14 de febrero de 2017

2353- LA MEDICINA ALTERNATIVA.

Todo un mundo de 'milongas' que no hacen más que sacar el dinero a los inocentes que ven en esas prácticas una forma de acceso fácil a un mundo de aparentes resultados que la medicina no puede obtener. 
No sabemos qué le pasa al perro de la fotografía, pero sabemos lo que piensa. (Lo que hay que aguantar).
- Pues a mi me funciona -te dirán sus dueños.
Cuando el curandero o el acupuntor obtiene remedio para tus dolencias solo caben las siguientes explicaciones: 
1ª).- Tus males igual hubieran marchado sin su intervención.
2ª).- La dolencia hubiera sido curada más rápido por medio de la medicina.
3ª).- Los resultados de la medicina alternativa son pura sugestión.
4ª).- Ningún curandero o acupuntor puede curar lo que no cura la medicina.

Pues a mi me funciona... 
Ante esa respuesta, no hay nada que discutir. Es más, estamos seguros de que a esas personas les va bien el ir a la consulta de estos elementos. Les funciona porque todo depende de su cerebro. Todas las manías pueden, efectivamente, ser aliviadas. La charlatanería es la principal herramienta de estos sujetos, tan antiguos como la humanidad y que los gobiernos no tienen ningún interés en eliminar, porque ahorran mucho dinero al Estado. ¿Para qué eliminar la práctica de la medicina alternativa si estas personas no hacen daño a nadie y efectivamente sus clientes se sienten aliviados?. Solo una cosa no vemos clara y es que, al igual que los buenos médicos en su consultas privadas, trabajan sin facturar y por lo tanto sin declarar sus ingresos al fisco, pero ese es otro tema.

Unos curan con agujas, pero otros con agua, tocándote con sus manos o cantando al son de las maracas. Cuando no hay enfermedad, no hace falta más. No conozco a nadie que vaya a estos sitios para curar un brazo roto o una enfermedad que precise de la intervención de un buen médico. Cuando tienen miopía se ponen lentillas o se compran unas gafas. La medicina alternativa no es medicina. Nada que decir de la curación por medio de cataplasmas o infusiones de plantas, aunque estas dolencias que remiten con remedios tan simples son dolencias de poca intensidad o de largo tratamiento. Todos sabemos que muchos de los medicamentos son extractos de plantas medicinales, pero esas plantas tienen principios activos variados que conviene aislar pues unos son buenos y otros perjudiciales. 

Muchos de los mejores fármacos están elaborados a base de extractos de plantas o animales de una toxicidad extraordinaria. Esos principios activos deben aislarse y dosificarse a fin de sacar una excelente medicina de un tóxico quizás mortal. Esa es la bandera de la industria farmacéutica, convertir la paja en oro. Al fin y al cabo quien cura no es el médico, sino la medicina. El médico es solamente el que diagnostica la dolencia y el que prescribe la mejor medicina para combatirla. La medicina estará o no estará inventada, pero la curación del enfermo dependerá del diagnóstico del médico y de que le llegue o no el adecuado remedio para sus males. Todo lo demás, amigos míos, son paparruchas. El refrán lo dice bien claro... "Las manías no las curan los médicos", ¡pero la medicina alternativa tampoco!.

RAFAEL FABREGAT

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