11 de junio de 2018

2612- UN GIN-TONIC, POR FAVOR.

Una frase muy repetida, sin duda. Especialmente en España, es la bebida de moda. No en balde somos el tercer país del mundo con mayor consumo de este especial combinado y no solo en la barra de una discoteca, que también, sino también en bares y en restaurantes.

Los tiempos cambian y actualmente un gin-tonic se ha convertido en la mejor forma de cerrar una estupenda comida, como antiguamente lo era el café y una copa de brandy. 
Sin embargo, en el caso de que seas tu quien lo prepare en casa, debes tener especial cuidado en no caer en los errores comunes que giran alrededor de esta bebida. No es cuestión de echarlo todo en un vaso y ya está, sino que detrás de ese gin-tonic especial hay una forma y un orden de hacer las cosas. 
Con hielo o sin él, lo primero es poner la ginebra a razón de 5 cl. por cada 20 de tónica, después la tónica y finalmente el limón. 
En cuanto al vaso largo... ¡descartado! ya que se calienta más rápidamente y no permite disfrutar los aromas. 
La última cosa a añadir es que, de las 620 variedades que hay de ginebra... ¡Ginebra solo hay una! y todo lo demás son mezclas que más pronto que tarde pasan de moda.

Como últimamente vemos en todas partes, el vaso ideal es la copa de balón y especialmente si ha sido previamente enfriada. Tampoco es conveniente hacer lo que en algunos sitios se ha convertido en costumbre, cual es el poner el zumo del cítrico. No. En verdad no debería ni siquiera ponerse una rodaja, sino tan solo la corteza de la fruta. El zumo del cítrico hace desaparecer el gas de la tónica, con lo cual se pierde el sabor y la esencia del conjunto. Tampoco se aconseja el uso de hielo casero ya que el industrial enfría más rápidamente la copa y se derrite mucho más tarde. Eso sin contar que el hielo casero suele acompañar aromas de los diferentes alimentos que pueda haber en el congelador. 
¡Mmmm, que fresquito y que bueno está...! 

RAFAEL FABREGAT


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