla. Ya sobre las brasas, el punto justo de asado y de sal, para que los comensales saquen hasta la última migaja de carne de sus chuletones. Claro que José no se limita a los chuletones para su restaurante, sino que elabora toda clase de productos con las partes restantes del animal. Varias categorías de cecina, lengua curada, solomillo, chorizo, morcilla, hamburguesa e incluso paté. Todo allí es artesano y sin mirar el tiempo que se necesita para que el producto alcance su punto óptimo.
Los precios son justos pero, naturalmente, no son baratos...
RAFAEL FABREGAT
2332- ¿ESTUDIAR INGLÉS?.
El mundo va por mal camino. Siempre pensé que con los años y la información presente en cualquier punto del planeta, el mundo iría normalizándose, pareciéndonos más los unos a los otros y trabajando cada día más unidos en la búsqueda del bienestar común, pero ¡bah! pura utopía... No, no tenemos remedio. La egolatría puede más que nosotros y mucho más que las enseñanzas que podamos adquirir en la mejor de las Universidades. Lo que mueve el mundo no son los conocimientos de las diferentes materias. Para bien o para mal lo que mueve el mundo es el egoísmo individual, que es también el colectivo. En cuanto al estudio de idiomas, que es lo que da título a esta entrada, de poco o de nada sirve estudiar uno u otro pensando que pueda servirte para algo más que adquirir conocimientos locales.
Desde hace ya unas cuantas décadas la juventud mundial está estudiando inglés por el solo hecho de que la cuna del idioma, dígase el Reino Unido y Estados Unidos, son los países más poderosos del planeta y por lo tanto los que mueven el mundo. No es una cuestión cultural, ni siquiera un interés viajero que te permita moverte por el mundo con mayor soltura. ¡Qué va!. Simple cuestión económica. Se trata de que el que a buena árbol se arrima, buena sombra le cobija. Sin embargo la experiencia nos demuestra que en el mundo de hoy el estudio de un idioma no es garantía de nada. Algunas décadas atrás el idioma preferido por toda familia pudiente era el francés y hasta incluso el griego y el latín, que actualmente son dos lenguas 'muertas'. Los tiempos y las modas cambian...
Tanto tienes, tanto vales. No se puede ir a ningún lado sin dominar el inglés... pero resulta que los ingleses no quieren saber nada de los países europeos y menos aún de los latinoamericanos o de los refugiados de los conflictos armados de Oriente Medio, de la misma manera que 'por arte de birlibirloque' los norteamericanos han situado en lo más alto del poder a un presidente arbitrario y prepotente que, para empezar, quiere matar de hambre al pueblo mexicano. Espero y confío naturalmente en que no lo conseguirá pero, de momento, las espadas están en alto como también lo están las de Europa contra el "brexit" del Reino Unido. Mandatarios indeseables que todo lo quieren para ellos. Y lo que resulta más chocante que, mientras estos dos países están jodiendo al mundo desde tiempos inmemoriales, todo el mundo está estudiando su idioma para... ¿para qué?. Sin duda será para que entendamos mejor su indeseable forma de pensar.
Es verdad que nos interesa su idioma, pero para saber de antemano si te van a joder por delante o por detrás y protegerte en lo posible, porque otra cosa... Tanto los ingleses como los norteamericanos dominan y quieren seguir dominando al mundo, con todos los demás a sus pies. Desde luego, si el huevo de Colón hubiera existido, ellos se lo habrían comido. Está claro que el mundo es para quien se lo trabaje, pero también hay que tener caridad con el menesteroso, no con el holgazán. En este mundo solo sobran los zánganos. Nadie tiene derecho a vivir del sudor de los demás pero, por desgracia, son justamente los zánganos quienes suelen situarse en el poder a fin de tener la sartén por el mango y comerse la mejor tajada sin haber hecho méritos para ello. Espero que los gobernantes europeos sepan responder a los británicos de la forma que merece. Lo haría yo, pero no se inglés ni quiero estudiarlo... (je, je)
En cuanto a los mexicanos, resto de países latinoamericanos y a todo el mundo en general, espero y deseo que encuentren la vía que ponga freno a la chulesca forma de proceder del mandatario norteamericano. Que haga lo que quiera en su casa, pero que deje en paz a los demás. En cuanto a ese muro que quiere construir... ¡que sea redondo, alto y que él se quede dentro!. Ese no va con bromas y si nadie le para los pies, puede arruinar las libertades que el mundo se ha dado en estas últimas décadas y por supuesto también las de los norteamericanos. Como todos sabemos, son más los que le odian que los que le quieren. Es inconcebible que un elemento de esas características haya podido ganar las elecciones. Nadie lo puede entender. Se ve que somos muy cortos de mollera...
RAFAEL FABREGAT
Desde hace ya unas cuantas décadas la juventud mundial está estudiando inglés por el solo hecho de que la cuna del idioma, dígase el Reino Unido y Estados Unidos, son los países más poderosos del planeta y por lo tanto los que mueven el mundo. No es una cuestión cultural, ni siquiera un interés viajero que te permita moverte por el mundo con mayor soltura. ¡Qué va!. Simple cuestión económica. Se trata de que el que a buena árbol se arrima, buena sombra le cobija. Sin embargo la experiencia nos demuestra que en el mundo de hoy el estudio de un idioma no es garantía de nada. Algunas décadas atrás el idioma preferido por toda familia pudiente era el francés y hasta incluso el griego y el latín, que actualmente son dos lenguas 'muertas'. Los tiempos y las modas cambian...
Tanto tienes, tanto vales. No se puede ir a ningún lado sin dominar el inglés... pero resulta que los ingleses no quieren saber nada de los países europeos y menos aún de los latinoamericanos o de los refugiados de los conflictos armados de Oriente Medio, de la misma manera que 'por arte de birlibirloque' los norteamericanos han situado en lo más alto del poder a un presidente arbitrario y prepotente que, para empezar, quiere matar de hambre al pueblo mexicano. Espero y confío naturalmente en que no lo conseguirá pero, de momento, las espadas están en alto como también lo están las de Europa contra el "brexit" del Reino Unido. Mandatarios indeseables que todo lo quieren para ellos. Y lo que resulta más chocante que, mientras estos dos países están jodiendo al mundo desde tiempos inmemoriales, todo el mundo está estudiando su idioma para... ¿para qué?. Sin duda será para que entendamos mejor su indeseable forma de pensar.
Es verdad que nos interesa su idioma, pero para saber de antemano si te van a joder por delante o por detrás y protegerte en lo posible, porque otra cosa... Tanto los ingleses como los norteamericanos dominan y quieren seguir dominando al mundo, con todos los demás a sus pies. Desde luego, si el huevo de Colón hubiera existido, ellos se lo habrían comido. Está claro que el mundo es para quien se lo trabaje, pero también hay que tener caridad con el menesteroso, no con el holgazán. En este mundo solo sobran los zánganos. Nadie tiene derecho a vivir del sudor de los demás pero, por desgracia, son justamente los zánganos quienes suelen situarse en el poder a fin de tener la sartén por el mango y comerse la mejor tajada sin haber hecho méritos para ello. Espero que los gobernantes europeos sepan responder a los británicos de la forma que merece. Lo haría yo, pero no se inglés ni quiero estudiarlo... (je, je)
En cuanto a los mexicanos, resto de países latinoamericanos y a todo el mundo en general, espero y deseo que encuentren la vía que ponga freno a la chulesca forma de proceder del mandatario norteamericano. Que haga lo que quiera en su casa, pero que deje en paz a los demás. En cuanto a ese muro que quiere construir... ¡que sea redondo, alto y que él se quede dentro!. Ese no va con bromas y si nadie le para los pies, puede arruinar las libertades que el mundo se ha dado en estas últimas décadas y por supuesto también las de los norteamericanos. Como todos sabemos, son más los que le odian que los que le quieren. Es inconcebible que un elemento de esas características haya podido ganar las elecciones. Nadie lo puede entender. Se ve que somos muy cortos de mollera...
RAFAEL FABREGAT
27 de enero de 2017
2331- ¿QUIEN LO HABÍA DE DECIR?.
Sí amigos, se trata del higo. Naturalmente me refiero al fruto de la higuera, pues muchos lectores de este Blog son latinoamericanos y por esas latitudes con este nombre se refieren a otra cosa bien distinta, que todavía tiene más adeptos que el higo común. En fin salgamos de este berengenal antes de que nos metamos en terrenos pantanosos...
Los higos son sin duda uno de los frutos más exquisitos y más llenos de vitaminas y proteínas que nos regala la naturaleza, alimento que formaba parte de la dieta habitual de las culturas milenarias y que en la segunda mitad del siglo XX cayó en desuso hasta el punto de que se abandonó prácticamente su cultivo. Solo algún árbol aislado quedaba para consumo familiar, pero ya sin ningún protagonismo. Pues bien amigos, las cosas cambian y lo que antes era comida de pobres ahora es postre de ricos. Concretamente en España, hay toda una comarca cuyos pueblos viven del cultivo de este antiquísimo fruto, que en la actualidad se exporta en seco para repostería y restauración de chefs de alto standing. A 50 Km. de la ciudad de Cáceres (España) hay una serie de pueblos, el principal es Almoharín, que se dedican al cultivo de este árbol milenario.
Europa, Canadá, Estados Unidos, América Latina y África son los principales destinatarios aunque, como hemos dicho antes, ya no sirva para aplacar el hambre sino para degustar antiguos sabores, durante un tiempo abandonados por la modernidad. En este momento son más de 20 países los que compran el hijo extremeño y español para más señas, pero también México está empezando a ponerse las pilas puesto que, por su excepcional situación climática, es uno de los pocos países del mundo donde la higuera produce frutos durante todo el año. En España la cosecha se recoge durante el mes de Agosto y en ella se recogen alrededor de los 10 millones de kilos que posteriormente se seleccionan, secan y envasan, dando trabajo a la mayor parte de las familias de estos pueblos. De hecho, gracias al cultivo del higo, el pueblo de Almoharín ya es conocido a nivel mundial.
La producción de este fruto se ha modernizado de tal manera que ya no se trata solamente de exportar el higo seco, que también, sino que buena parte de la producción se vende en forma de bombones, que están llegando a Rusia, Japón y a la propia China. El éxito del higo es tan rotundo e internacional que su cultivo está extendiéndose en proporciones jamás imaginadas. ¿Quien lo había de decir?. La variedad del higo extremeño se llama "calabacita", un fruto de pequeño tamaño, piel fina y sabor exquisito. Durante la recolección, aparte de las personas que están en el campo laborando o recogiendo el fruto, trabajan en la planta de elaboración final más de 60 personas. Clasificación por tamaños, limpieza y esterilización, envasado natural o enharinado, trituración y refinado en su caso... En fin, cualquier tipo de presentación es aplicable para este tipo de fruta.
A pesar de aumentar cada año el área de plantación, la demanda supera con mucho la oferta ya que la cosecha va muy unida a la climatología.
Las altas temperaturas que últimamente tenemos en España favorecen su sabor, pero merman la producción. En verano el higo quiere calor pero no los vientos abrasadores que últimamente nos llegan desde el desierto africano del Sáhara.
El líder mundial del sector es Turquía, con 8 millones de higueras y una producción 225.000 toneladas de higos secos pero, como se ha dicho antes, México tiene condiciones climatológicas excepcionales y también está empezando a expandir el cultivo de este fruto mundialmente apreciado.
En los últimos años la demanda de higo seco y derivados del mismo, ha crecido en un 40% a nivel mundial, lo que sin duda animará a los agricultores interesados en su plantación. La ventaja principal es que se trata de un árbol cuyo cultivo no presenta prácticamente ninguna complicación fitosanitaria.
RAFAEL FABREGAT
Los higos son sin duda uno de los frutos más exquisitos y más llenos de vitaminas y proteínas que nos regala la naturaleza, alimento que formaba parte de la dieta habitual de las culturas milenarias y que en la segunda mitad del siglo XX cayó en desuso hasta el punto de que se abandonó prácticamente su cultivo. Solo algún árbol aislado quedaba para consumo familiar, pero ya sin ningún protagonismo. Pues bien amigos, las cosas cambian y lo que antes era comida de pobres ahora es postre de ricos. Concretamente en España, hay toda una comarca cuyos pueblos viven del cultivo de este antiquísimo fruto, que en la actualidad se exporta en seco para repostería y restauración de chefs de alto standing. A 50 Km. de la ciudad de Cáceres (España) hay una serie de pueblos, el principal es Almoharín, que se dedican al cultivo de este árbol milenario.
Europa, Canadá, Estados Unidos, América Latina y África son los principales destinatarios aunque, como hemos dicho antes, ya no sirva para aplacar el hambre sino para degustar antiguos sabores, durante un tiempo abandonados por la modernidad. En este momento son más de 20 países los que compran el hijo extremeño y español para más señas, pero también México está empezando a ponerse las pilas puesto que, por su excepcional situación climática, es uno de los pocos países del mundo donde la higuera produce frutos durante todo el año. En España la cosecha se recoge durante el mes de Agosto y en ella se recogen alrededor de los 10 millones de kilos que posteriormente se seleccionan, secan y envasan, dando trabajo a la mayor parte de las familias de estos pueblos. De hecho, gracias al cultivo del higo, el pueblo de Almoharín ya es conocido a nivel mundial.
La producción de este fruto se ha modernizado de tal manera que ya no se trata solamente de exportar el higo seco, que también, sino que buena parte de la producción se vende en forma de bombones, que están llegando a Rusia, Japón y a la propia China. El éxito del higo es tan rotundo e internacional que su cultivo está extendiéndose en proporciones jamás imaginadas. ¿Quien lo había de decir?. La variedad del higo extremeño se llama "calabacita", un fruto de pequeño tamaño, piel fina y sabor exquisito. Durante la recolección, aparte de las personas que están en el campo laborando o recogiendo el fruto, trabajan en la planta de elaboración final más de 60 personas. Clasificación por tamaños, limpieza y esterilización, envasado natural o enharinado, trituración y refinado en su caso... En fin, cualquier tipo de presentación es aplicable para este tipo de fruta.
A pesar de aumentar cada año el área de plantación, la demanda supera con mucho la oferta ya que la cosecha va muy unida a la climatología.
Las altas temperaturas que últimamente tenemos en España favorecen su sabor, pero merman la producción. En verano el higo quiere calor pero no los vientos abrasadores que últimamente nos llegan desde el desierto africano del Sáhara.
El líder mundial del sector es Turquía, con 8 millones de higueras y una producción 225.000 toneladas de higos secos pero, como se ha dicho antes, México tiene condiciones climatológicas excepcionales y también está empezando a expandir el cultivo de este fruto mundialmente apreciado.
En los últimos años la demanda de higo seco y derivados del mismo, ha crecido en un 40% a nivel mundial, lo que sin duda animará a los agricultores interesados en su plantación. La ventaja principal es que se trata de un árbol cuyo cultivo no presenta prácticamente ninguna complicación fitosanitaria.
RAFAEL FABREGAT
25 de enero de 2017
2330- UN CHISTE LARGO, LARGO....
SEÑORA TRAVIESA.
Un hombre maduro, con 53 años a sus espaldas, pretende mantener un aspecto juvenil y, a pesar de los altos honorarios que cobran, se opera en una clínica de fama internacional. Nada menos que una semana es lo que está ingresado, con los médicos cortando por aquí y añadiendo por allá. Por fin sale de allí totalmente rejuvenecido, se marcha a tomarse una cerveza y para comprobar que todo ha salido perfectamente le pregunta al barman:
- Perdone usted camarero, ¿cuantos años diría que tengo?.
- Hombre... pues no sé... ¿Unos 37? -le responde por fin.
- Pues no amigo, tengo 53, pero gracias por su opinión.
El hombre no puede estar más contento y para celebrarlo se marcha a comer a un buen restaurante. Tras degustar un menú más que completo, pide la cuenta y al acercársela el dueño no puede evitar la tentación de preguntar por su aspecto.
- Perdone que le haga esta pregunta, pero me interesa su opinión... ¿Cuantos años diría que tengo?.
El dueño del restaurante se le queda mirando unos segundos y responde:
- Pues hombre, por su cara yo diría que 35 años.
- Vaya, pues se ha equivocado de mucho, ya que tengo 53 años.
El hombre paga la cuenta y muy satisfecho toma el autobús en dirección a su casa sentándose al lado de una señora mayor pero muy bien arreglada. Una vez más quiere hacer la prueba y en medio de una conversación trivial sobre el buen tiempo que hace le suelta de sopetón:
- Perdone esta pregunta que no viene a cuento pero, ¿cuantos años me echa?.
La señora, que era algo descarada, lo mira pensativa y le dice:
- Tengo que decirle que desde muy joven tengo un método infalible para adivinar exactamente la edad de cualquier persona, pero no sé yo si... Es que, sabe, resulta que para ello tengo que meterles la mano en los calzoncillos.
El hombre duda y viendo que el autobús va casi vacío responde:
- Bien pues, probémoslo.
La vieja le mete mano y empieza a manosear por aquí, por allá... Al cabo de un cuarto de hora, ya con el hombre sudando a mares por la excitación del masaje, la señora saca la mano cansada ya de sobar y le dice:
- Está usted en plena forma, pero ya tiene 53 años.
El hombre la mira sorprendido, por la exactitud de la información.
- Es increíble pero ha dado en el clavo. ¿Cómo lo hace?.
- Bah, no tiene importancia -responde la vieja- Je, je, es que en el restaurante yo comía en la mesa al lado de la suya...
RAFAEL FABREGAT
Un hombre maduro, con 53 años a sus espaldas, pretende mantener un aspecto juvenil y, a pesar de los altos honorarios que cobran, se opera en una clínica de fama internacional. Nada menos que una semana es lo que está ingresado, con los médicos cortando por aquí y añadiendo por allá. Por fin sale de allí totalmente rejuvenecido, se marcha a tomarse una cerveza y para comprobar que todo ha salido perfectamente le pregunta al barman:
- Perdone usted camarero, ¿cuantos años diría que tengo?.
- Hombre... pues no sé... ¿Unos 37? -le responde por fin.
- Pues no amigo, tengo 53, pero gracias por su opinión.
El hombre no puede estar más contento y para celebrarlo se marcha a comer a un buen restaurante. Tras degustar un menú más que completo, pide la cuenta y al acercársela el dueño no puede evitar la tentación de preguntar por su aspecto.
- Perdone que le haga esta pregunta, pero me interesa su opinión... ¿Cuantos años diría que tengo?.
El dueño del restaurante se le queda mirando unos segundos y responde:
- Pues hombre, por su cara yo diría que 35 años.
- Vaya, pues se ha equivocado de mucho, ya que tengo 53 años.
El hombre paga la cuenta y muy satisfecho toma el autobús en dirección a su casa sentándose al lado de una señora mayor pero muy bien arreglada. Una vez más quiere hacer la prueba y en medio de una conversación trivial sobre el buen tiempo que hace le suelta de sopetón:
- Perdone esta pregunta que no viene a cuento pero, ¿cuantos años me echa?.
La señora, que era algo descarada, lo mira pensativa y le dice:
- Tengo que decirle que desde muy joven tengo un método infalible para adivinar exactamente la edad de cualquier persona, pero no sé yo si... Es que, sabe, resulta que para ello tengo que meterles la mano en los calzoncillos.
El hombre duda y viendo que el autobús va casi vacío responde:
- Bien pues, probémoslo.
La vieja le mete mano y empieza a manosear por aquí, por allá... Al cabo de un cuarto de hora, ya con el hombre sudando a mares por la excitación del masaje, la señora saca la mano cansada ya de sobar y le dice:
- Está usted en plena forma, pero ya tiene 53 años.
El hombre la mira sorprendido, por la exactitud de la información.
- Es increíble pero ha dado en el clavo. ¿Cómo lo hace?.
- Bah, no tiene importancia -responde la vieja- Je, je, es que en el restaurante yo comía en la mesa al lado de la suya...
RAFAEL FABREGAT
24 de enero de 2017
2329- CÁNCER O PECADO.
¡Vaya castaña...! Todo lo que me gusta es pecado o provoca cáncer. Primero era hacer el amor, después el vino, más tarde el aceite de oliva, después el café... Ahora es el entrecot de ternera a la brasa... Menos mal que todo son modas y mentiras que después pasan y salen opiniones contradictorias que anulan todo lo dicho con anterioridad.
Ahora están en el punto de mira las carnes rojas a la barbacoa, las patatas a la brasa y las tostadas. Según advierte una agencia británica de seguridad alimenticia, todo lo que se hace a la brasa apenas si puede comerse un poquito dorado, pues de lo contrario provoca cáncer. Según dice esta agencia, cuando los alimentos alcanzan altas temperaturas se produce una sustancia llamada acrilamida que puede producir cáncer y daños neuronales, aunque en humanos todavía no ha sido demostrado de forma fehaciente. ¿En qué quedamos, está demostrado que esta forma de cocinado es tan peligrosa?. De hecho incluso se atreven a decir que cada año se producen 34.000 muertes por esta causa y más aún si se trata de productos procesados...
El riesgo de un posible cáncer colorrectal aumenta especialmente cuando se sobrepasa la cantidad de 50 gramos diarios. En Europa este riesgo es menor puesto que las comidas a la barbacoa o a base de embutidos es ocasional pero británicos y norteamericanos si que pueden estar preocupados puesto que en su dieta hay un consumo elevado de este tipo de productos. En fin, es lo que hay. El extraordinario sabor de carnes y embutidos a la brasa tiene un precio sanitario que hay que pagar. Está visto que no hay que abusar de nada, pues todo es bueno si se hace con moderación, pero no hay que pasarse. La carne asada es sin duda el primer alimento cocinado que comió el hombre, por lo que forzosamente tiene que ser bueno siempre que se consuma con moderación.
Otros investigadores, esta vez portugueses, han encontrado la solución a los problemas ocasionados por la barbacoa, aunque falta saber si la solución nos grada... Se trata de marinar previamente a la carne con cerveza. Según ellos, además de mejorar el sabor de la carne, detiene la formación de estas sustancias tóxicas. Habrá que probarlo... De todas formas repito la conveniencia de no abusar pues este tipo de alimentos, más buenos cuanto más grasientos, no convienen demasiado puesto que la grasa siempre produce la tormenta perfecta en el intestino, con el consiguiente peligro de formar un cáncer de colon u otros de tipo digestivo. El café también provocaba sospechas, pero hoy está claro que no hay problemas tumorales, siempre y cuando no se tome demasiado caliente. ¡Ah, por cierto!. Los pescados ahumados tampoco. Vaya hombre, ¡con lo que me gusta el salmón!. Bueno total, por cuatro veces al año...
RAFAEL FABREGAT
Ahora están en el punto de mira las carnes rojas a la barbacoa, las patatas a la brasa y las tostadas. Según advierte una agencia británica de seguridad alimenticia, todo lo que se hace a la brasa apenas si puede comerse un poquito dorado, pues de lo contrario provoca cáncer. Según dice esta agencia, cuando los alimentos alcanzan altas temperaturas se produce una sustancia llamada acrilamida que puede producir cáncer y daños neuronales, aunque en humanos todavía no ha sido demostrado de forma fehaciente. ¿En qué quedamos, está demostrado que esta forma de cocinado es tan peligrosa?. De hecho incluso se atreven a decir que cada año se producen 34.000 muertes por esta causa y más aún si se trata de productos procesados...
El riesgo de un posible cáncer colorrectal aumenta especialmente cuando se sobrepasa la cantidad de 50 gramos diarios. En Europa este riesgo es menor puesto que las comidas a la barbacoa o a base de embutidos es ocasional pero británicos y norteamericanos si que pueden estar preocupados puesto que en su dieta hay un consumo elevado de este tipo de productos. En fin, es lo que hay. El extraordinario sabor de carnes y embutidos a la brasa tiene un precio sanitario que hay que pagar. Está visto que no hay que abusar de nada, pues todo es bueno si se hace con moderación, pero no hay que pasarse. La carne asada es sin duda el primer alimento cocinado que comió el hombre, por lo que forzosamente tiene que ser bueno siempre que se consuma con moderación.
Otros investigadores, esta vez portugueses, han encontrado la solución a los problemas ocasionados por la barbacoa, aunque falta saber si la solución nos grada... Se trata de marinar previamente a la carne con cerveza. Según ellos, además de mejorar el sabor de la carne, detiene la formación de estas sustancias tóxicas. Habrá que probarlo... De todas formas repito la conveniencia de no abusar pues este tipo de alimentos, más buenos cuanto más grasientos, no convienen demasiado puesto que la grasa siempre produce la tormenta perfecta en el intestino, con el consiguiente peligro de formar un cáncer de colon u otros de tipo digestivo. El café también provocaba sospechas, pero hoy está claro que no hay problemas tumorales, siempre y cuando no se tome demasiado caliente. ¡Ah, por cierto!. Los pescados ahumados tampoco. Vaya hombre, ¡con lo que me gusta el salmón!. Bueno total, por cuatro veces al año...
RAFAEL FABREGAT
2328- MISIÓN DE SAN SABÁ.
San Sabá es condado y pueblo de 3.200 habitantes situado en Texas (EEUU). Recibe su nombre del río que pasa junto a la localidad, a orillas del cual sería fundada en 1757 la misión de Santa Cruz de San Sabá cuyas ruinas, totalmente desaparecidas, van unidas a la historia de este pueblo.
Era el 16 de Marzo de 1.658. Como cada mañana Miguel de Molina, franciscano de la Misión de la Santa Cruz de San Sabá, se asoma al ventanuco de su celda para atisbar como se presenta el tiempo para el nuevo día. Sin embargo un escalofrío recorre su cuerpo al ver en el horizonte algo que le hace temer lo peor. Cruza corriendo el frío pasillo de la Misión y llama a la puerta del padre Alonso Giraldo de Terreros apremiándole para que se asome al portillo desde el cual ambos comprueban las lejanas figuras que se recortan a lo lejos del clarear del alba. También Fray Giraldo se estremece con esta visión que solo presagia muerte y destrucción.
- Comanches -dice, al tiempo que corre hacia donde duermen los nativos apaches que acoge la Misión.
Despertando a uno de ellos le apremia para que dé aviso al Presidio de San Luís de las Amarillas, tres millas río arriba, para que acudan en su ayuda.
Fray Giraldo ordena a los padres para que guarden a buen recaudo los objetos sagrados mientras él se dirige a la capilla donde oraciones y un sentimiento de culpa se mezclan en su cabeza, a partes iguales. El motivo es que es culpa suya que la Misión y el Presidio se distanciaran en tal medida. Contraviniendo las órdenes militares de que Misión y Presidio se construyeran en vecindad, para disuadir al enemigo de cualquier incursión, el padre Giraldo de Terreros juzgó perniciosa la proximidad de los soldados del Presidio a la Misión cuyo propósito era la de instruir a los indios en la fe y la cultura occidental.
Algún caso aislado de abusos a las mujeres indias, había hecho pensar a los franciscanos la conveniencia de alejar a los soldados españoles de las indígenas y Fray Giraldo era uno de aquellos que tenían esa firme opinión.
El coronel Diego Ortiz Parrilla, comandante en jefe del Presidio de San Luís no comparte su punto de vista, pues sabe que la región está infestada de agresivos comanches y el odio que éstos profesan a los apaches recogidos en la Misión. Una Misión solitaria era un reclamo para los depredadores de las praderas de Texas, pero en esos tiempos los religiosos tenían más peso que los militares y la Misión se construyó separada, a tres millas de distancia (unos 5 Km.) del recinto carcelario protegido por los soldados españoles.
Ortiz Parrilla recibe el aviso del indio y temiéndose lo peor reúne a sus fuerzas para salir de forma inmediata hacia la Misión. Más de 200 soldados galopan por las tierras texanas y mucho antes de llegar a su destino ya escuchan el griterío del ataque. De pronto el silencio. Cuando llegan a la Misión solo la muerte y el humo los reciben. Entremedio de los escombros, asoma Fray Miguel de Molina, el único que ha sobrevivido al ataque comanche.
- Todo fue muy rápido -cuenta- Dos mil comanches nos cayeron encima como una jauría enloquecida, matando e incendiándolo todo. Asesinaron a todos los indios y decapitaron a los demás padres que atendían la Misión, entre ellos al padre Giraldo. También mataron todo nuestro ganado y robaron los caballos. Solo yo pude escapar, escondido entre los escombros. ¡Ay Señor!. Si el presidio hubiera estado cerca, no se hubieran atrevido...
Ya era tarde para lamentaciones.
España aplicó cumplido castigo y ya no volvió a caer en el error.
En el pueblo de Menard (Texas) subsiste el Presidio de San Luís de las Amarillas, actualmente de San Sabá. que ha sido objeto de reconstrucción.
De la Misión de la Santa Cruz de San Sabá no quedó piedra sobre piedra y hoy tan solo podemos encontrar la losa que figura en la segunda foto de esta entrada y que marca el punto exacto donde se desarrollaron los acontecimientos. Su texto, reconocimiento de aquellos mártires, queda reflejado en la fotografía adjunta.
RAFAEL FABREGAT
Era el 16 de Marzo de 1.658. Como cada mañana Miguel de Molina, franciscano de la Misión de la Santa Cruz de San Sabá, se asoma al ventanuco de su celda para atisbar como se presenta el tiempo para el nuevo día. Sin embargo un escalofrío recorre su cuerpo al ver en el horizonte algo que le hace temer lo peor. Cruza corriendo el frío pasillo de la Misión y llama a la puerta del padre Alonso Giraldo de Terreros apremiándole para que se asome al portillo desde el cual ambos comprueban las lejanas figuras que se recortan a lo lejos del clarear del alba. También Fray Giraldo se estremece con esta visión que solo presagia muerte y destrucción.
- Comanches -dice, al tiempo que corre hacia donde duermen los nativos apaches que acoge la Misión.
Despertando a uno de ellos le apremia para que dé aviso al Presidio de San Luís de las Amarillas, tres millas río arriba, para que acudan en su ayuda.
Algún caso aislado de abusos a las mujeres indias, había hecho pensar a los franciscanos la conveniencia de alejar a los soldados españoles de las indígenas y Fray Giraldo era uno de aquellos que tenían esa firme opinión.
El coronel Diego Ortiz Parrilla, comandante en jefe del Presidio de San Luís no comparte su punto de vista, pues sabe que la región está infestada de agresivos comanches y el odio que éstos profesan a los apaches recogidos en la Misión. Una Misión solitaria era un reclamo para los depredadores de las praderas de Texas, pero en esos tiempos los religiosos tenían más peso que los militares y la Misión se construyó separada, a tres millas de distancia (unos 5 Km.) del recinto carcelario protegido por los soldados españoles.
Presidio de San Luís, hoy de San Sabás, ya reconstruido. |
- Todo fue muy rápido -cuenta- Dos mil comanches nos cayeron encima como una jauría enloquecida, matando e incendiándolo todo. Asesinaron a todos los indios y decapitaron a los demás padres que atendían la Misión, entre ellos al padre Giraldo. También mataron todo nuestro ganado y robaron los caballos. Solo yo pude escapar, escondido entre los escombros. ¡Ay Señor!. Si el presidio hubiera estado cerca, no se hubieran atrevido...
Ya era tarde para lamentaciones.
España aplicó cumplido castigo y ya no volvió a caer en el error.
En el pueblo de Menard (Texas) subsiste el Presidio de San Luís de las Amarillas, actualmente de San Sabá. que ha sido objeto de reconstrucción.
De la Misión de la Santa Cruz de San Sabá no quedó piedra sobre piedra y hoy tan solo podemos encontrar la losa que figura en la segunda foto de esta entrada y que marca el punto exacto donde se desarrollaron los acontecimientos. Su texto, reconocimiento de aquellos mártires, queda reflejado en la fotografía adjunta.
RAFAEL FABREGAT
23 de enero de 2017
2327- REFLEXIONES DE UN ENTERRADOR.
No pasa nada, pero los primeros días son duros. Es tiempo de crisis, de poco trabajo y muy mal pagado. Un día ves un anuncio en el que hay dos plazas de enterrador y te lanzas en la confianza de que para oficio tan desagradable habrá pocos opositantes, pero te equivocas. Cuando llenas tu petición en el Ayuntamiento, alguien te dice con una sonrisa que tu número es el 187 y tu, que pensabas que eras el más desgraciado y único aspirante a tan desagradable trabajo, respiras aliviado al ver que como tú hay muchos más y quizás peor parados. No sabes si alegrarte o ponerte a llorar, cuando te avisan de que te han concedido la plaza solicitada...
Aunque ninguno de los clientes se queja, trabajar con los muertos no es nada agradable, más por los vivos que por los difuntos. Como en tantas cosas, es cuestión de acostumbrarse. Como trabajo está bien, pues últimamente se cavan pocas tumbas y con ello se elude el duro trabajo de cavar y el hecho de encontrarte con las calaveras de aquellos que murieron años atrás, recogiendo y sacando aquellos huesos que un día estuvieron repletos de ilusiones y vida. Es mejor no pensar, pues al final todos acabaremos ocupando su lugar. Verlo te ayuda a darte cuenta de lo efímero de una vida que debemos aprovechar al máximo, en la medida de nuestras posibilidades.
Es por ello que, para ejercer este oficio, hayas de tener la cabeza en su sitio. No es fácil llegar a casa con una sonrisa, después de ver como una madre deja allí a uno de sus hijos... Después, con los años, uno acaba inmunizándose pues en una gran ciudad ese o parecidos ejemplos se dan todas las semanas, sino cada día del año. Como he dicho antes, los primeros días son los más duros pues cada cual tiene una idea de la muerte y allí te enfrentas a la auténtica realidad. A muchos les afecta en su carácter y algunos incluso pierden su religiosidad cuando recuerdan palabras referentes a la resurrección de los muertos. Una tumba no es para siempre y menos aún un nicho. Lo que se compra son derechos temporales. ¡Pobres muertos...!
Menuda bacanal si un día se levantaran todos a la vez, especialmente los que son desenterrados y no tienen otro destino que acabar quemados en un rincón del cementerio... Afortunadamente a todo se hace uno y, al igual que (dicen) ocurre en Las Vegas, cuando marchas a tu casa, lo que pasa en el cementerio se queda en el cementerio. Menos mal. De todas formas, siendo fea, la palabra enterrador es suave porque no se ajusta a la realidad. Los que ejercen este oficio, más que enterradores, son desenterradores. Lo cual es mucho más grave y desagradable... Llega un momento en el que los cementerios se llenan y para que entren unos, otros han de salir. Mientras hay hijos y nietos se renueva el derecho para estar allí, pero llega un momento que nadie se acuerda de ti, ni quiere pagar para que te dejen tranquilo.
Cuando llega ese momento, llega también el momento más duro de este oficio. Es el momento de desenterrar, algo en lo que pocos piensan pero que es lo más desagradable, para quien ejerce esta profesión y para quien tiene la (mala) costumbre de pensar que algún día se verá en esa situación. Ya sabemos que cuando te mueres nada puede importarte pero yo, que todavía estoy vivo, me pregunto por qué no dejamos tranquilos a los muertos. No es solamente hoy, por estar escribiendo sobre ello, sino que lo pienso cada vez que veo trabajos de arqueología. ¿Por qué hay de sacar a las momias y exponerlas en un museo?. ¿Acaso cuando vivían pidieron tales traslados?. En mi opinión no hay derecho a que hagan cosas así. Si se acaba el cementerio, que lo amplíen o que construyan otro pero, ¡que dejen tranquilos a los difuntos!.
RAFAEL FABREGAT
Aunque ninguno de los clientes se queja, trabajar con los muertos no es nada agradable, más por los vivos que por los difuntos. Como en tantas cosas, es cuestión de acostumbrarse. Como trabajo está bien, pues últimamente se cavan pocas tumbas y con ello se elude el duro trabajo de cavar y el hecho de encontrarte con las calaveras de aquellos que murieron años atrás, recogiendo y sacando aquellos huesos que un día estuvieron repletos de ilusiones y vida. Es mejor no pensar, pues al final todos acabaremos ocupando su lugar. Verlo te ayuda a darte cuenta de lo efímero de una vida que debemos aprovechar al máximo, en la medida de nuestras posibilidades.
Es por ello que, para ejercer este oficio, hayas de tener la cabeza en su sitio. No es fácil llegar a casa con una sonrisa, después de ver como una madre deja allí a uno de sus hijos... Después, con los años, uno acaba inmunizándose pues en una gran ciudad ese o parecidos ejemplos se dan todas las semanas, sino cada día del año. Como he dicho antes, los primeros días son los más duros pues cada cual tiene una idea de la muerte y allí te enfrentas a la auténtica realidad. A muchos les afecta en su carácter y algunos incluso pierden su religiosidad cuando recuerdan palabras referentes a la resurrección de los muertos. Una tumba no es para siempre y menos aún un nicho. Lo que se compra son derechos temporales. ¡Pobres muertos...!
Menuda bacanal si un día se levantaran todos a la vez, especialmente los que son desenterrados y no tienen otro destino que acabar quemados en un rincón del cementerio... Afortunadamente a todo se hace uno y, al igual que (dicen) ocurre en Las Vegas, cuando marchas a tu casa, lo que pasa en el cementerio se queda en el cementerio. Menos mal. De todas formas, siendo fea, la palabra enterrador es suave porque no se ajusta a la realidad. Los que ejercen este oficio, más que enterradores, son desenterradores. Lo cual es mucho más grave y desagradable... Llega un momento en el que los cementerios se llenan y para que entren unos, otros han de salir. Mientras hay hijos y nietos se renueva el derecho para estar allí, pero llega un momento que nadie se acuerda de ti, ni quiere pagar para que te dejen tranquilo.
Cuando llega ese momento, llega también el momento más duro de este oficio. Es el momento de desenterrar, algo en lo que pocos piensan pero que es lo más desagradable, para quien ejerce esta profesión y para quien tiene la (mala) costumbre de pensar que algún día se verá en esa situación. Ya sabemos que cuando te mueres nada puede importarte pero yo, que todavía estoy vivo, me pregunto por qué no dejamos tranquilos a los muertos. No es solamente hoy, por estar escribiendo sobre ello, sino que lo pienso cada vez que veo trabajos de arqueología. ¿Por qué hay de sacar a las momias y exponerlas en un museo?. ¿Acaso cuando vivían pidieron tales traslados?. En mi opinión no hay derecho a que hagan cosas así. Si se acaba el cementerio, que lo amplíen o que construyan otro pero, ¡que dejen tranquilos a los difuntos!.
RAFAEL FABREGAT
21 de enero de 2017
2326- LA MUERTE DE LUIS XVI.
Mucho se ha escrito sobre la ejecución del rey de Francia, pero hace poco más de una década se descubrió una carta del que fuera su verdugo Charles Henri Sanson que relata la verdad de lo que aconteció sobre la sangrienta tarima del cadalso.
Tras su huida del Palacio de las Tullerías, asaltado por los radicales, el monarca se acogió a la protección de la Asamblea Legislativa pensando que podía ser su salvación, pero su intento fue vano. Los miembros de la Asamblea, cada vez más radicalizados, le suspendieron de sus funciones y fue remitido a un tribunal extraordinarios para que juzgara sus crímenes. No cesó sin embargo su empeño en escapar de la muerte y para ello pidió ayuda a las potencias extranjeras e incluso protagonizó varios intentos de fuga que no hicieron otra cosa que hacerle más impopular de lo que ya era en aquellos difíciles momentos. La suerte de Luis XVI estaba echada.
El rey, la reina y sus hijos fueron encerrados en la Torre del Temple, aunque con ciertas concesiones propias de su rango. El 17 de Agosto de 1792 el general Lafayette hizo un último intento por liberar a la familia real pero no encontrando a nadie que compartiera sus propósito optó por huir hacia las líneas austriacas que estaban invadiendo Francia. Sin embargo aquel empuje extranjero, lejos de favorecer los intereses de la corona, radicalizó más si cabe al pueblo que reclamó con más dureza fuerza la cabeza de sus reyes. Ya suspendida la monarquía, el 11 de Diciembre el 'ciudadano' Luis asistió en la Convención a la lectura de los 42 cargos que se le imputaban y que podemos resumir como conspiración contra las libertades públicas y atentar contra la seguridad general del Estado.
De los 736 diputados presentes 387 votaron a favor de su ejecución inmediata. Mayoría absoluta.
El 21 de Enero de 1793 el 'ciudadano' Luis fue trasladado, sobre un carro verde tirado por un solo caballo, de la prisión del Temple a la plaza de la Concordia, en aquellos momentos llamada 'de la Revolución'. Ante las dudas sobre lo que pudiera acontecer en favor del rey de Francia, 80.000 efectivos de la Guardia Nacional fueron desplegados por toda la ciudad de París y 3.600 legionarios ocuparon posiciones estratégicas en previsión de cualquier acontecimiento contrario a los intereses revolucionarios. Inicialmente el monarca se negó a ser maniatado pero finalmente cooperó, mostrándose tranquilo durante todo el último acto de su vida.
El rey preguntó si los tambores redoblarían durante su ejecución, como era lo habitual. Tras esa pregunta macabra el monarca intentó dirigirse al pueblo pero no se lo permitieron. Ya no era momento de discursos. Tan solo acertó a decir a quienes se encontraban sobre el patíbulo: "Señores, soy inocente de todo lo que se me acusa. Solo deseo que mi sangre sirva para cimentar la felicidad de los franceses". En un instante el rey fue ajustado bajo la plancha y solo acertó a escuchar la voz del sacerdote que le dijo: "Hijo de San Luis, mirad al cielo". A las 10 horas y 20 minutos la guillotina cayó sobre el cuello del 'ciudadano Luis Capet' cuya muerte, anunciada con salvas de cañón, marcó la transición de la Monarquía a la República de Francia. El 16 de Octubre su esposa, la reina María Antonieta, correría la misma suerte.
RAFAEL FABREGAT
Tras su huida del Palacio de las Tullerías, asaltado por los radicales, el monarca se acogió a la protección de la Asamblea Legislativa pensando que podía ser su salvación, pero su intento fue vano. Los miembros de la Asamblea, cada vez más radicalizados, le suspendieron de sus funciones y fue remitido a un tribunal extraordinarios para que juzgara sus crímenes. No cesó sin embargo su empeño en escapar de la muerte y para ello pidió ayuda a las potencias extranjeras e incluso protagonizó varios intentos de fuga que no hicieron otra cosa que hacerle más impopular de lo que ya era en aquellos difíciles momentos. La suerte de Luis XVI estaba echada.
El rey, la reina y sus hijos fueron encerrados en la Torre del Temple, aunque con ciertas concesiones propias de su rango. El 17 de Agosto de 1792 el general Lafayette hizo un último intento por liberar a la familia real pero no encontrando a nadie que compartiera sus propósito optó por huir hacia las líneas austriacas que estaban invadiendo Francia. Sin embargo aquel empuje extranjero, lejos de favorecer los intereses de la corona, radicalizó más si cabe al pueblo que reclamó con más dureza fuerza la cabeza de sus reyes. Ya suspendida la monarquía, el 11 de Diciembre el 'ciudadano' Luis asistió en la Convención a la lectura de los 42 cargos que se le imputaban y que podemos resumir como conspiración contra las libertades públicas y atentar contra la seguridad general del Estado.
De los 736 diputados presentes 387 votaron a favor de su ejecución inmediata. Mayoría absoluta.
El 21 de Enero de 1793 el 'ciudadano' Luis fue trasladado, sobre un carro verde tirado por un solo caballo, de la prisión del Temple a la plaza de la Concordia, en aquellos momentos llamada 'de la Revolución'. Ante las dudas sobre lo que pudiera acontecer en favor del rey de Francia, 80.000 efectivos de la Guardia Nacional fueron desplegados por toda la ciudad de París y 3.600 legionarios ocuparon posiciones estratégicas en previsión de cualquier acontecimiento contrario a los intereses revolucionarios. Inicialmente el monarca se negó a ser maniatado pero finalmente cooperó, mostrándose tranquilo durante todo el último acto de su vida.
El rey preguntó si los tambores redoblarían durante su ejecución, como era lo habitual. Tras esa pregunta macabra el monarca intentó dirigirse al pueblo pero no se lo permitieron. Ya no era momento de discursos. Tan solo acertó a decir a quienes se encontraban sobre el patíbulo: "Señores, soy inocente de todo lo que se me acusa. Solo deseo que mi sangre sirva para cimentar la felicidad de los franceses". En un instante el rey fue ajustado bajo la plancha y solo acertó a escuchar la voz del sacerdote que le dijo: "Hijo de San Luis, mirad al cielo". A las 10 horas y 20 minutos la guillotina cayó sobre el cuello del 'ciudadano Luis Capet' cuya muerte, anunciada con salvas de cañón, marcó la transición de la Monarquía a la República de Francia. El 16 de Octubre su esposa, la reina María Antonieta, correría la misma suerte.
RAFAEL FABREGAT