¿Vamos nosotros a rezar el "Mes de María" mientras cuatro desvergonzadas están de mítines (y no de maitines) día sí y otro también?. Claro que, ¿de qué nos extrañamos?.
Son muchos los "secretos a voces" de los monasterios de clausura de todos los tiempos. Claro que en tiempos pasados, al menos de cara a la galería, la clausura era visible y las puertas abiertas daban a oscuros callejones laterales. Había al menos un cierto temor, no al castigo divino, pero sí a ser desterradas del convento y quedar condenadas a un incierto sustento. Ahora, como mínimo, siempre quedarían esos 426 euros que cobra todo aquel que sabe mover los hilos, esté o no justificado.
Es verdad que las cosas no van bien, pero siempre para los mismos.
Las monjas de clausura nunca sirvieron para nada pero, en este momento de la historia de España, ni con hacer nada se conforman. Yo lo encuentro natural. Antes tenían que buscar el sustento pero actualmente, como tienen la barriga llena, se aburren.
Lo de rezar a Dios, a la Virgen y a los Santos no llena sus ansias mundanas y como los curas se han metido mayormente a gays, solo queda la política como fórmula de distracción.
En este mundo, que todo se mide desde el prisma de la utilidad, ser monja de clausura ya no tiene justificación alguna. Ahora que el "maná" llueve del cielo, ya no hay que ir por los pueblos a buscar la caridad. ¡Y aún alaban los tiempos de Franco!. Con toda seguridad, hoy viven mejor que entonces vivían...
¡Con votos de castidad, de pobreza y de amor al prójimo...! Incluso se dice que están casadas con Dios, pero algo nos dice que no es así. ¿Qué pasa con estas deslenguadas?. ¿El convento se les ha quedado pequeño?. Encomiable labor la de trabajar en la distribución de alimentos para los pobres pero, claro, eso no las "llena" lo suficiente. Hay que buscar otros horizontes más mediáticos que den más satisfacción a su ego. Por cierto, ¿en que parte del convento (o del país) tienen la reja de clausura?. Porque las monjas de clausura viven separadas del "mundo terrenal" por medio de una reja. Porque ellas solo aman el silencio, la oración, un recogimiento que solo busca la unión mística con Dios... Está claro que monjas de clausura, al igual que meigas, haberlas haylas pero sin ninguna duda la tal sor Lucía y algunas otras como ella, tienen de monjas lo que yo de fraile.
RAFAEL FABREGAT
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