15 de abril de 2017

2395- LA EXISTENCIA DE JESUCRISTO.

¡Jamás tuve la menor duda!. Que Jesús habitó entre nosotros está tan claro como la luz que nos alumbra. Lo que sucede es que, para muchos, no fue el personaje que sus seguidores pretenden contarnos. Ese y no otro fue el motivo de que los historiadores no se fijaran en Él hasta muchos años después de su muerte. Ningún historiador duda de su existencia, pero sí duda de algunos personajes que se citan como discípulos suyos y que probablemente no existieron. Jesús de Nazaret tiene demasiada historia tras de sí, como para dudar de su paso por la Tierra y de la misma manera se puede hablar de su muerte, también perfectamente documentada. Pero... ¡eran tantos los que morían de la misma manera! que el hecho de ser crucificado no era motivo para pasar a la Historia.

Si no fuera por la gran fortaleza que demostraron sus seguidores, Jesús hubiera pasado por este mundo como pasan otros, sin pena ni gloria. ¿Hay pruebas de la existencia de este personaje?. Pues sí, las hay. Aunque escritas con posterioridad, las crónicas del historiador judío Flavio Josefo (37-101 d.C.) no dejan lugar a dudas. En su libro "Antigüedades judías", escrito entre los años 91 y 94, hace referencia a la persona de Jesús de Nazaret y el documento se considera auténtico.
"En aquellos tiempos apareció un tal Jesús, hombre sabio autor de hechos asombrosos; maestro de gente que recibe con gusto su verdad. Un hombre cuya palabra atrajo a muchos de origen judío y griego. Y cuando Pilato, a causa de una acusación hecha por los principales, lo condenó a la cruz, los que antes le habían amado no dejaron de hacerlo. Y hasta el día de hoy la tribu de los cristianos, llamada así por su causa, no ha desaparecido".

Por la misma época, el historiador romano Cayo Cornelio Tácito (55-120 d.C.) mencionó a Cristo en su obra 'Anales' del año 116 d.C. al escribir sobre el emperador Nerón y del incendio de Roma. 
Informa de la sospecha de que el fuego fue causado por Nerón y de que éste, para acallar los rumores al respecto, sometió a torturas a los llamados "cristianos" a fin de que declararan su autoría en los hechos. 
El nombre de aquella tribu provenía de un tal Cristo que, bajo el reinado de Tiberio, fue ejecutado por el procurador Poncio Pilato. 
Aunque la superstición del cristianismo fue momentáneamente sofocada, se extendió nuevamente por Judea y por la propia ciudad de Roma. Los historiadores consideran las palabras de Flavio y Tácito los únicos testimonios primitivos e independientes, válidos y consistentes sobre la existencia de Jesús.

Hubo otros como Plinio el Joven, ó Plinio de Bitinia, sobrino de Plinio el Viejo y gobernador de la provincia de Bitinia, entre otros muchos cargos, que en una carte del año 96 d.C. le pregunta al emperador Trajano sobre lo que debía hacer con los cristianos que capturase. En esa misma carta cita tres veces a Cristo, señalando que el único delito de esos seguidores era el reunirse todos los días antes del alba para cantar himnos a ese personaje al que consideraban como un Dios.
"Decidí dejar marchar a todos aquellos que negasen ser cristianos y que delante mío hicieran ofrenda de vino e incienso a nuestros dioses y a tu imagen. Algunos dijeron haber sido cristianos durante algún tiempo pero todos adoraron tu imagen y las de nuestros dioses en mi presencia, renegando de Cristo"
Trajano contestó a Plinio diciéndole que cesara en la búsqueda de cristianos si no había denuncia contra ellos...

RAFAEL FABREGAT

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