18 de septiembre de 2015

1890- EL TREN DE LA MUERTE.

Hace unos días, exactamente el día 31 de Agosto próximo pasado, se editaba en este mismo Blog la entrada "1868- EL TREN DEL ORO". Un tren alemán de la II Guerra Mundial detectado por georadar en las entrañas de las montañas de la ciudad de Walbrzych, al sureste de Polonia y que se estimaba podía estar cargado con tesoros expoliados por los nazis a los diferentes países invadidos, que jamás fueron encontrados. A día de hoy, cuando los equipos de limpieza y excavación ya han empezado los trabajos, pero todavía falta tiempo para llegar al convoy, la alegría parece haberse esfumado. De acuerdo con las investigaciones llevadas a cabo, parece más probable que haya cadáveres en lugar de oro.


La zona montañosa, donde los georadares han detectado claramente la existencia del citado tren alemán, ya ha sido desbrozada, eliminados los árboles y empezados los trabajos de excavación, pero el objetivo está todavía muy lejos de las máquinas que han de llevar hasta él. Mientras tanto el Gobierno polaco se mantiene cauteloso a la hora de dar informes sobre el posible contenido del convoy. De hecho, mientras se asegura que efectivamente se trata de un tren blindado, se baraja también la posibilidad de que fuera cargado con los cadáveres de prisioneros judíos que trabajaban en los túneles del "Proyecto Riese", en condiciones infrahumanas y no con el oro que se había especulado.


La teoría que se considera más probable es que, en lugar del "oro de Moscú" el tren esté cargado con los cadáveres de los reos judíos, reclutados en el campo de concentración de Gross-Rosen a pocos kilómetros de la zona, y destinados a construir los túneles en los que posteriormente serían sepultados a fin de evitar la venganza de los soviéticos que les estaban acorralando. Unos podrían haber muerto por las muchas penurias sufridas, pero otros podían haber sido enterrados vivos tras la voladura de los túneles. También se considera probable que algunos vagones contengan armas y explosivos, lo que impide trabajos rápidos que lleguen al objetivo con celeridad.


Todo son elucubraciones, pues nadie ha podido llegar al tren todavía. La cuestión es que los descubridores de la existencia de este tren ya han sido expulsados de la Sociedad Histórica a la que pertenecían, por el solo hecho de haber solicitado el 19% del contenido del convoy. Más que por el hecho crematístico, puede ser sin duda por la publicidad internacional que se ha hecho de un hallazgo que las autoridades polacas hubieran preferido llevar con mayor discreción. De momento no se puede verificar el contenido, pero está claro que en tantos kilómetros de túneles puede haber de todo. Por lo visto eran muchos los secretos que allí se escondían.

Cientos de expertos en la Historia de la II Guerra Mundial esperan ansiosos el resultado definitivo de un hallazgo que puede dar la vuelta a muchas teorías escritas hasta ahora. De momento la montañas de Sowa empiezan a ser "arañadas" por las máquinas que han de llevarnos hasta ese misterioso tren alemán. ¿Oro, cadáveres, armas?. Quizás de todo un poco. Que sea un tren blindado ya parece indicar que la carga es muy especial, pero no necesariamente valiosa. En el caso de tratarse de armas químicas, podría haber un peligro real para los habitantes de las zonas próximas... De momento todo son dudas. Un veterano de la KGB se extraña de que a los soviéticos se les pasara por alto su existencia...
- No es una aguja en un pajar -dijo.
Pero lo cierto es que el convoy existe, está allí. Lo que se ignora es la carga que contiene. Simplemente, habrá que esperar...

RAFAEL FABREGAT

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