30 de diciembre de 2015

1973- CABANES, PIONERO EN EL TRANSPORTE DE VIAJEROS A MOTOR.

Aunque hace pocos días (post 1962) ya escribí sobre este tema, me apetecía incluir una serie de detalles no desarrollados entonces y que considero de gran interés para los curiosos de la historia de nuestro pueblo. En 1909 y con una población de tan solo 3.957 habitantes, la más alta de su historia, Cabanes fue pionero en el transporte de viajeros con autobús en la provincia. La primera concesión provincial de autobuses se dio en Castellón el 5 de Abril de ese año a la empresa Autos Mediterráneo, siendo la primera línea entre Cabanes-Castellón y viceversa, prolongada hasta San Mateo con "el coche del Pelechá". La citada empresa era propiedad de José Cuevas Bellés, natural, vecino y alcalde de Cabanes. El 5 de Junio del mismo año 1.909 la Compañía HISUMA (Hispano Suiza del Maestrazgo) prolongó este servicio hasta Morella. En la foto adjunta, de 1.912, vemos al "Morellano" de la Cía. HISUMA en su parada frente a la Estación del Norte de la ciudad de Castellón. 

¡Cuantas cosas pueden pasar en poco más de cien años...! Ya desde mucho tiempo atrás eran varios los caminos carreteros que cruzaban nuestra provincia en todas direcciones, alguno de ellos no exento del pago de impuestos de peaje. Nuestra emblemática carretera Nacional 340, de paso por las pedanías de La Ribera de Cabanes, era hasta el siglo XVII un simple e insignificante camino carretero no exento de dificultades y hasta con bandoleros que se dedicaban a atracar a los viandantes. Fue el rey Carlos III, tercer hijo de Felipe V de Borbón, el que amplió y completó este importante camino Cádiz-Francia, al que hoy llamamos N-340. El citado Camino Real, paralelo a la Vía Augusta que pasa a tan solo 2 Km. de nuestra localidad, comenzaba en Cádiz y pasaba por Sevilla, Córdoba, Valencia, Castellón y Tarragona, llegando hasta los Pirineos.


Posteriormente sería el Conde de Floridablanca quien en 1.769 estableció las primeras "Diligencias" para el transporte de viajeros por este Camino Real, ya corregido el vadeo de arroyos imposibles. En aquellos tiempos las cosas iban despacio y casi un siglo después los historiadores de 1856 apenas reflejaron cambios de importancia al respecto de posibles mejoras en el transporte, si bien es verdad que el sistema ferroviario estaba a punto de implantarse. El recorrido de 76 leguas Madrid-Valencia, por el puerto de Cabrillas y su prolongación de 62,5 leguas entre Valencia y Barcelona costaron la friolera de 580 millones de reales, aunque parece ser que finalmente con ese dinero pudo llegarse hasta la frontera con Francia. Las Diligencias salían desde la capital de España los martes y sábados y recorrían el trayecto Madrid-Barcelona, pasando por Valencia y llegando hasta la frontera.

Por lo que atañe a nuestro pueblo, la Diligencia salía desde la posada de San Juan u "Hostalet", de Castellón, con parada en Borriol, La Pobla y Cabanes. Tras pernoctar en el Hostal de Amado salía a la mañana siguiente en dirección a San Mateo, parando en los pueblos intermedios y muy especialmente en Coves de Vinromá. Su tercera y última etapa era San Mateo-Morella, un viaje de tan solo 40 kilómetros pero de gran dureza debido a las empinadas cuestas. Al día siguiente se emprendía el mismo viaje en sentido inverso lo que daba un servicio semanal de ida y vuelta. La fecha exacta de creación del servicio de Diligencia de Castellón a San Mateo y Morella fue el 27 de Febrero de 1860. A finales del siglo XIX Castellón contaba con casi treinta fondas, la mayoría de ellas posta de Diligencias a diferentes destinos y entre los principales tres semanales a Valencia y uno a Barcelona.


La placa conmemorativa que todavía perdura a día de hoy en la fachada del Hostal de Amado de Cabanes, recordando el vuelco mortal allí sucedido en 1910, nos indica claramente que, al menos durante un tiempo, las Diligencias y el primer autobús Cabanes-Castellón coincidieron en el tiempo. Como es natural sería por un periodo bastante corto, puesto que la rapidez y comodidad del autobús sería mucho mayor. Pero éste no seguía más allá de Cabanes y forzosamente había de tomarse la Diligencia para ir a los pueblos del interior. Téngase en cuenta que la primera foto de este post es justamente la del autobús de Morella y está fechada en 1.912, más de tres años después de haberse inaugurado el servicio de autobús de Cabanes a la capital provincial. La tarifa, bastante cara por cierto, era de 0,40 pesetas de Castellón a Borriol, 1 peseta hasta la Pobla Tornesa, 1,25 pesetas hasta Cabanes y de 2,35 pesetas hasta Coves de Vinromá.

La Compañía Mediterráneo fue fundada oficialmente en 1917 por José Cuevas Bellés, alcalde de Cabanes, teniendo a su cargo el transporte de viajeros desde Castellón a Borriol, La Pobla, Cabanes y Villanueva de Alcolea, así como la de Castellón a Benicasim, Oropesa y Torreblanca. Parte de este recorrido todavía funcionó con Diligencias hasta que fueron sustituidas por autobuses. La Sociedad AMSA (Autos Mediterráneo, S.A.) se constituyó el 17 de Mayo de 1927, en Cabanes y notaría de D. Raimundo Noguera Guzmán, figurando como promotores de la misma José Cuevas Bellés, José Santamaría, Pascual Soldevila Ribés y Domingo Llobet Mateu, a cuyo capital social colaboraron varias familias de Cabanes mediante la compra de acciones. Funcionaba con dos autobuses FIAT de 15 y 20 CV respectivamente. 


Desde 1.888, Castellón tenía implantado el servicio de tranvía de vapor (el trenet o Panderola) que realizaba el trayecto Grao de Castellón-Onda, al precio de 3,90 pesetas (viaje completo) con paradas intermedias y descuento correspondiente en Castellón, Almazora y Villarreal. Posteriormente en 1907 se inauguraría una extensión, desde Villarreal a Burriana y su puerto. 
Fue el primer competidor de las Diligencias y posteriormente de los autobuses, en aquellos pueblos donde daba servicio. 


Claro que, ya eliminadas las Diligencias, el más completo servicio de autobuses supuso también una dura competencia para La Panderola que acabaría desapareciendo en 1963. 
El inminente peligro de descarrilamiento, por su ancho de vía de 75 centímetros, no permitía velocidades que pudieran competir con los autobuses.
El nombre coloquial de La Panderola le sobrevino por el color negro de su máquina de vapor, pero también por su irregular y lenta marcha. En la foto adjunta la vemos llegando a la Plaza de la Paz por la calle Escultor Viciano. En la foto de la derecha tenemos un billete de recorrido completo Onda-Grao de Castellón.
Como recuerdo imborrable del cariño de los castellonenses al famoso "trenet" o "Panderola", tras el cierre de la línea, una de las máquinas originales fue expuesta en el Paseo de Ribalta hasta finales del siglo XX. Finalmente, para su mejor conservación, fue trasladada y expuesta en el Parque de la Panderola, en el Grao de Castellón, con vistas a la creación de un Museo al respecto de la misma.
Todo pasa, todo queda, pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos, caminos sobre la mar...

RAFAEL FABREGAT



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