La tradición cuenta que fue fundada por Sem, hijo de Noé, y ampliada por su tataranieto Eber, antecesores ambos de Abraham. Hablamos por tanto del año 1723 después de la Creación y 67 tras el Diluvio Universal (?).
Posteriormente se convertiría en la capital de "los Jebuseos", todavía una ciudad sin amurallar y relativamente insignificante.
De acuerdo con los relatos bíblicos este hecho aconteció el año 1004 a.C. motivo por el cual el actual Estado de Israel emitió en 1996 una medalla conmemorativa del tercer milenio de la actual
denominación de la ciudad.
Según fuentes bíblicas, Jerusalén estuvo bajo control de los Jebuseos hasta el siglo XI a.C. cuando el rey David conquistó Jerusalén y estableció en ella la capital del Reino de Israel lo que indica la fecha inicial en la que la ciudad pasó a ser de dominio israelita.
El portentoso manantial o Fuente de Gihón, no solo proporcionaba agua de excelente calidad a la ciudad de Jerusalén, sino que también permitía el riego de jardines y campos adyacentes al Valle de Cedrón que representaban una buena parte de los alimentos que sustentaban a la ciudad. En un principio, el manantial recorría en línea recta y a una profundidad de entre cero y seis metros, la distancia desde la fuente a la ciudad pero, gobernando el rey Ezequías (716-687 a.C.), un numeroso ejército asirio avanzaba arrasando todo cuanto encontraba a su paso. Ezequías mandó entonces construir un nuevo muro alrededor de la ciudad de Jerusalén y un túnel subterráneo que asegurara el abastecimiento de agua. La Fuente de Gihón y la Piscina de Siloé, son instalaciones arqueológicas que pueden ser visitadas. También los últimos 450 metros de túnel labrados a mano, aunque con el inconveniente de no estar iluminados y de que el agua cubre hasta la rodilla.
Cuando el año 701 a.C. llegó el asedio del rey asirio Senaquerib a Jerusalén, el grueso muro rechazó una y otra vez sus ataques y el Túnel de Ezequías cumplió su cometido impidiendo que la conducción del agua fuese detectada y obstruida o envenenada. El canal primitivo, estaba cubierto de losas y disimulado con tierra y plantas pero, estando en línea recta desde el yacimiento hasta la Piscina de Siloé, en la ciudad, era fácilmente detectable. Por contra el construido por el rey Ezequías aprovechaba un pozo vertical y mediante multitud de curvas a través de la montaña, de todo punto imprevisibles, desembocaba dentro de las murallas de Jerusalén.
Durante meses y mediante un durísimo trabajo, por las rudimentarias herramientas disponibles, dos grupos de trabajadores perforaron la roca...
Un grupo empezó en el nacimiento del manantial y el otro en la desembocadura del mismo, en el interior de la ciudad de Jerusalén. De vez en cuando se golpeaba la superficie para guiar a los excavadores en su extenuante trabajo. Cuando estuvieron aproximadamente a unos 30 metros de distancia unos de otros, lograron oírse y redoblaron sus fuerzas hasta que se encontraron.
En conmemoración del hecho se labró en aquel momento una piedra que fue instalada al final del sector sur del túnel en cuestión. Se la denomina "Inscripción de Siloé", fue encontrada en el año 1880 y aunque no muy bien conservada, es de gran importancia arqueológica.
Actualmente se encuentra en el Museo de Estambul y dice así:
"...cuando todavía (...) picos (...) cada uno hacia su compañero y cuando todavía faltaban perforar tres varas (...) la voz de un hombre que le gritaba al otro, pues allí había una brecha del lado derecho (...) y el día de la ruptura se encontraron los trabajadores, hombre contra hombre, pico contra pico y el agua fluyó de la fuente hacia el estanque (...) 1200 varas y de 100 varas por sobre las cabezas de los trabajadores".
Importante documento pétreo que nos cuenta alegrías y penurias de tiempos pasados...
RAFAEL FABREGAT
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