1608- NAVIDAD, DÍA DE RESACA.

Al día de hoy, 25 de Diciembre, los cristianos lo llamamos Navidad. Yo también, no vayan a creer, pero también lo llamo día de resaca pues tanto tiene de lo uno como de lo otro, sino más de lo segundo que de lo primero. Como todos saben, esta fecha del 25 de Diciembre conmemora el nacimiento de un tal Jesús, hijo del carpintero José y de María aunque, no sabemos por qué razón, el tal José parece ser que estaba atravesando un momento de exceso de trabajo y no atendía debidamente a su compañera de cama. Como hacía mucho tiempo que no mojaba la pluma en el tintero, le entraron algunas dudas cuando ésta le dijo que sería padre. Que su mujer le anunciara que estaba embarazada, debió ser un duro golpe para el buen mozo que sin duda empezaría a pensar que si el fontanero, que si el repartidor de butano, etc. a pesar de que en aquel pequeño pueblo no se disponía de tales servicios.

Serían sin duda muchas noches en vela para José, mientras María le juraba y le perjuraba que no se había acostado con nadie. Por contacto con el agua de la bañera no podía ser, pues ellos tenían plato de ducha y a las termas no solían ir. Algo había que hacer para que la paz llegara de nuevo a la casa de la joven pareja... La idea llegaría seguramente de la mano de la suegra Doña Ana, muy cuca ella como todas las suegras.
  - Dile a José que ha sido el Espíritu Santo -dijo la madre.
  - No creo que acepte esa explicación mamá -respondió María.
  - Quita tonta, nada te cuesta probar, a lo mejor...
Creyera o no, como todos sabemos, José aceptó aquello del embarazo por medio de un Espíritu del cielo, como el que acepta pulpo como animal de compañía en el scatérgoris.

Después, ya se sabe...
Que si la precipitada marcha a Belén, que si la estrella anunciadora, la persecución de Herodes a los recién nacidos, los Reyes Magos, etc., etc. Pasaron los años y por lo visto el joven Jesús se convirtió en lo que actualmente llamamos un NI-NI. Es decir: que ni estudiaba ni trabajaba. El "padre" a sus puertas y ventanas (recordemos que era carpintero) y la María a las "labores del hogar", como debe ser, mientras el muchacho (Jesús) de aquí para allá, de charla permanente con sus amigotes, sin dar palo al agua. No vamos aquí y ahora a repetir la historia que nos han contado de su vida y menos aún el triste final que le esperaba, como a la mayor parte de los ni-nis. Desde muy antiguo Dios había dejado claro que todos debemos ganarnos el pan con el sudor de nuestra frente, pero a los ni-nis les gusta mucho la cháchara y poco el trabajo.

Pues bién. A pesar de no haber roto ninguna azada en toda su vida, el muchacho triunfó. Tanto que nunca le faltaron los panes y los peces, ni ropas con las que cubrirse de las inclemencias del tiempo. Lo mismo para toda la pandilla de amigotes (ni-nis) que le acompañaban. Tras su muerte en la cruz, como era costumbre hacer a ladrones y traidores a la patria, se hizo más famoso que nunca. Matarlo y especialmente por crucifixión lo convirtió en héroe y mártir. Tanto que algunos incluso hablaron de la posibilidad de que fuera un profeta, un enviado de Dios. Otros apuntaron más alto y dijeron incluso que podía tratarse ¿por qué no? del hijo del mismísimo Dios, de lo que se deduce que Dios también tiene hijos y por lo tanto mujer... Y si es así, en el cielo donde se supone que habita, también habrá cura para casarlos... y alguno será gay, como aquí en la Tierra. ¡Uy, dejémoslo, esto se me escapa de las manos...!

No, si ya te digo yo que el día de Navidad es día de resaca... ¡Y a mediodía vuelta a empezar!. Que si el arroz con "pelotas", que si el marisco, que si el asado... y todo perfectamente regado con buenos vinos. ¡Menos mal que solo hay un día de Navidad al año, que si no...! La verdad es que son fechas bonitas. Los humanos se dan besos, abrazos, apretones de manos, regalos, brindis... los suegros, los cuñados... las suegras, las cuñadas, los niños... las risas, los llantos, los gritos... Entre todo este barullo, mordisco a la gamba y trago de vino blanco, mordisco al lechazo y trago de vino tinto. En fin... Mientras estoy escribiendo esto, alguien está preparando una buena paella con pelotas y gambas. Para que estén más frescos, los aperitivos los prepararán al final. Me ha entrado sed, voy a abrir una botella de Chardonay fresquito que he visto en el frigorífico... Por cierto, no sé como habíamos quedado... ¿Jesús era hijo de José, del Espíritu Santo, o de Dios?. ¿Y quien era Papá Noel?. ¿Y los Reyes Magos?. Uf, qué lío... ¡Mejor ser gato...!

RAFAEL FABREGAT