27 de agosto de 2016

2179- DESNATURALIZACIÓN.

Pista de Skate en antigua iglesia de Llanera. (Asturias)
Con esta palabra podríamos referirnos a otras cosas quizás más afines a ella, pero me apetecía utilizarla en lo referente a la moda actual de utilizar antiguas iglesias, vendidas por el clero por incapacidad de rehabilitación o para conseguir una rápida liquidez, para usos poco o nada edificantes. A mí (que quieren que les diga) no me parece bien. No soy demasiado creyente en las cosas de la Iglesia y menos aún en quienes allí predican la palabra de Dios y al salir obran con la de los hombres, pero veo irreverentes algunos usos que a veces se hacen de estos espacios que durante décadas, siglos tal vez, fueron centros de oración.


Cervecería de Pittsburgh (EEUU). Antigua iglesia de San Juan Bautista
Naturalmente cada cual hace de lo suyo lo que le viene en gana y nada debería de objetarse. Tal sería el caso cuando una iglesia se ve convertida de hoy para mañana en un hotel, una biblioteca o incluso en una vivienda particular pero, ¿un bar de copas, una cervecería, o una discoteca...? Repito que cada cual hace de lo suyo lo que quiere. La Iglesia ha vendido la propiedad y el comprador hace con el inmueble lo que considera más conveniente. Todos sabemos que nada es más rentable que hacer un cambio radical en el uso de cualquier espacio y reconvertir una iglesia llama sin duda la atención de los posibles clientes, estando el negocio asegurado, pero a un servidor no le cuadran ese tipo de cosas.


Bar-cervecería en Dublin, buenas razones para ir a la iglesia.
En primer lugar la Iglesia no debería ser titular de los espacios que ocupa, por la sencilla razón de que su construcción no ha sido sufragada por la misma Iglesia, sino por el pueblo. Muchas veces incluso forzadas las gentes a ello mediante peonadas obligatorias o con limosnas, más impuestas que voluntarias. Así se construyeron muchos de los lugares de culto, no solo de la Iglesia Católica, sino de todos los lugares de oración que pueblan la Tierra en sus distintas religiones. Todavía hoy, en los pueblos y ciudades de España, cuando hay reparaciones, mantenimientos o mejoras que realizar, se pide la colaboración ciudadana y cuando el espacio pierde interés para la Iglesia, sus dirigentes se permiten el lujo de venderlas al mejor postor. Naturalmente también los bienes artísticos y culturales que pueda haber en su interior. ¿Es eso justo?.


MILÁN (Italia). Discoteca 'il gato pardo' iglesia de S. José.
Cuando el espacio es adquirido por el pueblo (Ayuntamientos, diputaciones, asociaciones culturales, museos, etc.) todo me parece perfecto pero, ¿una iglesia convertida en espacio de vicio y perversión?. Bueno, quizás me he pasado... Comer en un buen restaurante, que antes haya sido un espacio religioso, no parece tan malo y por supuesto no es ninguna perversión pero ¿discoteca?, ¿bar de copas, con o sin señoritas ligeras de ropa tras la barra?. No, lo siento, no me parece adecuado. Menos aún cuando sea lugar de cita para gays, drag-queens y gogós. Está claro que dicho espacio no se construyó para esos fines y (repito) la Iglesia no debería única propietaria de unos espacios que no ha edificado, ni mantenido y menos aún, estar autorizada para la venta.

RAFAEL FABREGAT

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