10 de julio de 2014

1441- EL PUEBLO VASCO.

Aunque algunos vascos se extrañen de lo que voy a decir, la mayoría de los españoles nos sentimos orgullosos de que el pueblo vasco se encuentre dentro de las fronteras españolas, que sea algo "nuestro". Como todos sabemos, este pueblo milenario ocupa una parte del norte de España, pero también otra importante franja del sur de Francia. Su origen es controvertido pues ni ellos mismos lo conocen. Hay por tanto tantas teorías como gente que se ha dedicado a buscarlas, por lo que también un servidor va a aportar la suya... Yo pienso que son de donde son y de donde están. Ellos no cambian fácilmente, aunque el gobierno español y la Corona, no reconocen como vasca la provincia de Navarra y se lavan las manos en las tierras al norte de los Pirineos.


Los vascos ocupan la zona que ocupan desde el origen de los tiempos, aunque España nada puede decir sobre la parte de territorio vasco en suelo francés. Lo que sí tiene claro es que la Historia le otorga la provincia de Navarra, como uno más de los reinos que se integraron. Con toda probabilidad los vascos pueden ser descendientes de los primeros pobladores peninsulares, bien sean Iberos o incluso anteriores a éstos. Desde luego lo que yo no diría jamás es que sean gente venida de fuera. Yo los veo como gente asentada en esas tierras desde muy antiguo. El por qué han mantenido lengua, cultura, incluso deportes, durante milenios es algo muy fácil de explicar. Aquellas primeras gentes eran orgullosas, como las actuales, y acertada o equivocadamente nunca quisieron cambiar ni integrarse en otras culturas.


Cambiaron las cosas que por simple evolución van cambiando, pero siempre fueron reacios a incorporar las enseñanzas de los demás, porque siempre consideraron que no las necesitaban. El vasco, como otras tantas razas antiguas del mundo, considera que se basta y se sobra para vivir. Una dignidad mal entendida, a mi parecer, pero está claro que para los cuatro días que estamos en este mundo no hace falta más. Saben de ganadería, hacen los mejores quesos, tienen el mejor vino y nadie mejor que ellos conoce los mejores frutos del mar y la mejor forma de prepararlos. Si esto es así, ¿qué les hace falta aprender de los demás?.


Aunque como en el resto del mundo los jóvenes han marchado a las ciudades, la estética rural se mantiene. Por aquellas tierras intentaron pasar pueblos y culturas llegadas de fuera, culturas que aportaron uno y mil adelantos a todos los pueblos peninsulares, pero allí nunca fueron bien recibidos y más pronto o más tarde fueron rechazados. ¿Para bien?. No lo sé, pero a la vista está que tales aportaciones no les fueron necesarias. Ellos solitos se bastan y se sobran para captar lo mejor de cada cosa y con ello consiguen el mejor de los resultados posibles. Actualmente las cosas están empezando a cambiar, porque la gente viaja mas, pero durante milenios incluso su sangre se mantuvo sin impurezas extrañas. 


Como he dicho antes, comieron su comida, bebieron su bebida y se unieron a sus mujeres, manteniendo pura su lengua, sus costumbres y hasta su propia sangre. ¿Exagerado?. Pues sí, un poco, pero ahí están ellos. Orgullosos de su lengua, de su cocina y de sus mujeres. Ningún mal veo en ello si exceptuamos los movimientos, armados o no, que caminan en busca de una independencia que el resto de españoles no vemos necesaria ni conveniente. Tienen privilegios especiales que el resto no disfrutamos y aún así quieren marchar. Claro que nosotros les queremos con nosotros, por eso no queremos que nos abandonen...

RAFAEL FABREGAT

2 comentarios:

  1. Resumiendo mucho: estoy muy de acuerdo con casi todas las manifestaciones al respecto. Saludos.

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    1. Gracias Miguel. ¿Qué quieres que te diga?. El que está bien nunca quiere moverse, salvo que sea para mejorar más si cabe. Es cuestión de mentalidades, porque la vida, ¡es tan corta...!

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