12 de febrero de 2016

2012- MONASTERIO DE UCLÉS.

Así luce de imponente el Monasterio de Santiago, sobre el cerro del Portillo y a sus pies la localidad de Uclés (Cuenca) España, que le da nombre. 

En la antigüedad fue castro celtíbero y después romano. Posteriormente, fueron los musulmanes quienes construyeron una importante fortificación sobre aquellas antiguas ruinas. Tras la reconquista del lugar por las tropas cristianas de Alfonso VIII, el rey cedió el castillo a la Orden de Santiago en 1174 que lo convirtió en su casa matriz. Esta Orden amplió notablemente las dependencias anexas al castillo y a la iglesia construida tras la Reconquista, al objeto de dar cabida a todos sus miembros. Asegurada la paz entre los reinos cristianos buena parte de los elementos defensivos fueron eliminados, quedando el aspecto actual que hoy podemos contemplar.

No se eliminó sin embargo la muralla exterior, que todavía se mantiene, dando protección a la huerta del monasterio, construido en 1529 durante el reinado de Carlos I, por haber pasado a la Corona el maestrazgo de la Orden. A finales deL siglo XVI se iniciaron las obras de la nueva iglesia de estilo herreriano, finalizando en 1735 bajo el reinado de Felipe V, con la construcción de la fachada churrigueresca. Lamentablemente, para su construcción se utilizaron piedras del cerro de 'Cabeza del Griego', que hoy formarían parte del parque arqueológico de Segóbriga, un yacimiento celtíbero y romano situado en la localidad de Saelices (Cuenca). Así eran las cosas en aquellos tiempos, en los que se iba a lo práctico, sin valorar la Historia.

En 1808 el monasterio ya sufrió la invasión napoleónica pero, para los Caballeros de la Orden, la catástrofe mayor vendría en 1836 con la Desamortización de Mendizábal pues tuvieron que abandonarlo todo y marchar. A principios del siglo XX algunas dependencias se usaron como colegio de Segunda Enseñanza y posteriormente como noviciado y colegio de los Padres Agustinos. Con la llegada de la II República el convento fue saqueado e incendiado interiormente y ya a finales de la Guerra Civil Española convertido en Hospital de Sangre. Entre 1939-1943 ya terminada la guerra fue convertido en cárcel, muriendo entre sus paredes numerosos prisioneros, bien por sus heridas, por enfermedad, e incluso ajusticiados en virtud de sentencia del Tribunal Militar. Todos ellos fueron enterrados al exterior del monasterio.

Nada menos que 439 cuerpos fueron recuperados, hace poco más de una década, de los cuales se ha constatado que 145 eran militares y civiles muertos por heridas de guerra o ejecuciones. Los casi trescientos restantes eran presos políticos que fueron encarcelados en el Monasterio de Uclés por el bando ganador y que murieron por frío e inanición. Cerrada la prisión como tal, en 1949 el monasterio acogió al Seminario Menor del obispado de Cuenca con la denominación de Santiago Apóstol. Tras la Guerra Civil fue declarado Monumento Nacional, con protección ampliada en decretos de 1949, 1985 y 2003. De la Orden se Santiago quedan tres torres, faltando otras tres que fueron derribadas para construir la iglesia actual. 

Parece ser que entre la Iglesia y la Sacristía se accedía a una cripta en la que fueron sepultados numerosos miembros de la Orden de Santiago, entre ellos el Maestre Rodrigo y su esposa Mencía de Figueroa. Su hijo, el poeta Jorge Manrique, pidió ser enterrado allí mismo, junto a sus padres. 
Actualmente no se sabe donde fueron a parar los restos de los allí sepultados puesto que, al construirse la nueva iglesia, fueron reubicados en el subterráneo que hay debajo de la misma. 
Se dice que en esos subterráneos hay diferentes restos arqueológicos de aquella antigua fortaleza de la Orden y muy especialmente el antiguo cenobio con arcos de medio punto en el segundo sótano y un arco ojival en el primero. Todo eso quedará pues para tiempos venideros, si es que alguien tiene interés en que vean nuevamente la luz.

RAFAEL FABREGAT

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