2017- LLAMAR LA ATENCIÓN.

Cuando uno no sirve para nada que valga la pena algo tiene que hacer para llamar la atención, subsistir y a ser posible medrar. La mediocridad no es mala en sí misma, sino solamente porque pasas desapercibido. No eres nadie. Ese es su único mal, que no es poco. Para algunos elementos, pasar desapercibido es casi no existir, lo cual hace que se resistan a que eso ocurra con su vida. ¡La mediocridad...! Maldita palabra que de un plumazo elimina tu paso por el mundo. 

Cuidado que, confabulada con el Diablo, igual alza el vuelo...

Actualmente somos muchos los que escribimos, tantos que incluso alguno (como yo) ni siquiera tenemos titulación alguna. Visto lo visto, ni falta que hace. Miles, quizás millones, de universitarios con varias carreras terminadas ni siquieran saben escribir sin faltas de ortografía. ¿De qué sirve entonces estudiar?.
Nuestra España en general y la Comunidad Autónoma de Cataluña en particular, esta viviendo momentos convulsos. No es nada nuevo. España es reino de reinos y condados, con pretensiones de exhibir múltiples coronas no todas conquistadas limpiamente. Algunas ni siquiera tienen ese distintivo, pero no pasa nada, se hace nuevo y ya está.

No se trata de un crisol industrial como el de los Altos Hornos de Vizcaya, pero sí el de la palabra soez, lasciva y provocadora. Porque los tiempos cambian y así como tiempos atrás uno se sentía obligado a respetar la palabra y los preceptos de la Iglesia Católica, pudiendo maldecir la de otras religiones, en los tiempos actuales sucede todo lo contrario. En este año 2016 tu no puedes pronunciar, con burla o sin ella, el nombre de Alá como dios de los musulmanes y tampoco el de Mahoma, que es el de su profeta. Sin embargo puedes reírte de Dios Padre, de Jesucristo y de la Virgen María y no pasa nada. Ya no digamos de todos los Santos, porque somos muchos los que dudamos de su santidad.

No pasa nada... porque a esta forma de actuar, cuatro hijos de su madre lo llaman "libertad de expresión", una libertad que la gente de bien sabe que se acaba cuando ofendes a los demás. 
Estos sinvergüenzas, que actualmente pululan por los sillones del poder autonómico español, aprovechan las libertades que los españoles nos dimos en 1978, tras sufrir cuarenta años de dictadura idéntica a la que ellos propugnan, para convertir la libertad en libertinaje y vivir del sudor de los demás, riéndose del pacifismo en el que vive la gente corriente, la mediocre, la que pasa por la vida sin que nadie sepa su nombre. La que cada día cultiva las patatas y cría los animales que ellos se comen.

Pero que nadie tenga la menor duda que esto no será para siempre. Esto acabará, como todo acaba. ¿Qué sigue después... la ocupación de las casas ajenas, el robo de las fincas, la quema de las iglesias?. Tranquilos, no pasa nada, que cuanta mayor sea su velocidad, más pronta y fuerte será la caída. Estas cosas no son nuevas. Ya ocurrieron en la noche de los tiempos. Nada es para siempre y esta gente tampoco. 
Cuando alguien te da un bofetón pueden suceder tres cosas: 
1.- Que le pongas tu otra mejilla.
2.- Que te marches sin decir nada.
3.- Que le des una ostia que no le reconozca ni su madre.
Normalmente, la gente pacífica pasa por las tres, pero la tercera llega. ¡Vaya si llega!.

Entrega premios 'Ciutat de Barcelona' 2016. Alcaldesa Ana Colau.

Ya sabéis todos el motivo de esta entrada. Últimamente España está podrida y una parte de ella más todavía. En este estado de cosas, se ha celebrado estos días la gala de los premios "Ciudad de Barcelona" y una de sus escritoras y más celebrada poetisa (Dolors Miquel) ha leído ante el público que abarrotaba el 'Saló de Cent' del Ayuntamiento de Barcelona uno de sus poemas más esperpénticos. Lo titula Mare nostra y, ante la avalancha de críticas que le han llegado de todas partes, ella asegura que no habla de la Virgen. A continuación el poema. Juzguen ustedes mismos...

Afortunadamente, tras la 'parida', parece que se relajó un poco.

Mare meva, que no ni sé on ets,  
de qui només en tinc el nom...
Mare nostra que esteu en el zel,  
sigui santificat el vostre cony, 
l'epidural, la llevadora,
vingui a nosaltres el vostre crit, 
el vostre amor, la vostra força.
Faci's la vostra voluntad al nostre úter
sobre la terra.
El nostre dia de cada dia doneu-nos avui.
I no permeteu que els fills de puta
avortin l'amor, facin la guerra,
ans deslliureu-nos d'ells, 
pels segles dels segles.
Vagina, anem.
Siguieron los aplausos, vítores y bravos de la concurrencia, entregada (como no podía ser de otra manera) al recital de una poetisa de tan alto calado. 
A continuación una traducción de su (demoníaco) poema...

Madre mía, que no sé donde estás,
de quien solo tengo el nombre...
Madre nuestra que estáis en el cielo,
sea santificado vuestro coño, 
la epidural, la comadrona,
venga a nosotros vuestro grito, 
vuestro amor, vuestra fuerza.
Hágase vuestra voluntad en nuestro útero
sobre la tierra.
Nuestro día de cada día, dadnos hoy.
Y no permitáis que los hijos de puta
aborten el amor, hagan la guerra, 
liberadnos de ellos, por los siglos de los siglos.
Vagina, vamos...

Está claro que el Demonio no existe pero, de existir, está claro que no hubiera podido hacerlo mejor. A continuación el Padrenuestro del poeta catalán Martí i Pol. Otro (gracioso) descerebrado, aplaudido por las autoridades catalanas actuales, cuyas excentricidades leen los escolares en los colegios de Cataluña. Poetas como estos, son tan 'creativos' y completos que con ellos sobra la religión, la ética y hasta la literatura. Con este vomitivo esperpento despedimos esta entrada para que cada cual juzgue cómo están las cosas en esta Comunidad Autónoma, de la España de hoy:

Pare nostre que esteu en el cel.
Sia augmentat sovint el nostre sou,
vingui a nosaltres la jornada de set hores,
faci's un xic la nostra voluntad,
així com la d'aquells que sempre manen.
El nostre pa de cada dia
doneu-nos-el més fácil que no pas el d'avui,
i perdoneu els nostres pecats
així com nasaltres perdonem
els dels nostres encarregats
i no ens dixeu caure a les mans del director
ans advertiu-nos si s'apropa.
Amén
-
Padre nuestro que estás en el cielo.
Sea aumentado pronto nuestro sueldo,
venga a nosotros la jornada de siete horas,
hágase un poco nuestra voluntad,
así como la de aquellos que siempre mandan.
Nuestro pan de cada día 
dádnoslo más fácil que el de hoy
y perdonad nuestros pecados
así como nosotros perdonamos
los de nuestros superiores
y no nos dejes caer en las manos del director.
Más bien advertidnos si se acerca.
Así sea.

¡Ay Señor!. Lo que hay que ver... ¡Y lo que nos falta!.

RAFAEL FABREGAT