12 de diciembre de 2017

2542- CASTILLO DE OBLIGADO.

Argentina lo tenía todo pero al poeta Rafael de Obligado le pareció oportuno construir un castillo, su propio Castillo, en la localidad bonaerense de Ramallo... Y en 1896 se puso manos a la obra, nunca mejor dicho. Estamos a 200 Km. de Buenos Aires y a 20 Km. de la citada ciudad de Ramallo, en el mismo lugar donde el 20 de Noviembre de 1845 se llevó a cabo la famosa Batalla de Vuelta Obligado, donde las fuerzas nacionalistas de Juan Manuel de Rosas, al mando del general Lucio Mansilla, en aguas del río Paraná, interceptaron a una flota anglo-francesa compuesta por 22 barcos de guerra y 92 buques mercantes. Las fuerzas no podían ser más dispares, ya que los europeos disponían de 418 cañones, mientras que los argentinos solo tenían 60 cañones de pequeño calibre situados sobre 6 barcos mercantes.


Los 30 cañones montados por los argentinos a la ribera derecha del río eran solamente de 8, 10 y 12 mm. pero en Vuelta de Obligado el río tiene 700 metros de ancho y el pronunciado recodo dificultaba la navegación a vela pudiendo los 160 artilleros de Mansilla dirigir el fuego hacia los enemigos con relativa facilidad. Dos mil hombres atrincherados y un bergantín republicano anclado en la orilla, con la única misión de mantener tensadas las cadenas que cruzaban el río, fueron el complemento para hacer mella en tan duro enemigo. Cuando la captura del bergantín fue inminente, el barco fue volado y las cadenas que impedían el ascenso de los anglo-franceses se mantuvieron igualmente tensadas y los argentinos disparando a placer sobre el enemigo. 


Tras dos horas de combate los defensores acabaron las municiones y los atacantes pudieron remontar el río, pero esta heroica derrota quedó plasmada como victoria en los anales de la Historia de Argentina y Paraguay que también después quedó afectada por los invasores, que poco o nada pudieron sacar en claro, habida cuenta la pobreza de las regiones invadidas.
El Castillo de Obligado nada tuvo que ver en este conflicto armado puesto que, como se ha dicho, su construcción fue medio siglo posterior pero su ubicación fue exactamente la misma. Justamente por ser escenario de esta batalla naval, cada 20 de Noviembre los descendientes del poeta y actuales propietarios del castillo conmemoran el día de esta singular batalla. Claro que sus propietarios no son los únicos que celebran cada año este acontecimiento belicista...


Ese día "Totó", el fantasma del castillo recorre pasillos, hace desaparecer objetos y cierra puertas y ventanas que después abre misteriosamente. Este fantasma apareció por primera vez en 1930 y desde entonces se deja sentir por pasillos y corredores. También por los muchos pasadizos secretos con los que cuenta el castillo construido por el poeta en honor de su esposa. Estos pasadizo comunican salas y habitaciones, e incluso llevan al exterior del castillo por donde poder escapar de un eventual peligro. Garantías que sobre el papel ya no eran necesarias a finales del siglo XIX, pero que el mecenas no quiso que faltaran. En la actualidad las diferentes estancias del castillo dan cobijo a una colección de más de siete mil objetos donados por la familia y también por muchos de los habitantes de la comarca. 

RAFAEL FABREGAT

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