23 de julio de 2016

2156- GANTE, HOY BELGA, AYER ESPAÑOLA.

Gante es una de las ciudades más bonitas de Bélgica. Situada en la confluencia de los ríos Escalda y Lys, es capital de la provincia de Flandes Oriental y la ciudad Flamenca con mayor número de edificios históricos. A medio camino entre Bruselas y Brujas y rozando el millón y medio de habitantes es la cuarta ciudad más poblada del país.

No es una ciudad grande y sus monumentos más importantes se pueden visitar en un solo día, pero se aconseja hacerlo en un mínimo de dos jornadas y pasar allí al menos una noche. La ciudad es centro turístico y económico ya que, por su canal principal los barcos pueden llegar hasta el Mar del Norte, en Terneuzen. Además de su indudable interés arquitectónico, Gante tiene muchas tiendas y excelentes restaurantes. Tras la cena merece la pena descubrir su vida nocturna y los muchos locales con música en vivo y acceso libre. Una última copa que te transportará a otros tiempos y que será recuerdo inolvidable de tu viaje a esta ciudad que fue cuna de uno de los más grandes reyes de España.

Sí amigos. Esta ciudad, ya habitada en tiempos de los Celtas, en el siglo XIV fue la ciudad medieval más grande de Europa al norte de los Alpes, después de París. Durante los siglos XV y  XVI los monarcas de la Casa Habsburgo en España fueron también Condes de Flandes por matrimonio de Juana I de Castilla con Felipe el Hermoso, que ostentaba entre otras esa titularidad. Su residencia oficial estaba en Malinas, en la provincia de Amberes, pero debido a los celos enfermizos de Juana 'la Loca' el matrimonio se trasladó al Palacio de Prinsenhof en Gante, donde nacería el futuro emperador Carlos I de España y V de Alemania. Convertido después en 'cárcel de calidad' (para nobles) nada queda del Palacio pues entró en desuso en el siglo XVII y fue adquirido en parte por los monjes carmelitas. El resto lo adquirió la propia ciudad, para convertirlo en solares y un barrio más de la misma. 

Gante es imprescindible para los amantes de la Historia pero también para la juventud normal y corriente. Gante es ciudad universitaria y eso es algo que no puede pasar desapercibido. Además de su hermosura se dice que es la ciudad más 'molona' de Bélgica y de Europa. La armonía constructiva es indescriptible, pero a ella se unen bellos rincones difíciles de olvidar. Pocos son los jóvenes que no repiten su visita a esta ciudad. ¡Son tantas las cosas que se pueden hacer en Gante...! Sin ir más lejos, el paseo en barco por sus canales es cita obligatoria para todos los visitantes, como también lo es la visita a la Catedral o al Castillo de los Duques de Flandes. El alquiler de bicis es fácil e interesante.

Como sucede en la mayor parte de los países del norte de Europa, para la gente mediterránea lo menos apetecible es el tiempo... Inviernos fríos y lluvias abundantes en verano y otoño. Las temperaturas medias 0ºC / 10ºC en invierno y 20ºC / 25ºC en verano. No es que sea nada extremo, pero los españoles estamos acostumbrados a 300 días de sol y 10ºC más de temperatura en cualquier época. En fin, es lo que hay. Detrás del embarcadero de Grasley se encuentra una importante plaza con apacibles terrazas, siempre repletas de gente. Los genes de los ganteses debieron copiar a los Tercios españoles de Flandes nuestra afición por el 'terraceo' y apenas asoma un rayo de sol se lanzan a ocupar todas las sillas disponibles. Sí o sí, hay que ir... ¡Vale la pena!.

RAFAEL FABREGAT

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