15 de mayo de 2013

1010- GUSANOS NO, GRACIAS.

Colas para votar.
La crisis da para todo y probablemente aún dará para más. Pero hoy no voy a escribir sobre política ni economía porque me pongo malo, especialmente porque tengo la seguridad de que el problema que a tantos nos acucia se ha producido gracias a la indecencia de los desalmados de siempre. Desde luego está claro que nosotros, los imbéciles, no somos los culpables de este desaguisado. ¿O sí?. Quizás una actitud diferente a la hora de depositar nuestro voto en las urnas, pudiera ayudar. Pero aquí estamos, siempre atolondrados y dando la cabezada a todo cuanto nos proponen. Y bien que estamos pagando esta actitud servil y aborregada, mientras ellos se ríen de nuestra imbecilidad, gracias a las prebendas y a las sacas de dinero depositadas en "paraísos fiscales", a salvo del fisco y de las miradas indiscretas de algún deslenguado que ponga los puntos sobre las íes.

Brochetas de moscardones y alacranes.
Lo dicho, el tema de hoy no va de economía, pero si de comida. Ya con el carro totalmente desbocado y por el más duro "pedregal", nos dicen que vayamos pensando en la posibilidad de incorporar el uso de los insectos como uno más de los alimentos a ingerir para poder aplacar el hambre. ¡Eso lo hará su padre!. Nos quitan el trabajo, las casas, buena parte de la comida y toda la tranquilidad y ahora nos "invitan" a que probemos algunos gusanos como forma de aplacar la posible hambruna que se nos avecina. Vamos que alguna otra solución podrá haber al problema. ¡Digo yo!. Tal como mandar a la mierda al gobierno, a la oposición y a los países europeos, americanos y asiáticos, que nos están haciendo la vida imposible, con el único afán de recuperar el dinero que nos prestaron para hacer lo que ellos mismos dicen que fue una locura. Si era una locura, ¿para qué lo prestaron?

Urbanizaciones sin comprador.
Cuando alguien pide un préstamo y se lo conceden es porque consideran que el destino del dinero que prestan es correcto, válido y perfectamente avalado. Y si fallan en sus apreciaciones, solo ellos son los responsables de la fallida. ¿Qué cojones tengo yo que ver con la ambición de quien construyó lo que ahora no puede vender?. Caso de que todo hubiera ido bien y la citada persona/empresa hubiera cuadriplicado la inversión, ¿me habría dado una parte de los beneficios?. Naturalmente que no ¿verdad?. ¡Pues con pan se lo coman!. Cabrones, que son todos unos cabrones. Los que dan y los que reciben... De lo mío, ¡ni un céntimo!. Y si se ponen tontos me voy a vivir a, a... ¿A donde coño, si en todas partes está lleno de trepas y sinvergüenzas que no buscan más que llenar su olla a costa de los demás...? Oigan, ¡es que me pongo negro...! ¡Filibusteros, que son todos unos filibusteros!.

¿Por qué si no se meten en política?. ¡Para arreglar su casa y los demás que revienten!. Que el mundo estaba lleno de sinvergüenzas lo sabíamos todos. Lo que no sabíamos era que había tantos, tantos como para desvalijar la economía de todo un planeta. ¡A qué extremo hemos llegado!. Y ahora nos "sugieren" que nos alimentemos con gusanos... Pues si hombre, a ver quien es el último que yo (no) quiero cuarto y mitad... ¡Que se los coman ellos!. Y si es que con la que está cayendo no hay bastantes motivos para mandarlos a todos a la mierda, ¡demasiado poco es lo que nos está pasando a la gente de bien!. A ver si así, a base de palos, nos vamos espabilando. ¡Imbéciles, que somos todos unos imbéciles!. Desde su punto de vista, la solución no pasa por recortarse ellos los sueldos, ni las prebendas, ni las "propinas" recibidas en la oscuridad del callejón de la política. No eso no. ¡La solución pasa por echar a los demás a la calle!.

Apretarse el cinturón sí, pero "solo" los demás. 
Ellos no. Políticos y banqueros, cuando "se cansan" de amasar dinero, marchan a sus casas con la saca llena, indemnizados hasta las trancas y con pagas millonarias de por vida; cuando no con "ocupaciones" de directivos en las principales empresas del país, empresas casualmente subvencionadas por el estado desde tiempo inmemorial.
- Oye, de mi lo que necesites pero cuando salga... ¡a ver si nos acordamos! -se dicen.
- Tranquilo, todo está previsto. Con nosotros, ¡hasta el fin del mundo! -se responde.
Y marchan del gobierno y siguen embolsándose el mismo dinero que cuando estaban en activo, cuando no más, por los siglos de los siglos. 
Y todo legal, oiga, ¡todo legal!. 

Si hay para todo (como hasta ahora) no hay problema, pero si vienen malos tiempos... ¡Tampoco!. A pagar siempre los mismos. ¡Tonto el último!
Pensaba yo que con la luz, que se supone da el conocimiento de las cosas, estas fechorías pasarían a la historia pero resulta que es ahora cuando proliferan más que nunca. ¡No lo entiendo, pero así es!. 
Antes, cuando la gente apenas sabía leer y escribir, con la mitad de motivos que actualmente hay para echarse a la calle, los ciudadanos quemaban vehículos e instituciones y hasta les cortaban el cuello a los culpables. Sin embargo, con la cultura, a lo sumo que salen es a manifestarse en plan festivo. Los de delante cargados de rolex y de áticos. Cantando y bailando, pintarrajeados y con altavoces como si fueran la caravana anunciadora de la llegada de un circo. Y para fin de fiesta... ¡Hay mesa reservada en el mejor restaurante!. ¡Solo faltaría!.

Con actuaciones de este tipo, ¿cómo se lo van a tomar los gobernantes?. Pues a risa, ¿cómo si no?. ¡A mandíbula batiente!
Por cierto, ahora que me acuerdo... ¿No había dicho yo, que hoy no hablaría de economía ni de política...?. 
Y los gusanos... ¿Qué ha pasado con los gusanos?. Voy a coger una margarita... Los como, no los como, los como, no los como... ¿Hace una brocheta de alacranes crujientes?
¡Pues no coño, no hace!. 

RAFAEL FABREGAT

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