A la frase que da título a esta entrada se añade... "tan si la bossa sona, com si no sona, Barcelona es bona". Y cierto es. Barcelona es mucha Barcelona, para lo bueno y para lo malo. Como corresponde a una ciudad de su importancia, allí puede encontrarse todo lo mejor y todo lo peor.
Personalmente, aunque también he sido atracado y desvalijado mi coche en esa ciudad, he tenido la grata impresión que a mi llegada a Cabanes he encontrado en el buzón de mi casa carta con toda la documentación "extraviada". Ahí tienen la prueba de que, de todo hay en "la viña del Señor. Me robaron el dinero ¡sí! pero se molestaron en mandarme el resto del contenido de mi cartera para evitarme las muchas molestias y gastos.
Porque, claro, hay que pedir nuevo Documento de Identidad, Permiso de conducir, etc. Casi estoy por decir que fueron ladrones... ¿buenos?.
En fin, mi opinión puede ser parcial puesto que mis clientes son catalanes y, sin duda alguna, Barcelona es para mí la gran ciudad más conocida, la más visitada, por la que transito con igual o superior confianza que cuando lo hago por mi pueblo. Las Ramblas o las plazas de Catalunya o de España, son mis ramblas, mis plazas; a la vez que la Gran Vía o la Diagonal son la calle Delegado Valera de mi querido Cabanes, así como mi barrio es Gracia. Nada es extraño para mí en Barcelona y menos aún el Paralelo barcelonés, cuna y lugar de enclave de los más famosos locales de espectáculos: el Arnau, el Apolo, el Victoria; unos décadas atrás el Molino Rojo (nuevamente abierto) y ya para los más golfetes, el Bagdad. Barcelona forma parte de mi vida; allí he sudado gotas de sangre para conseguir los clientes que han dado de comer a mi familia y allí he pasado también muchos de mis mejores momentos.
El ambiente de esa ciudad cautiva en cualquier época del año y muy especialmente aquella próxima a la Navidad... Porta del Ángel, Plaça Real, Barrio Gótico y Catedral, Sagrada Familia, Catedral del Mar...Son tantas las riquezas que encierra Barcelona que es imposible hacer una mínima relación sin llenar un sinfín de páginas: Parc Güell, Pedrera, Casa Batlló, Montjuic, barri de Gracia, mercat de la Boquería... Pero, claro, barata lo que se dice barata no es. Y ese es el motivo de que se diga que Barcelona solo es buena (bona) si la cartera (bossa) suena (sona). Esto no significa que deje de ser buena, porque tú no tengas dinero, puesto que seguirá siéndolo para aquellos que sí lo tengan. Lo de que, aunque no tengas dinero, Barcelona sea buena no es cierto. Todo allí (como en cualquier lugar) se mueve por dinero y aquellos que no lo tienen, viven en la más absoluta desolación. En este tipo de ciudades, tan cosmopolitas, conviven lo mejor y lo peor de nuestra sociedad actual pero ésta es una realidad asumida, conocida por todos y aceptada. Los mejores hoteles y restaurantes del mundo comparten espacio con los comedores de caridad y los albergues de los mendigos. Cada cual tiene su barrio específico y las divergencias solo se hacen patentes en aquellos lugares donde ambas clases se entremezclan.
Barcelona es, ante todo, industrial, portuaria, cosmopolita, abierta a todos los pueblos y culturas, pero ordenada (cada cosa en su sitio) manteniendo las distancias. En Barcelona las puertas no se abren al primer golpe de aldaba, posiblemente ni al segundo, ni al tercer intento... pero cuando se abren, lo hacen para siempre. Es plaza de difícil conquista, pero cuando se entrega lo hace con vehemencia. Alabada por todos cuantos la visitan y criticada por todos cuantos en ella viven... ¡pero nadie la abandona!. Como cualquier ciudad de grandes dimensiones, tiene algunas incomodidades derivadas del intenso tráfico, pero eso no puede achacarse a nada más que a nuestra costumbre de ir con nuestro coche a cualquier parte. Tranvías, autobuses y metros no impiden un tráfico abrumador, pero sus habitantes (erre que erre) saturan todas las vías existentes.
Para que nos hagamos una idea clara de lo que es Barcelona, solo cabe decir que se considera la quinta ciudad de Europa con mejor calidad de vida, tres puestos por delante de Madrid...
RAFAEL FABREGAT
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