27 de marzo de 2015

1706- SETAS CON LLUVIA.

No es una receta, claro está, pero nada hay en el mundo que ligue mejor. Tanto es así que, aún a sabiendas de que muchas de las setas que puedes encontrar un día determinado ya estaban el día anterior, no puedo evitar ir a buscar de mala gana en un día de viento, de la misma forma que voy con más entusiasmo en día de humedad. Y lo más curioso es que efectivamente en día de humedad encuentro muchísimas más que cuando hace viento. ¿Qué pasa?. ¿Será acaso, que al ir desanimado no presto la debida atención a la búsqueda?. 


Pues eso será, pero jamás triunfé en día ventoso y si que fracasé en día de humedad. Naturalmente es una broma, pero también una realidad. ¡Cosas que pasan...! 
Hablando en serio y justificando mi comentario anterior, por mucha humedad que haya no vas a encontrar setas si no es tiempo o lugar para ellas. En cuanto a lo de buscarlas en día ventoso, hay dos cosas que te impedirán triunfar...
1º).- Con ese clima esa noche no habrán salido de nuevas.
2º).- Cuando vas desanimado no prestas la misma atención que cuando estás convencido de triunfar, con lo cual estás colaborando a ese fracaso.


Sin embargo hoy, cuando estoy escribiendo este post, estamos a 27 de Marzo y con humedad larga y persistente en casi toda España. Quiero decir con esto que el micelio de Colmenillas y Marzuelos está pletórico, a reventar o ya reventando. No sé si quien lea este post piensa ir este fin de semana o el siguiente pero, desde luego, no más allá. Acto seguido el Perretxico y la Senderuela. En estas fechas de la primavera y más concretamente durante el mes de Abril, estas cinco variedades de setas a cual más sabrosa, se entremezclan en la cesta del sufrido buscador. ¿He dicho sufrido buscador?. ¡Ca, de sufridor nada!. Del afortunado buscador, más bien.


¿A que si?. Bueno, quienes me siguen ya saben que estoy hablando del Maestrazgo. Hay que salir al campo, a tomar aire puro. De paso uno se deleita con el paisaje, estira las piernas y se mete un buen ternasco entre pecho y espalda. Bien regado con un buen vino de Cariñena, para no mezclar las cosas. Ya que estamos en el Bajo Aragón... ¡Que todo sea aragonés!.

RAFAEL FABREGAT

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