27 de febrero de 2015

1676- CARTAYA. Ciudad histórica, marítima y piñonera.

Cartaya es importante localidad de la provincia de Huelva (España) situada en el estuario del río Piedras y fundada como núcleo urbano en 1417 por D. Pedro de Zúñiga, Marqués de Gibraleón. No obstante su nombre (Cartaya) significa ciudad en idioma fenicio lo cual hace presagiar que, continuado o no, su poblamiento es mucho más antiguo. Importante nudo de comunicaciones, han sido hallados en su término municipal numerosos vestigios romanos de finales del siglo III d.C. pero a principios del siglo XV el Marqués de Gibraleón toma interés en este núcleo urbano y decide construir en un altozano una fortaleza que recibe el nombre de Castillo de los Zúniga.


Nada queda ya de aquella antigua fortaleza, decenas de veces atacada por piratas normandos y berberiscos, que fue restaurada en su totalidad en 1990. En su construcción original tenía siete torres almenadas y una segunda muralla baja exterior, ya desaparecidas. No le acompañó la suerte, ya que en el siglo XVIII se proyectó su total restauración y reconversión en cuartel para cuerpo de guardia fronterizo y de pesca, pero finalmente fue descartado y en 1812 el proyecto quedó abandonado. Lo más destacado que podemos contemplar actualmente es la restauración del cuerpo de guardia, las murallas y la puerta de acceso al recinto que, aunque reformada, deja ver su original estilo mudéjar.


Puertos en la desembocadura del río Piedra. 
Durante los siglos XVI al XVIII el puerto de Cartaya gozó de importante tráfico de mercancías, especialmente de cabotaje, pero también dedicado al comercio de vino y grano, con puertos del Mediterráneo y con Flandes. También tuvo sus astilleros para construcción y reparación de barcos de pesca y carabelas. Hay constancia de que alguno de los marineros locales (Vizcaíno, Talafar y Alonso Rodriguez) participaron en el descubrimiento de América y en los posteriores viajes de Colón. Pese a la epidemia de peste del año 1602 y al terremoto de Lisboa de 1755, el entramado urbano de Cartaya siguió aumentando, gracias a su unión marítima con Sanlúcar de Barrameda.


Siendo todo lo dicho historia y fundamento de la localidad onubense de Cartaya, queda un último capítulo económico e histórico de este enclave andaluz, cual es la cosecha de sus muy preciadas piñas y de los sabrosos piñones que éstas contienen. 


Sí amigos. Muy cerca del mar y de las marismas de su río Piedras, el término municipal de Cartaya alberga importantes pinares piñoneros, con una producción media anual que supera los 2.000.000 de kilos de piñas y los 60.000 Kg de piñón, cuyo valor en el mercado alcanza los 7 millones de euros. Un dinero extra para Ayuntamiento y particulares de Cartaya, además de los jornales que implica su recolección y manipulación.


La provincia de Huelva reúne nada menos que 70.000 hectáreas de pinar piñonero, pero Cartaya es con 11.000 hectáreas el mayor productor. Sin embargo no todo son alegrías. A los insectos perforadores, la "oruga procesionaria" y las dificultades de su recolección, se suma ahora el problema de los furtivos que, descaradamente y sin miedo a los propietarios ni a las autoridades, roban buena parte de la producción.  

RAFAEL FABREGAT

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