En un concurso radiofónico sobre la estabilidad matrimonial queda finalista un matrimonio al que la locutora le hace una última entrevista, previa a la entrega de premios...
- Entonces, señor Ramón, ¿me dice usted que en sus 40 años de casados jamás han discutido?.
- Pues no señora no, jamás -responde el marido.
- Perdóneme, pero es muy extraño. Cuénteme como ha sido esto posible.
- Pues verá usted. Mi mujer se crió en el campo y además por un padre autoritario, porque su madre había muerto en el parto. Ya de soltera mi mujer tenía un caballo al que apreciaba muchísimo y cuando nos casamos quiso que marcháramos en viaje de novios a una finca que tenían en un pueblo próximo y que lo hiciéramos con un espléndido carruaje de su propiedad, tirado por aquel caballo que era su mejor amigo...
Al poco de iniciar el camino hacia la finca el caballo tropezó y mi mujer, sin inmutarse, le dijo al caballo: ¡UNO!.
Proseguimos el camino y hacia mitad del recorrido el caballo volvió a tropezar y mi mujer le dijo entonces: ¡DOS!.
Ya llegados a la finca y poco antes de parar el carruaje frente a la puerta de la casa, el caballo tropezó de nuevo. Mi mujer bajó tranquilamente del vehículo y cogiendo la oreja del caballo le dijo con voz suave: ¡TRES!. Acto seguido sacó una pistola y le pegó cinco tiros.
Molesto por aquella falta de consideración con el animal la recriminé:
- Pero, ¿estás loca?. ¿Cómo se te ocurre matar al pobre animal por esa nimiedad?.
Mi mujer me miró fijamente y me dijo: ¡UNO!. Desde entonces jamás hemos vuelto a discutir.
1º.- Limpie bien sus gafas, para asegurarse de que su pareja está en la cama.
2º.- Compruebe que su dentadura postiza tiene suficiente pegamento.
3º.- No olvide desnudarse.
4º.- Deje la luz encendida, para no tropezar cuando se levante para ir al baño.
5º.- Ponga el despertador para que suene a los 5 minutos, por si se duerme.
6º.- Asegúrese de que su móvil tenga el 112 en marcación rápida y deje sobre la mesita la póliza del seguro médico o la tarjeta de INSS.
7º.- Anote en la palma de su mano el nombre de su pareja, por si tiene que llamarla.
8º.- Tómese una (o dos) pastillas azules.
9º.- Tenga algún analgésico a mano por si le da un vahído.
10º.- Haga todo el ruido que quiera, porque sin duda sus vecinos no lo relacionarán.
11º.- Si consigue terminar el "trabajo" brinde con una manzanilla y mande un whatsapp a sus amigos para que se lo crean.
12º.- Por bien que le haya salido, no lo intente de nuevo. ¡Puede ser mortal!.
Unas cubanas han entablado conversación mientras esperan su vuelo a la Habana y una de ellas dice:
- Yo no sé ustedes, chicas, pero yo voy un momento al baño pos me voy a poné un tanguita que tengo de coló rosa pa cuando me suba a ese avión ir prepará.
- ¿Y pa qué quiere llevá un tanga rosa? -le preguntan las otras.
- Pos polque si el avión se cae y caigo con el culo p'arriba, la tanguita rosa se ve desde lejos y será más fácil rescatalme, chicas.
Las otras cubanas se miran entre sí y una de ellas exclama:
- Pos yo me voy a poné una que tengo analanjada y fluorescente...
- ¿Y pol que ese coló mi negra? -le dicen sus compañeras.
- Pos polque si caigo al agua con el culo p'arriba, ese coló significa rescate.
- ¡Qué cosas tiene la vida! -dicen las otras meditando.
- Pos yo no me voy a poné na -dice una tercera.
- ¿Como dice? -le preguntan sus amigas.
- Que yo voy sin tanguita ni na, a culo pelao y así me voy a quedá. Como lo oyeron, polque cuando cae un avión lo primero que buscan e' la caja negra...
Ringgggggg, ringgggggg...
- Sí, dígame.
- ¡Hola amor!, ¿cómo está mi bombón...?
- Bien, muy bien.
- Los chicos, ¿se han portado bien?.
- Sí cariño, perfectamente.
- Me alegro mucho mi reina. Por cierto ¿qué harás de cena?.
- Lomo a la pimienta...
- Mmmm, mi plato favorito. Siempre complaciéndome. ¡Te adoro!.
- ¿Todo tranquilo en casa?.
- Sí mi amor, todo perfecto. Te espero con la cena caliente... y los postres que ya sabes.
- ¡Ay, no me digas esas cosas que dejo el trabajo y marcho volando!. ¿Me prometes que esta noche te pondrás ese tanguita negro que me vuelve loco?.
- ¡Como tú mandes cariñito, ya sabes que soy tu esclava!.
- Gracias cosita, por eso te quiero tanto. Bien amor, ahora pásame con la gorda...
- ¡Señoraaaaaa, el doctor al teléfonoooooo.
RAFAEL FABREGAT
No hay comentarios:
Publicar un comentario