19 de enero de 2015

1631- LAS SETAS... SEPTENTRIONALES.

Diga lo que diga algún "listo", que solo quiere que los aficionados piquen (o mejor dicho cliquen), en el hemisferio septentrional o norte del ecuador que es donde nos movemos la mayor parte de los mortales, no hay setas en invierno y las pocas que hay pueden ser tóxicas. Por lo tanto hablar de setas antes de que lleguen los maravillosos "marzuelos" (hygrophorus marzuolus) es rizar el rizo por decirlo de forma amable y respetuosa.


Las últimas especies: negrilla, pie azul y capuchina o carbonera han desaparecido con los intensos fríos y como he dicho antes hay que esperar a las primeras especies de primavera. De todas formas caso de encontrar algún ejemplar hay que recogerlo con precaución ya que algunas setas más resistentes al frío, sin ser venenosas al 100%, pueden ser tóxicas para mucha gente en particular. Prudencia pues a la hora de consumirlas, si no se conocen bien.


Hasta finales de Marzo, nada de nada. Es entonces cuando comienza todo, especialmente en latitudes donde la pluviometría es más generosa. En el Maestrazgo turol-castellonense no hay nada que hacer hasta esa fecha, pero otras zonas el despertar puede anticiparse quince días y ser maravilloso si la lluvia es generosa. ¡Ay la primavera!. Al marzuelo se sumarán las colmenillas, la senderuela y la seta de San Jorge o perrechico. También ¿por qué no? algún rebozuelo, boleto tempranero o despistado robellón.

Que nadie se hunda si encuentra el fracaso. Esta especie no es comestible ni gratificante, pero forma parte de lo encontrado por mucha gente en estas fechas tempranas del año. Ya se sabe que el boom de las setas es el otoño, pero esta estación del año es cada vez más corta debido a la escasez de lluvias en Agosto, que es cuando mayor beneficio le dan a la micología. Agosto tormentoso, es para las setas hermoso.


Pero, claro, de momento falta mucho para el otoño. Apenas hace unas semanas que hemos empezado el año y puestos a soñar debemos hacerlo con la primavera. Detrás de los marzuelos y colmenillas lo seguro es el perrechico y para encontrarlo hemos de viajar a los prados elevados. En nuestro caso a los turolenses. Llegar a Cantavieja es llegar a las puertas de esta maravillosa variedad micológica, pero ya no puedo deciros más. Si vais por allí encontraréis quien complete la información... ¡Seguro que sí!.

RAFAEL FABREGAT

No hay comentarios:

Publicar un comentario