18 de septiembre de 2013

1130- VIAJES DE CELEBRACIÓN.

REEDICIÓN.
Para viajar no hace falta un motivo especial. Tener salud y el dinero necesario es suficiente, pero, ¡Ay!. Hace falta algo más. Algo que no cuesta dinero, pero que con dinero no se puede comprar... Como en todas las cosas de la vida, para exprimir al 100% todo lo que de sí puede dar un viaje, hay que tener salud y juventud. Claro que los pobres... Cuando tenemos juventud no tenemos un "duro" y cuando lo tenemos nos sobran los años y (por lo tanto) nos falta la juventud. Mi mujer y un servidor han viajado bastante, y con tres cruceros añadidos, pero yo no me cansaría nunca de viajar. Lo que se empiezan a cansar son las piernas, porque viajar es patear, exprimir hasta la última gota de zumo de la "fruta" de que se trate. Castillos, catedrales, grutas, monumentos, ruinas... Para nosotros, viajar no es ir de tiendas, aunque nada tenga contra quienes así lo hagan. Allá cada cual. El viaje es para el disfrute y cada cual encuentra el placer de forma distinta. La mayor parte de los jóvenes sueñan con playas idílicas mientras que a nosotros eso no nos dice nada; con la costa mediterránea tenemos bastante.

Nosotros ya vivimos junto al mar Mediterráneo. La playa nos gusta, ¡claro que nos gusta! pero no vamos a pagar para ir a playas peores que las nuestras. Y os diré más... Ya que estamos hablando de playas, no hay lugar en el mundo donde haya mejores chiringuitos que en España ni en mayor cantidad. Y restaurantes tampoco, ni fiestas, ni comida mejor. ¿Entonces...?. Mi mujer y yo ya tenemos una edad y los años empiezan a pesar, lo cual no quiere decir que tiremos la toalla. ¡Mientras el cuerpo aguante...! Hace pocos días hemos llegado de viaje y en unas semanas marchamos a otro, este último más reposado. El anterior fue un crucero por el Mediterráneo, Adriático, Egeo y Mármara. El siguiente será de relajación y enología por el norte de España. Los abueletes ya no están para tantos trotes y hay que dejarles que se recuperen en un buen Spa y con una copa de Rioja en la mano. ¡Cosas de nuestras hijas!. Un regalo de (40) Aniversario que esperamos disfrutar a tope. Ya os contaré. Ahora, de momento, estamos en temporada de setas.... 

Lo que quería deciros es que, esto de los "viajes de celebración" depende y mucho de las celebraciones de que se trate, más que nada por una cuestión de edad. No es lo mismo ir de "Viaje de novios" que hacerlo para celebrar las "Bodas de Plata" y ya no digamos si son las "Bodas de oro", cuando la decrepitud ya no te permite disfrutar de (casi) nada, o de nada a secas. ¡Ay Señor!. ¡Que mala cosa es esto de hacerte viejo! ¡y peor es no llegar...! Nuestras intenciones viajeras (mientras podamos) no son las de parar. Demasiado sabemos lo que es la vida, para hacer tal cosa... y el que no lo sepa ¡que espabile!. Nosotros no queremos ser los más ricos del cementerio. Nosotros ya no estamos en edad (espero) de celebrar bodas y los bautizos o comuniones serán de los nietos y por lo tanto como invitados. Nuestros regalos y nuestras aportaciones económicas (si se pueden) pero sin quebraderos de cabeza. Naturalmente queremos lo mejor para nuestros hijos y nietos, pero eso no significa hacer más de lo que hacemos. 

Creo que nadie tiene motivo (justificado) de queja, pues nuestro carácter es bastante desprendido y así lo venimos demostrando cada día. Ya sé que nunca es demasiado, pero que todo el mundo tenga un poco de paciencia, que nadie se lleva nada a la tumba... Nosotros hemos trabajado mucho y hemos vivido poco, aunque siempre hemos procurado rodearnos de una cierta comodidad. Lo creemos lógico pues, de unos años a esta parte, somos poco dados a ir de bares y ya que pasamos muchas horas en casa, hay que hacerlo en las mejores condiciones posibles. Mientras fuimos jóvenes nadie nos ganó a salir (bares, fiestas, etc.) pero, llegados a cierta edad y dado que ya se ha perdido lo de las partidas de cartas con los amigos, ¿qué sentido tiene ir al bar?. Vamos cada día a almorzar, eso sí, y los domingos a comer pero nada más. No está tan mal. El 95% no dejan tanto beneficio como nosotros en esos locales... pero hay que reconocer que las costumbres han cambiado. Estos tiempos no son los que fueron y las partidas en el bar han dejado de tener interés para la gente. Puede que la televisión sea la culpable de ello... 

¡Ay!, siempre me ocurre lo mismo. Escribiendo, escribiendo, me voy por los cerros de Úbeda... ¡¡¡que el tema de hoy eran los viajes...!!! Perdón, pues eso. Nuestro viaje de novios, ya lo he contado en este Blog: toda Andalucía con el SEAT-600D.   A este siguieron muchos viajes que nos llevaron a Baleares, Mónaco, Portugal, Francia, Marruecos, Italia, Turquía, Chequia, Austria, Hungría, Alemania, Suecia, Estonia, Rusia, Finlandia, etc. y, naturalmente, por todas las provincias españolas aunque con otros medios. El "600" aguantó, pero no tanto. El de las "Bodas de Plata" (destino Jordania) fue aplazado por enfermedad terminal de padres, suegros y tíos que finalmente fallecieron y ya no llegó a celebrarse. Se suplió con otras salidas por España, pero ya no es lo mismo. Ahora estamos celebrando nuestro 40 aniversario, que se cumple en Diciembre. ¿Hasta cuando?. Pues mientras el cuerpo aguante... Este año (a buenas horas calzas verdes) hemos descubierto el avión y a las hijas ya se lo hemos dicho... ¡Será vuestra ruina!. Yo espero que no será para tanto pero está claro que nuestras limitaciones, por las largas distancias, han sido eliminadas. 

Quien sabe, con este medio, hasta donde podemos llegar... Pero, claro, es lo que os decía al principio... ¿donde quedó nuestra juventud y las ganas de todo, que esta conlleva?. Con 14 míseras pagas de 700 euros al mes, a todos los viejos que viven en el medio rural (la mayoría con casa propia) les sobra el dinero y sobre todo el tiempo, aunque no es nuestro caso. Por si esto fuera poco, el IMSERSO facilita viajes a muy bajo coste pero, ¿y las ganas?. ¿Donde están las ganas?. Al que no le duele el brazo, le duele la pierna. Otros tienen depresión o les duele la cabeza... A la inmensa mayoría de los que han sido viajeros, no les apetecen ese tipo de viajes, de mucho caminar y mala comida y los que no han ido nunca de viaje, al segundo que hacen ya se han cansado. Cada cosa a su tiempo. Viajar sí, pero con las mayores comodidades posibles, a buenos hoteles y a mejores restaurantes. Guías bien documentados y de habla hispana. Tras la jubilación, muchos mimos y pocos azotes...

RAFAEL FABREGAT

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