La zona montañosa, donde los georadares han detectado claramente la existencia del citado tren alemán, ya ha sido desbrozada, eliminados los árboles y empezados los trabajos de excavación, pero el objetivo está todavía muy lejos de las máquinas que han de llevar hasta él. Mientras tanto el Gobierno polaco se mantiene cauteloso a la hora de dar informes sobre el posible contenido del convoy. De hecho, mientras se asegura que efectivamente se trata de un tren blindado, se baraja también la posibilidad de que fuera cargado con los cadáveres de prisioneros judíos que trabajaban en los túneles del "Proyecto Riese", en condiciones infrahumanas y no con el oro que se había especulado.
La teoría que se considera más probable es que, en lugar del "oro de Moscú" el tren esté cargado con los cadáveres de los reos judíos, reclutados en el campo de concentración de Gross-Rosen a pocos kilómetros de la zona, y destinados a construir los túneles en los que posteriormente serían sepultados a fin de evitar la venganza de los soviéticos que les estaban acorralando. Unos podrían haber muerto por las muchas penurias sufridas, pero otros podían haber sido enterrados vivos tras la voladura de los túneles. También se considera probable que algunos vagones contengan armas y explosivos, lo que impide trabajos rápidos que lleguen al objetivo con celeridad.
Todo son elucubraciones, pues nadie ha podido llegar al tren todavía. La cuestión es que los descubridores de la existencia de este tren ya han sido expulsados de la Sociedad Histórica a la que pertenecían, por el solo hecho de haber solicitado el 19% del contenido del convoy. Más que por el hecho crematístico, puede ser sin duda por la publicidad internacional que se ha hecho de un hallazgo que las autoridades polacas hubieran preferido llevar con mayor discreción. De momento no se puede verificar el contenido, pero está claro que en tantos kilómetros de túneles puede haber de todo. Por lo visto eran muchos los secretos que allí se escondían.
- No es una aguja en un pajar -dijo.
Pero lo cierto es que el convoy existe, está allí. Lo que se ignora es la carga que contiene. Simplemente, habrá que esperar...
RAFAEL FABREGAT
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