28 de noviembre de 2016

2271- MONASTERIO DE SANTA ANA.

Habrá muchos con esta misma denominación, pero el que corresponde a esta entrada es el de los franciscanos ubicados en Jumilla (Murcia) España. Este monasterio de 5 siglos de historia, destaca principalmente por algunos personajes que habitaron el lugar, uno de ellos San Pascual Bailón, posteriormente enterrado en la ciudad castellonense de Villarreal, donde se le venera con gran estima. Lo de su apodo viene dado porque oraba con tanta veneración y alegría espiritual que, mientras lo hacía, no podía evitar marcarse algún baile. Pasaron también algunos otros beatos célebres por entre aquellas paredes, en cuyo huerto construyeron una pequeña ermita dedicada a la Santísima Trinidad y cuyo altar tiene la curiosidad única en el mundo de ser triangular. Sin embargo el hecho o anécdota más curiosa del lugar es la de fray Bernardo de Jumilla, fraile de la misma congregación. 

El joven fraile se enamoró de una muchacha del pueblo que iba a confesar con alguna frecuencia. A raíz de ello empezaron a verse a escondidas aunque siempre se ha dicho que nunca mantuvieron relaciones sexuales (?). La cuestión es que, en determinado momento, la pareja fue descubierta por el abad del monasterio y a raíz de ello el fraile fue expulsado de la congregación y éste no vio otra solución que la instalarse en una de las cuevas de la montaña próxima para expiar su posible pecado. Nada sabemos de su vida a partir de entonces pero un día, mucho tiempo después, un pastor que buscaba cobijo en la cueva descubrió el cadáver incorrupto del fraile y junto a él una carta que explicaba la castidad y pureza de su amor. Desde entonces el lugar se conoce como 'la cueva del fraile'.

RAFAEL FABREGAT

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