1 de junio de 2012

0697- ¿VOLVERÁ A ESPAÑA LA PESETA?.

REEDICIÓN.
Pues claro que no, pero ¡pintan bastos señores! ¡Vaya nierda!. Con más o menos preocupación, por que cada cual es como es, hasta ahora hemos venido resistiendo los embates económicos sin alterar en demasía nuestras costumbres cotidianas. Sin embargo el desenlace final se acerca y la gente de a pie carece de alternativas y no sabe hacia donde dirigirse. Unos han perdido sus trabajos y sus casas, lo siento por ellos, pero ahí no acaba el asunto. Ahora peligran también los ahorros de quien los tenga, puesto que los Bancos se hunden y con ellos arrastran el dinero de los depositantes. En el caso de Libretas y Depósitos a Plazo, parece ser que hay un fondo de garantía que cubre hasta 100.000 euros por cuenta y banco, pero solamente en el caso de que la cuenta esté asociada a esa disposición y solo por esa cantidad máxima. Lo que pase de esa cifra no queda cubierta. Aquellas gentes que con una sana ambición eligieron Depósitos Preferentes asociados con la Entidad, porque se les ofreció más alto interés, lo están perdiendo todo. 

Los clientes de algunos Bancos ya están recibiendo las notificaciones de ampliación obligatoria de capital. O entras al juego o pierdes tus ahorros. Antes del 6 de Junio estás obligado a comprar 11 acciones por cada una de las que tenías anteriormente y al precio de 0,20 euros por acción, lo cual significa aproximadamente
 doblar el capital inicial. De no entrar en este juego las acciones anteriores quedan a la venta, suponiendo que se encuentre comprador para las mismas. Los pequeños ahorradores están espantados viendo peligrar los ahorros de toda una vida de trabajo y penurias puesto que no tienen posibilidades económicas para doblar su inversión. Los grandes lo tienen más fácil puesto que, conocedores de todos los entresijos, ya pusieron su dinero a buen recaudo tiempo atrás. En los tres primeros meses del año hubo una fuga de capital de 97.091 millones de euros y teniendo en cuenta como están las cosas dos meses después, es de suponer que esa cifra se haya doblado.

La crisis y la desconfianza en el sector bancario español está obligando a una fuga de capitales que puede hundir definitivamente la economía nacional. Prueba de ello es que, de acuerdo con la opinión general, esto no ha hecho más que empezar. Nadie se fía de España y menos aún de su Deuda, de sus Bancos o de su Bolsa. Para colmo de males el Gobierno, intentando un acercamiento con el sector social, ha gravado el ahorro con un impuesto de hasta el 27% que aumenta la fuga de capitales. Está fuera de toda lógica que estando el país sin liquidez, se lleven a cabo medidas impositivas que fomenten la fuga del capital. Más bien al contrario, el Gobierno debería haber bonificado el ahorro a fin de impedir la salida del mismo y hacer un efecto llamada al que antes nos llegaba del exterior. Ni el Gobierno anterior supo impedir la debacle, ni el actual sabe como salir de ella. Lo que actualmente tienen los Bancos españoles son: clientes de dudoso cobro, inmuebles que apenas valen la tercera parte de lo que se pagó por ellos y Preferentes que colocaron a clientes que no sabían lo que compraban.


Resultado de toda esta enorme bola de nieve, el Gobierno no ve otra solución que apoyar a los Bancos, recortar gastos y aumentar los impuestos, una medida que más de cuatro creen de imposible aplicación. Si a día de hoy muchas familias apenas llegan a final de mes, ¿cómo van a devolver el préstamo si pierden el trabajo o se les doblan los impuestos?. 

Mientras tanto los dirigentes europeos y muy especialmente Alemania, viendo en España una inversión segura de futuro, aprieta la tuerca cada día esperando que seamos nosotros quienes, en nuestra precaria situación, paguemos los platos rotos. Esta actuación que ya empieza a vislumbrarse dictatorial, está cansando al personal y la cuerda podría romperse. España no es Grecia. España es un país grande, con capacidad exportadora y económicamente fuerte al que la entrada en el euro le ha dado más problemas que beneficios. Que nadie dude que nosotros ya habríamos salido del hoyo si en lugar del euro tuviéramos todavía la peseta. Grecia se hundirá si sale del euro, pero ese no es nuestro caso.

Alemania lo sabe y Francia también. Por eso están aflojando la cuerda. Quien escribe no es nadie pero, ¡qué vayan con mucho cuidado!. Como vayan asfixiándonos más de lo debido el Partido Popular puede convertirse en un Gobierno de Transición. No de transición política, sino de vuelta a la peseta. Un servidor lo viene diciendo desde mucho tiempo atrás. El restablecimiento de las fronteras y de la peseta no es ninguna idea descabellada, sino que podría ser la solución de todos nuestros males. ¿Qué cachondeo es este de que desde Europa nos digan lo que tiene que hacer el alcalde de cada uno de nuestros municipios?. ¿Acaso les decimos nosotros lo que tienen que hacer ellos?. Esto, señores, no es una Unión sino una dictadura y en España con una tuvimos bastante...

Los del PSOE nos engañaron diciendo que todo iba viento en popa y los del PP nos engañan también al insinuar que todo va por el camino correcto y a toda velocidad. Deprisa si que vamos si, ¡pero en dirección contraria!.

¿Por qué todos nos toman por el pito del sereno?. Me pregunto si tenemos cara de tontos, o si los tontos son ellos. Da la impresión que nadie es capaz de corregir el rumbo y el problema puede que sea justamente porque la única corrección posible sea la ruptura total. 

- ¡Sin Europa no seremos nada! -nos dijeron unas décadas atrás.
Pero, ¿qué somos con Europa?. Yo lo diré. ¡En Europa somos el último mono!. 
Francia propone y Alemania dispone, mientras los países del norte se ríen y los del sur lloran. 
Mientras esto sucede, los españoles se mueren de hambre y los banqueros hunden las entidades y marchan a sus casas con indemnizaciones millonarias. 
Muchos de ellos con el capital depositado en el extranjero. Hasta los "super-yernos"  tienen el mismo proceder. ¡Mariquita el último!. Hasta hace bien poco me preguntaba yo el por qué todas las crisis anteriores han acabado en guerras. Bueno pues, cada día empiezo a entenderlo mejor. Los humanos somos una especie que difícilmente sabe vivir en libertad. Cuando se consigue esa libertad abusamos de ella y llega el libertinaje y después una nueva dictadura. ¿Maldición divina?. Pues no sé, pero así han sido las cosas hasta ahora...


RAFAEL FABREGAT

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