31 de mayo de 2012

0696- RODAS Y ACRÓPOLIS DE LINDOS.

Con 1.398 Km2. Rodas es la isla más grande del Dodecaneso y la cuarta de toda Grecia. Su enorme legado de mitos y leyendas junto a sus blancas y soleadas playas la han convertido en un destino turístico por excelencia. Mítico lugar de ubicación del famoso Coloso, Rodas es también ciudad y capital del archipiélago, además de ser Patrimonio de la Humanidad. Sus murallas fueron construidas por los Caballeros de la Orden de Malta, instalados en Rodas durante más de doscientos años. (1310-1522)
Cuando Zeus repartió las islas entre los Dioses se olvidó de Helios, dios del sol.
- ¡Vaya, ahora tendré que empezar de nuevo! -exclamó Zeus.
- ¡No es preciso! -respondió Helios- Hoy mismo emergeré una nueva isla del mar, seguro que sabré disfrutarla.  Esa nueva isla era Rodas. 

Allí engendró Helios siete hijos y una hija con la ninfa Rodo, hija de Poseidón. La isla tomó el nombre de esa ninfa, madre de sus hijos. Ese es el motivo de que los habitantes de Rodas digan ser hijos del sol y disfruten de él un mínimo de 300 días al año. 
Las murallas albergan la antigua ciudad, un laberinto de callejuelas estrechas y empedradas que dieron cobijo y protección a aquellos primeros habitantes. Los Caballeros de la Orden de San Juan no hacían las cosas a medias y prueba de ello son los 12 m. de ancho de esas murallas capaces de resistir el más duro asedio.

Construidas alrededor del puerto de acceso en forma semicircular y fortificadas con tres torres. Once puertas permitían la entrada a la ciudad, siendo la principal la de la Marina, frente al mismo puerto. 
Esta puerta está flanqueada por dos torres y sobre la misma está el escudo de la Orden, bajo una flor de Lis. En el interior de la ciudad una calle principal denominada "de los Caballeros", la mezquita de Solimán, el palacio del Gran Maestre y el Hospital. 
Todo el casco antiguo es de origen medieval y de una riqueza incomparable, lugar de cita de todo 
el turismo internacional. 
Calles de singular interés la de Sócrates y la de Hipócrates, porque no todo el interés ha de ser por la Historia. Calles enteras siguen disfrutando esa estampa medieval en las que palacios y casas de menor importancia nos hablan de la categoría de sus antiguos propietarios. Nos es difícil imaginarlos allí, espada envainada y frente a sus casas, puesto que el escenario es exactamente el mismo de setecientos años atrás. 
Pero claro, el calor aprieta y los viajeros también necesitan relajarse y refrescarse para lo cual, entremezcladas con la historia, se encuentran en esas calles decenas de tiendas de souvenirs, bares y restaurantes que les ayudan a ello. 


Unos objetos de recuerdo para familiares y amigos y una cerveza o un simple helado ayudan a este cometido. Ya no digamos si es hora de comer, cuando los arroces con marisco y el mejor vino blanco seco de Retsina cumplen las expectativas del paladar más exigente. Allí, como en cualquier parte, todo es cuestión de presupuesto.


Después ya todo dependerá del calor que haga y del vino ingerido. La tarde es larga. Si el calor no lo impide y hemos sido prudentes en la comida y en la bebida, debemos encaminarnos a Lindos. 

Se trata de una aldea situada a 55 Km. de Rodas, uno de los pueblos más hermosos de Grecia, de casas blancas y calles empedradas, ubicado a la ladera del monte Krana, donde la Historia y el mundo de hoy se funden en una simbiosis perfecta puesto que Lindos es fundador de Rodas. 
Tiene un pequeño puerto natural que lleva el nombre de San Pablo (Agios Pavlos) por ser el primer puerto en el que paró el apóstol en su primer viaje de Jerusalén a Roma.
Los habitantes de Lindos (los dorios) fueron, con Cámiros y Lalisos, fundadores de la ciudad de Rodas en la que instalaron instituciones comunes y a la que se trasladaron buena parte de  los habitantes de las anteriores capitales. Dos santuarios tuvieron allí su máxima relevancia: el de Heracles y el de Atenea. 

Allí, en lo alto de Lindos, se yerguen majestuosas las ruinas de la acrópolis. 
Una ciudadela fortificada sucesivamente por todos los pueblos que la habitaron. 
Griegos, romanos, bizantinos, caballeros de Malta y finalmente por los otomanos. 
Desde lo alto de la acrópolis las vistas de la bahía son impresionantes. 
Su acceso no es fácil, pero los turistas disfrutan con la subida en burro que diferentes compañías proporcionan a cambio de un sustancioso precio. 
Lindos tuvo su momento de mayor esplendor en el siglo VIII a.C. cuando, siendo punto de encuentro comercial entre fenicios y griegos, allí se concertaban los más prósperos negocios y las más interesantes transacciones de toda clase de artículos y animales. 
Sin embargo, con la fundación de Rodas en el siglo V a.C., el comercio se trasladó a la nueva ciudad y Lindos empezó a declinar, aunque nunca fue abandonado por completo. 
Con más mal que bien, Lindos siguió adelante, pero su actividad comercial quedó muy mermada.

Con el tiempo y a pesar de tener tan cerca a Rodas, Lindos consiguió renacer y aún llegó a disfrutar de gran esplendor en la época helenista y romana. 
A finales del primer milenio su actividad volvió a mermar y a principios de la Edad Media, la acrópolis de Lindos había sido abandonada por completo. 
En el siglo XIV la antigua Lindos fue cubierta y transformada por los Caballeros de San Juan en una fortaleza con la que defenderse de los otomanos. 

A fecha de hoy son visibles todavía partes del templo de Atenea Lindia, con la base de la estatua de la diosa y mesa de ofrendas (300 a.C.); Propileos del santuario (siglo V a.C.) y monumental escalera que conduce a la stoa en forma de D y al sitio arqueológico; Stoa helenística del año 200 a.C. con sus 42 columnas. Una inscripción romana dice que la muralla helenística que rodea la acrópolis y sus torres, fueron restauradas a expensas de Aelius Agetor, sacerdote de Atenea en el siglo II. De gran interés el Castillo de la Orden de San Juan (1.317) aunque solo las torres del Este y del Sureste sobreviven y con él la Iglesia de San Juan, ortodoxa-griega del siglo XIII construida sobre los restos de otra del siglo VI.

Viajar nunca es malgastar el dinero, pues aprendemos y nos hace mejores...

RAFAEL FABREGAT

30 de mayo de 2012

0695- ASI SE ESCRIBE LA HISTORIA...

REEDICIÓN.
Con demasiada ligereza escribimos o leemos hechos ocurridos en tiempos pasados, sin pararnos a pensar como se desarrollarían tales acontecimientos y como los sufrirían o los disfrutarían aquellas gentes que los vivieron en primera persona.
- En tal fecha se llevó a cabo la Batalla de no se cuantos... 
Vale sí, pero ¿quien piensa en aquella gente que sin comerlo ni beberlo se enfrentó y resultó gravemente herida, mutilada e incluso perdió su vida por los intereses de cuatro ambiciosos gobernantes que miraban la batalla desde lo alto de una loma, mientras aquellos desgraciados perdían sus vidas?. Después de todas aquellas luchas, aquel dolor sobrehumano y aquella pérdida de vidas en el campo de batalla, dejando mujeres e hijos abandonados en sus míseras casas, sin apenas nada que llevarse a la boca... ¿Qué dice de ellos la Historia?. Todo aquel dolor y aquellas vidas humanas perdidas por la ambición de los canallas de turno, los resume la Historia en unas líneas en las que se cita al que ataca y al que defiende desde el otero. Los que abajo se matan, no cuentan para nada ni para nadie.

- Murieron tropecientos mil de éstos y tropecientos mil de aquellos...

Si, si pero, ¿quienes eran?. ¿Como eran?. ¿Qué pasó con sus familias?.
En este momento de la Historia y tras cuatro largos años de mísera existencia por la crisis económica que vivimos, las noticias que tenemos cada día en prensa, radio y televisión, no pueden ser más negativas. España se hunde, como antes se hundió Grecia, sin que nadie sepa como atajar el problema. Si nadie lo remedia, también se hundirá Europa. Quiebran los bancos y las arcas de los Estados están bajo mínimos, viviendo del dinero que otros prestan intentando que el barco se mantenga a flote a costa de intereses desproporcionados y cuyos los depositantes no cobran un solo céntimo.  
Sin embargo no hay que tener un "máster" en económicas para saber que son justamente las ayudas las que acabarán hundiendo la embarcación al
 más profundo de los abismos. Nadie conoce esto mejor que banqueros y gobernantes, pero ¡mientras suceda mandando los otros...! Todos sabemos que nadie puede endeudarse por encima de sus posibilidades. Cuando no se tiene en cuenta esa premisa, los intereses superan a los ingresos y la deuda no se puede devolver nunca, quedando a merced del prestamista, ¡y eso es lo que está ocurriendo ahora!. Si llegas a ese punto sin retorno dejas de ser libre para convertirte en esclavo de aquel que te ha prestado el capital, el oxígeno con el que has respirado hasta entonces. Antiguamente, cuando no se podía devolver una deuda, mataban al acreedor. Esa ha sido siempre la historia del pueblo judío. 

Como incansables hormigas, apenas conseguían reunir unas monedas ya se las prestaban a sus vecinos con el consiguiente interés. En pocos años el capital inicial se había multiplicado mil veces y sus clientes dejaban de ser gente vulgar, para pasar a ser
 reyes y gobernantes. 
Las guerras continuas precisaban de grandes cantidades de dinero que los reyes no siempre tenían, pero allí estaban los judíos que no podían negar el préstamo a quien era dueño y señor de todo cuanto allí había. Todo iba viento en popa si la batalla se ganaba y el deudor devolvía el dinero. Si la batalla quedaba en tablas y el deudor podía ir pagando (al menos los intereses) nadie se quejaba tampoco. Pero las guerras también se perdían y aquellos que ocupaban el nuevo trono nada querían saber de las deudas del perdedor. Ante la insistencia del acreedor por cobrar lo que se le debía solo había dos caminos. Cederle el reino que avalaba la deuda  o cortarle la cabeza al prestamista. Por ser la más rápida y sencilla, como es natural, la segunda opción era la que se empleaba. Entonces, como ahora, recibir prestado un dinero para hacer realidad nuestros sueños, resulta mucho más fácil que devolverlo.

Cuando las cosas van bien, devolver un préstamo con sus correspondientes intereses no es nunca fácil pero, hacerlo en las actuales circunstancias de crisis profunda, se hace prácticamente imposible. Las soluciones siguen siendo las mismas: perder el bien que has adquirido y que ya tienes a medio pagar o matar a quien te ha otorgado el crédito. Siglos atrás el acreedor era una sola persona y su asesinato era posible, pero los Bancos de ahora son miles de indivíduos y nadie en concreto, con lo cual eliminar a quien nos ha concedido el préstamo resulta imposible. No nos queda otra alternativa que perder esa casa, ese solar o ese coche de nuestros sueños, con el hándicap de que además quedas deudor de una parte del préstamo. Para satisfacer la deuda no es suficiente con que pierdas el bien adquirido, ya que éste se ha devaluado y ya no vale el dinero que tu has pagado por él. 

Quedas pues endeudado y sin bien, es decir: ¡sin plumas y cacareando!. Muy probablemente incluso en una "lista de morosos" que jamás te permitirá poder acceder a un nuevo préstamo y ni siquiera poder disfrutar de una simple tarjeta de crédito, hoy tan popular entre la ciudadanía. Cuando eso sucede, las siete plagas bíblicas caen sobre ti, sobre tu casa y sobre tu familia. Para colmo de desgracias puede que hasta tu mujer quiera apartarse de quien ella considera que es el apestado que ha provocado tan siniestra desgracia. 
- ¡Eres un desastre!. ¡Ya te lo dije! -sentencia. Y adiós muy buenas...
Si tienes suerte te echarán a la calle, como un perro sarnoso, pero también puede ocurrir que la mujer se quede con la casa y tu con la deuda, sin poder levantar cabeza en lo que te resta de vida. A cambio, naturalmente, podrás ver a tus hijos dos fines de semana al mes, mientras el resto del tiempo estarán con su nuevo papá al que llaman "el tío Alberto-José"; un cubano de 1,90 y de 120 kilos de peso, que tiene a tu mujer "contenta como unas castañuelas". 
Mientras esto sucede, tú habrás tenido que volver a vivir con tus padres por no pudrirte en la calle, puesto que el mísero sueldo (y que no falte) apenas te alcanza para la pensión que tienes que pagar a tu mujer con el fin de dar sustento a tus hijos y al cubano. ¿Qué le vamos a hacer?. ¡Así es el momento actual que estamos malviviendo!.

¡Es lo que hay!.
Con los Bancos hundiéndose y quienes gestionaron la quiebra, marchando a sus casas "de rositas" y con indemnizaciones millonarias.
Los banqueros y los gobernantes son razas inteligentes, trabajadoras y judías. ¡Por eso están donde están!. Nunca hubo paz para ellos, pero sus arcas siempre estuvieron repletas. También por eso nunca escarmentaron. 
Conocen el terreno que pisan y saben perfectamente que la ambición da buenos frutos, por eso cierran los ojos ante el riesgo del que siempre salen victoriosos. 
En todo caso, si el barco irremisiblemente se hunde, serán los depositantes y no los banqueros quienes queden con el culo al aire. Gobierno y Capital son una misma cosa, que nadie lo dude y los lobos nunca se muerden entre sí. Caiga quién caiga primero, el otro le echará un salvavidas pero, ¿alguien nos lanzará a nosotros, aunque solo sea una soga podrida con la que probar suerte?. Seguramente no.

Al final del banquete los lobos se marchan y es entonces cuando hay cabida para los cuervos. Pobres inocentes... con depósitos preferentes que, por cobrar un punto más de interés, llenaron las arcas que permitieron a los lobos engordar mientras ellos lo perdían todo. Algún hueso siempre queda. Lo que sí está claro es que la Historia la escribirán los lobos y a su manera. Para que pueda repetirse y para que aquellos que la lean, unas décadas después de que esto acabe, puedan saber que fueron ellos la raza inteligente que consiguió acabar con la crisis y que devolvió a Europa y al mundo la tranquilidad económica necesaria. 

No importa quién murió en la batalla, ni quien se enriqueció con ella. Eso es irrelevante. Lo que interesa es el hecho innegable de la caída y de la posterior recuperación. Nadie se acordará de los inocentes cuervos, que aportaron las semillas para la productiva siembra...

RAFAEL FABREGAT

29 de mayo de 2012

0694- EL MONASTERIO DEBRE-DAMO

Si no estás ágil, tu te lo pierdes. No hay otra forma de acceso a este Monasterio, que la cuerda que se balancea en lo alto del acantilado. Debre Damo no es un lugar apto para todo el mundo; ni todos los que quieren subir están preparados, ni todos los preparados pueden subir y ello es así porque en este lugar no se aceptan visitas de fémina de ninguna especie. Bueno, últimamente parece ser que tienen gallinas y gatas... ¡Eso sí!. El dificultoso lugar está ubicado en la región de Tigray, al norte de Etiopía y sobre un acantilado de 30 metros de altura, siendo la citada cuerda su única forma de acceso a la cima. Se trata de una montaña con forma de meseta y rodeada completamente por ese acantilado de acceso prohibido. El permiso de acceso al lugar se limita al hecho de que los vigilantes permanentes de la entrada, tiren o no la cuerda que te ayude a realizar la escalada. 

Se considera que este lugar sagrado es el de acceso más complicado del mundo y su escalada es completamente caótica el 24 de Octubre de cada año, día de peregrinación para cientos de visitantes, que se cuelgan a la cuerda intentando un ascenso muchas veces imposible. Las escasas dimensiones del lugar de entrada y el ansia de los viajeros de subir a un mismo tiempo, provocan auténticos problemas y peligros en la pared que precipitan a algunos hacia el abismo. Sin embargo ellos siguen intentándolo y van subiendo hasta la entrada que da acceso a la cima. U
na escalera excavada en la roca te permite acceder después a lo alto de la montaña, una planicie de un kilómetro de largo por unos 400 metros de anchura y de vistas impresionantes, pero la bajada debe hacerse obligatoriamente por el mismo lugar de acceso y no hay año en el que no ocurran fatales accidentes puesto que las medidas de seguridad son totalmente inexistentes.

San Miguel Aregawi (Abune-Aregawi) 
fue el monje sirio que fundó esta iglesia en el siglo VI y al que la leyenda dice que una serpiente le ayudaba a acceder al lugar. Hoy aquella serpiente imaginaria está sustituida por una gruesa cuerda de cuero trenzado.

Además de ser el fundador, Aregawi es uno de los nueve santos que predicaron el cristianismo en las tierras de Etiopía y Eritrea. Según dicen los etíopes, Debre Damo es la iglesia más antigua de las que se mantienen intactas en el país. Gracias al difícil emplazamiento, en ella se guardan también algunos de los manuscritos más antiguos del cristianismo etíope.  
Cada mes de Octubre se conmemora la fundación del monasterio y exaltación al santo Aregawi. Centenares de peregrinos llegan al lugar con sus mejores galas y pretenden subir hasta el monasterio a fin de acceder al agua bendita que, desde depósitos naturales o excavados en la roca, se imparte para purificar a todos los fieles y para librarles de todos sus males. 

La llegada de peregrinos es de tal magnitud que es materialmente imposible el acceso de todos. Ese día el caos reina en el ambiente y en la pared de acceso al recinto, siendo lo más natural que alguno de los fieles se precipite al vacío. 
 Sin embargo el problema solo es tal si la caída se produce en el ascenso ya que, al regreso, el peregrino está limpio de todo pecado y su salvación es inminente. Cuando una de esas caídas se produce, los peregrinos lanzan al unísono un fuerte sonido gutural similar al de las celebraciones bereberes. Con él se pretender hacer notar la divina fiesta que supone la salvación del alma del peregrino en cuestión, que ha ofrecido su vida al Debre Damo, en su día más especial. No es pues momento de pena, sino de alegría.

Visitar Debre Damo significa viajar hacia el norte de Etiopìa y aproximarse a su frontera con Eritrea. La presencia de soldados con su correspondiente fusil aumenta minuto a minuto. Llegar a este lugar tan especial parece ser que es mil veces más fácil de lo que era antaño pero, para conseguirlo, hay que circular durante un tiempo interminable por una pista llena de piedras y baches enormes, dejando atrás pueblos fantasma rodeados de higos chumbos. Allí, en lo alto, el monasterio espera ansioso al turista despistado. 
No resulta extraño que el visitante se encuentre algún grupo de lugareños rezando por algún ser querido que se ha despeñado al pie de la montaña días atrás.  Mientras piensas si subir o volver sobre tus pasos, el monje lanza la cuerda desde lo alto. No cabe pensar que alguien vaya allí para volverse sin llevar a cabo la visita.  Cabe la posibilidad, claro está de optar por la no escalada pero esto significaría una afrenta. Es su territorio. Sin embargo, que te suban como si fueras un saco de patatas... ¿Y si el monje agota sus fuerzas y suelta la cuerda?. En fin, si Aregawi subió cogido a una serpiente... ¡mejor puede hacerlo el visitante atado a una cuerda!.

Una vez arriba los monjes salen a recibir al viajero y, previo "donativo", cumplimentan la hoja de visita. 
Sorprende que una iglesia de antiguas y rudimentarias paredes de piedra quemada por el sol abrasador, exhiba una cubierta tan sumamente moderna, pero así es. 
Por lo visto la primitiva se caería muchos años atrás. La iglesia está muy oscura. Hay que descalzarse para poder visitarla. Hecho esto los monjes se muestran amables y enseñan al visitante su libro litúrgico escrito en latín etíope (geez) con gran profusión de grabados de vistosos colores. 
También te muestran algunas antigüedades y cachivaches de toda índole r
egalados quizás por los peregrinos autóctonos en su visita anual al monasterio.
El monje de la puerta acaba de cumplimentar el papel que acredita el cobro de los 100 birrs (10 euros) que vale la entrada para los extranjeros. Te muestran también el campanario y las habitaciones de los monjes así como un viejo cementerio donde reposan los antiguos servidores de Dios que ya descansan en paz. Tras visitar el recinto la senda nos devuelve a la entrada de la iglesia. 

Allí esperan los monjes para bajarte al pie de la montaña,  trabajo mucho más fácil y rápido que la subida. Antes, naturalmente, hay que pagarles nuevamente. Son 20 birrs para cada uno, 2 euros en total. Es poco para los europeos, pero todo un atraco para ellos que se sonríen ante la facilidad con la que -los que ellos entienden como chiflados viajeros- sueltan el dinero sin que parezca importarles. Lo tienen ya muy aprendido. Hay que sacarles el dinero a los turistas, que pagan con creces su inicial afán de curiosidad y sus posteriores ganas de abandonar con rapidez ese recinto de tan elevadas miras. 
Cuando el visitante llega abajo, al pié del acantilado, el cortejo fúnebre no se ha disuelto todavía, quizás no había tal cortejo y solo esperan también su propina. Ellos miran al foráneo, pero no osan pedirle. Sin embargo, si éste saca unas monedas, las cogen con la misma rapidez que cesan sus llantos y rezos. En este planeta, la autenticidad ya no existe. ¡Que le vamos a hacer...! De todas formas, ¡que no, que no!, yo no pienso subir 30 m., ni  con cuerda ni con capazo. La primera porque no puedo y la segunda porque no me fío. Como ellos ya han cobrado...

RAFAEL FABREGAT

28 de mayo de 2012

0693- CABANES, UN PENTECOSTÉS DIFERENTE.

REEDICIÓN.
El tiempo pasa. Poco se acuerdan ya de aquella idílica estampa con la llegada del Espíritu Santo llevando la llama de la fe y de la sabiduría a los apóstoles de Jesucristo y a todos los hombres. 
Atrás quedaron cuarenta años de dictadura y con ella buena parte de las creencias que no eran tales, del amor a la patria franquista y a las cosas de la iglesia que aquellos mandamases propugnaban. 
Hasta en el más pequeño pueblo de este estado plural y aconfesional se cambió el alumbrado  público y en todos los rincones del país se hizo la luz, desapareciendo las tinieblas. 
En nuestro querido pueblo también, ¡quien lo había de decir...!

Con las calles iluminadas y un televisor en cada casa, acabaron los juegos 
de la chiquillería en la calle, en las noches veraniegas. Acabó el juego del "pote", el de "la busca amagá" y el pegarles cuatro achuchones y algunos besuqueos a las vecinitas buenorras en "les pallises" que salpicaban el vecindario de los que vivíamos en las afueras. 
Eso se perdían los que vivían en "las adentros". ¿Para qué si no gustábamos los niños de ir a las eras y pajares extramuros? ¿Acaso hay alguien a quien pueda gustarle que se le pegue la paja a la sudorosa piel, si no es teniendo debajo a alguna guapa chavala?. 
Pues eso hacíamos nosotros, dejar que se nos pegaran las pajas a la piel.

Así pasaban las semanas para los muchachos de la década de los 50/60, sin conocer el euro y sin llevar una sola peseta en el bolsillo. 
Cinco días de "cara al sol", uno de confesión general y otro de misa obligatoria. 
Pero, ¿alguien podía pensar que aquello nos hacía mejores?. ¿Acaso podían pensar los piadosos hipócritas, que machando a los jóvenes, irían ellos al cielo?. ¡Por favor!. Ni yo ni nadie podía creer que eran tan tontos pero, en aquellos tiempos, se vivía mejor aparentándolo...
Mande quien mande y se diga lo que se diga, cada cual es lo que es y el que diga otra cosa miente como un bellaco. En la escuela, t
oda la semana anterior lecturas y dictados tenían como base primordial la fiesta de Pentecostés y consiguiente llegada del Espíritu Santo. 
La llama que desde el cielo se instalaba sobre las cabezas de los apóstoles. ¡Vaya atraso!. ¿Acaso no sabían de sobra, maestros y sacerdotes, que el Espíritu Santo y el mismo Dios están permanentemente con nosotros... sin necesidad alguna de ir a la iglesia y sin imposiciones dictatoriales?. Porque yo, señores, creo en Dios; pero no en aquellos que con una mano predican su palabra y con la otra la prepotencia y el interés particular. Somos muchos los que, justamente por su culpa, queremos creer y no podemos hacerlo. 

El amor y la caridad se predican con el ejemplo, no con la palabra y eso no es lo que ellos hacen. Hay de todo, claro está. De vez en cuando hay alguno bueno y sincero pero, en fin...

Como toda nuestra comarca conoce, el pueblo de Cabanes celebra (celebraba) de un modo especial este segundo día de la Pascua de Pentecostés. 
Cada año, en esta fecha, el pueblo quedaba vacío para acompañar a nuestra patrona "la Mare de Deu de les Santes" de vuelta a su bonita ermita en el Barranc de les Santes o de Ritxer, un kilómetro más allá del antiguo "Molí de Monferrer", que tan buen servicio de molienda daría en tiempos lejanos a todos los masoveros de la zona.
He dicho "celebraba" porque un complot entre dos vecinos de la localidad, uno al menos ateo, cambiaron esta fecha emblemática del lunes de Pentecostés por el domingo anterior.
Se dijo que era para que los jóvenes (estudiantes) pudieran acudir a la cita, pero lo cierto es que con este cambio se destrozó la fiesta local más esperada del año por todos los vecinos y actualmente ya no van ni los jóvenes ni los viejos.
¿Qué le vamos a hacer?. Yo quiero creer que el cambio se hizo para bien, pero los pueblos que no cuidan las tradiciones se quedan sin ellas y solo un verdadero milagro, que nunca se produce, haría que las aguas volvieran a su cauce.

Un kilómetro más allá de la ermita y morada de nuestra querida patrona, la "Mare de Deu de Les Santes está el "Racó dels Pardos", finca y morada de aquel "masover" y vecino especial de Cabanes
 (mi bisabuelo Manuel Bellés) al que nadie ha nombrado jamás, a pesar de tener tanto que agradecerle. 
Pocos saben que fue él quien, de forma totalmente desinteresada y gratuita, dio las aguas con las que conseguía alimentar a su familia, para que todo el pueblo de Cabanes aplacara su sed. Sería voluntariamente o bajo amenazas, no lo sé, pero la dio y su familia, con no menos de media docena de hijos, quedó desamparada.
Hubo grandes fiestas y agasajos aquel día 27 de Septiembre de 1.925 para el Delegado Valera, que gestionó permisos y ayudas para traer las excelentes aguas al pueblo de Cabanes, pero nadie se acordó de ofrecer el más mínimo agradecimiento y respeto a quien proporcionó las aguas de las que comía y bebía toda su numerosísima familia (la dels Pardos).
Ni la más mínima mención se le hizo a la familia propietaria de los terrenos donde nacía y nace tan extraordinario manantial. Para más inri, ni siquiera se le ofrecieron las aguas sobrantes, de las que algunos "amigos" de las autoridades del momento se beneficiaron de por vida. 
Así es este mundo de injusticias permanentes y de lameculos interesados, que hacen y deshacen a voluntad.

El primer domingo de Mayo la Virgen del Buen Suceso, bonito nombre que también llevaba mi madre y que ya no se le pone a ninguna niña en la actualidad, preside la fiesta grande entre sus devotos cabanenses. 
Ese es su día más especial. Para que ello sea así, el día anterior es subida en andas al pueblo desde su ermita y queda esperando en la Iglesia del Cristo del Calvario la apoteósica entrada a la población. Una entrada a la que históricamente han acudido jóvenes y viejos, creyentes o no en las cosas de la Iglesia. Porque, se diga lo que se diga, los curas no son más que hombres plagados de defectos como todos los demás y la Virgen del Buen Suceso es "la nostra Mare de Deu de les Santes", "la Barranquera", la que nos une a todos, creamos o no en esas cosas. No nos une la Iglesia, pero nos une el amor a la Virgen y la tradición, algo que mucha gente no llega nunca a comprender pero que está ahí, presente en la mente de la gente buena, la que no brilla en la sociedad y tantas veces queda mirando la procesión tras un viejo cañizo.

La buena gente es esa, que nadie lo dude. Los buenos no son los que mandan, sino los que obedecen; no los que rezan, sino los que dicen amén. Esos son los buenos.

Como cada año, el lunes de Pentecostés, Cabanes al completo estaba diseminado por aquel histórico barranco de Ritxer. 
Como es costumbre local, a las ocho de la mañana la Virgen sale de la Iglesia Parroquial y por el recorrido de costumbre (calle de San Vicente, plaza dels Hostals y calle del Calvario) llega a su primera capillita del recorrido. Allí, en el barrio del Calvario y a escasos cien metros de nuestra riera del Ravaxol, se vuelve hacia el pueblo en una emblemática despedida de sus hijos cabanenses. Muchos son los que van a despedirla y a cantarle la última "Salve" entre las paredes de este pueblo que es el suyo. Después de los consiguientes vítores, la Virgen del Buen Suceso, nuestra "Mare de Deu de les Santes",  inicia el camino hacia su ermita. No lo hace sola, sino que son muchos los vecinos que la acompañan en este recorrido, que todos saben es, en parte, diferente al de su llegada.

Tras la despedida, buena parte de aquellos que quedan mirando como se aleja la Virgen de la población irán después a sus casas para recoger los víveres y pertrechos necesarios para pasar el festivo día entre familiares o amigos pero siempre junto a nuestra Patrona. A pesar de los peligros y prohibiciones por tratarse de un entorno totalmente boscoso, en el llamado "Barranc de les Santes" se encenderán centenares de fuegos y se harán otras tantas barbacoas y paellas junto a la propia maleza, sin que nunca se haya sufrido ningún contratiempo. En un día de romería sin parangón, los vecinos de Cabanes marchan hacia aquellos parajes en los que se olvidan viejas rencillas y donde la camaradería preside la relación de unos y otros que brindan (quizás demasiadas veces) por la salud y la fiesta. Últimamente el Ayuntamiento suele colaborar con una paella monumental a que la armonía no falte y cuando la comida ya está bien asentada en los agradecidos estómagos, llega el momento en que el popular "Bertín", o quien corresponda, desgrane las notas del primer pasodoble.


Las escasas lluvias hacen prever una inmensa polvareda en la replaza que acoge estos eventos frente a la ermita. Naturalmente las autoridades reclamarán el conveniente riego de la "pista de baile" pero, aún así, la polvareda estará sin duda presente puesto que el ardor de los bailarines está siempre garantizado; por la buena disposición y por el mucho "trasiego" de bebida realizado durante toda la mañana y tras la comida del mediodía. 

"Hara pague yo y hara pagues tú" el bar ambulante de "La Tahona" garantiza su caja y el buen ambiente de la fiesta. Ocho metros cuadrados sobre ruedas, donde los carajillos y los cubalibres, servidos por cuatro personas ininterrumpidamente durante doce largas horas hacen nublar la vista de más de cuatro y algunos incluso se atreven a cantar sobre el improvisado escenario, mientras otros bailan sobre los contenedores de basura. Esperamos y deseamos que sean pocos los que se caigan en las balsas de agua y que ninguno de ellos lo haga a los bancales de abajo, destinados a los domingueros ocasionales
Y, por favor, sin taponar el camino de vuelta. ¡No sea cosa que haya alguna parturienta...!

RAFAEL FABREGAT

27 de mayo de 2012

0692- NATRÓN, EL LAGO DE LA MUERTE.

Hay lugares que no parecen de este mundo y el Lago Natrón es uno de ellos. 
Está en Tanzania, en el valle del Rift. 
Es allí donde se encuentra este lago salobre, un lugar inhóspito donde solo los Masais y grandes bandadas de flamencos saben como extraerle a este medio hostil la exigua riqueza que contiene.
El lago, teñido de un fuerte color rojo, debe su aspecto a la peculiaridad de las algas que son capaces de criarse en este agua tan corrosiva y que debidamente tratadas, ofrecen a animales y humanos su nutritiva composición. 
Sobre el agua pueden apreciarse numerosas formaciones de carbonato sódico que, en forma de espiral, salen de las profundidades a través de géiseres. 
También las orillas del lago se decoran con lechosas espumas de sosa que le confieren un aspecto impropio de este planeta. 
Sin embargo la vida es casi nula y solo los flamencos y su contemplación le confieren una estampa idílica al paisaje. Resulta extraño el comportamiento humano, pues no deja de ser curioso que un medio tan agresivo para la vida humana se haya convertido en una atracción turística obligada para todos aquellos que, procedentes de los safaris de Nairobi, hacen noche en este mágico lugar de camino a lugares tan bellos como el Ngorongoro o Kenia.
 
¿Qué belleza tiene la muerte?. Entiendo que las agencias de viajes no tengan otro lugar más paradisiaco donde realizar la obligada pernoctación de sus clientes entre uno y otro destino, pero espero que un hospedaje de tan elevado precio sea en la falda del volcan Ol Doinyo Legai y no a orillas de un lago tan putrefacto. Al menos el volcán tiene finalizado su cono desde 15.000 años atrás y ningún daño puede causarles a los sufridos turistas. 
Su cima se compone de dos conos, uno de ellos totalmente apagado. El del norte permanece activo, pero solamente por medio de pequeños hornitos que fluyen de forma constante, con escaso peligro para el visitante, aunque la zona está calificada como de alto riesgo.

El volcán Ol Doinyo Legai, de 2.960 metros de altura es mundialmente famoso, justamente por ser el único que arroja tefra y lavas con esta carbonatada composición. Su bajo contenido en sílice le confiere a esta lava una viscosidad parecida a la del agua, siendo la lava más fluida del mundo y con una temperatura de 590º, la más fría que se conoce. Debido a su baja temperatura durante el día esta lava (natrocarbonotita) parece negra, aunque por la noche se torna roja, y blanca cuando entra en contacto con el agua. La permanente erupción de estos materiales es responsable de la tranquilidad de la zona y de la creación del Lago Natrón y sus peculiaridades. De todas formas hay que reseñar que cada 25 años aproximadamente suele haber algún episodio de erupción de cenizas que finaliza en breve plazo, volviendo a la normalidad de su contínua expulsión de lava carbonatada. 

El nombre del volcán viene de los Masai y significa Montaña de Dios. 
Los Masai creen en un solo dios, el Orión-Ngai. 
Sorprendidos identifican y miran con simpatía un atlas estelar que muestra a su Dios (la constelación de Orión) con su famoso cinturón denominado "Las tres Marías" y la nebulosa de Orión, también denominada M-42, visible a simple vista. 
La nebulosa de Orión es el punto estelar más visitado por los astrólogos, a pesar de estar a una distancia de la Tierra de 1.270 años/luz. En un diámetro de apenas 20 años luz están instaladas alrededor de 2.000 estrellas, hecho que se convierte en una maravilla estelar, perfectamente visible con un sencillo telescopio e incluso con unos simples prismáticos.  

Para los Masai hay un solo Dios (Ngai) pero
 dos lugares sagrados en los que habita: el primero y principal es el volcán Oldoinyo; el segundo es el cráter Shimo la Mungu, o agujero del Dios Ngai, también próximo al Lago Natrón. 
Los masai creen que, aunque está en el cielo, Ngai también habita el volcán y cuando éste ruge suponen que quiere comunicarse. 
Cuando se pone rojo es que está enfadado y dicen que ¡se parece a los británicos!. Según las creencias Masai, antes Ngai habitaba en una tierra que estaba unida con el cielo, pero un día cielo y tierra se separaron y Ngai subió al cielo con el ganado. Al darse cuenta que en el cielo no había hierba lo bajó de nuevo a la tierra a través de las raíces aéreas del árbol sagrado que ellos llaman "oreti" (ficus) encomendando el cuidado del rebaño a los Masai. Desde entonces son pastores con dedicación plena, puesto que les está prohibido trabajar la tierra.(?) Ni siquiera entierran a sus muertos, porque cualquier otra actividad que no sea la de atender su ganado es indigna para quienes tienen encomendada por Dios esa sagrada misión. Cualquier otro trabajo como construir las casas, buscar leña, etc. es cosa de las mujeres. Si ellos hicieran algo más sería un insulto para Ngai. Así funciona este pueblo, que los turistas califican como una forma de vida atrasada, anclada en tiempos remotos, pero... ¡Qué listos (y sinvergüenzas) son los puñeteros...!

RAFAEL FABREGAT

26 de mayo de 2012

0691- POR DETRÁS NO, POR FAVOR.

Lo de Gibraltar ya se pasa de la raya. Puede que España no esté a la altura de Inglaterra, pero aquí burlas pocas. Cuando uno se pasa de bueno, demasiadas veces se le trata de tonto y los españoles, tontos del todo no estamos. Y si no se lo creen, que les pregunten a los franceses. ¡Ya está bién!. ¡Por una montaña, llena de monos y con menos tierra de la que se necesita para plantar una col...! El tema estratégico ya no es lo que era y el dichoso pedrusco no vale una mierda, pero si hay que defenderlo se defiende. Todo menos que cuatro gamberros se rían de nosotros, como se han reído, y se siguen riendo, de decenas de países a lo largo de la Historia. Si no se hubieran pasado la vida como garrapatas, chupando la sangre de los demás, es probable que no tuvieran el poder y la riqueza de la que tanto presumen. Sin embargo, ¡qué le vamos a hacer!. 

El mundo es un "lameculos" gigantesco. Es defecto de la humanidad que le corten las manos al que roba una patata, mientras que al que roba millones, países enteros y hasta el bienestar y la vida de las personas, le den palmaditas en la espalda, al tiempo que todos quieren ser sus amigos. ¡Así va este mundo de mierda en el que nos ha tocado vivir...!
El advenedizo de Picardo, califica a la Guardia Civil española de "Fuerza Paramilitar" por defender los intereses de los pescadores españoles que no hacen otra cosa que intentar ganarse el sustento pescando en aguas que España nunca cedió a los ingleses. Los pescadores lo tienen claro: "Allí está el pan de nuestros hijos y no vamos a renunciar a él". Tampoco los habitantes de Algeciras se muerden la lengua: "Es una tomadura de pelo y una chulería por parte de las autoridades de Gibraltar que no consentiremos".

Mayor desvergüenza tiene la alcaldesa de La Línea (Gemma Araujo) que, en lugar de defender los intereses españoles, se alinea con el ministro inglés (Fabián Picardo) y en un acto de política apestosa -puesto que los dos son socialistas- acusa a los pescadores de La Línea y al PP de provocar los incidentes. Si la alcaldesa tuviera dos dedos de frente, ni aún teniendo razón apoyaría la actuación de 
la Royal Navy y de lanchas policiales gibraltareñas en contra de los pesqueros españoles, en un acto claro de apoyo a los invasores. Viejo objetivo de Londres, Inglaterra robó a España el peñón de Gibraltar en 1.704 con la excusa de pretenderlo para el rey austriaco. Los intentos españoles por recuperar la roca fueron baldíos. Los ladrones nunca marcharon de allí y digo ladrones porque, si el robo que supuso para España la obligada firma del Tratado de Utrecht no fue ya suficiente burla, los ingleses hicieron uso y abuso a su antojo de las aguas y del territorio que no les pertenece.

Muy especialmente en aquel sobre el que construyeron su aeropuerto mientras los españoles estaban matándose 
unos contra otros en la guerra civil de 1.936.
Para quien no lo sepa hay que advertir que el renegado español y hoy ministro de Gibraltar Fabián Picardo, es nieto de una española republicana. 
Gibraltareño pues, beneficiado de las becas de estudios y de la manutención que Gibraltar extendió a todos los jóvenes del Peñón que quisieran cursar estudios en el Reino Unido, para asegurarse las voluntades del pueblo "llanito". Como perro agradecido olvidó prontamente sus raíces y se sumó a los intereses británicos, aún cuando éstos tratan de mantener colonias expoliadas mediante tratados forzosos. Sus maestros pueden estar satisfechos, la educación recibida ha calado profundamente en sus neuronas, pero que vaya con cuidado. Ni Madrid ni Londres van a permitirle excesos, aunque por diferentes motivos.

¿Que son si no los Tratados, que una forma de justificar los abusos de los poderosos?. Pues así lo fue el Tratado de Utercht, como tantos otros. El armisticio concedía la paz y reconocía al rey de España en la figura de Felipe V (el primero de los Borbones) pero le obligaba a repartir sus posesiones en Europa y a renunciar en favor de Inglaterra a los territorios de Gibraltar y Menorca. ¿No fue eso un robo?. ¿Qué razón asiste al Reino Unido para seguir justificando la legítima posesión de un territorio que se arranca a la fuerza de sus legítimos dueños?. 
Naturalmente el día 13 de Julio de 1.713 Felipe V firmó ese Tratado, claro que sí, pero con una pistola apuntándole en la espalda. Está claro que a tales documentos se les llama "Tratados de Paz", pero todos sabemos que no son otra cosa que robos consentidos, batallas perdidas en las que cualquier migaja que quieran darnos es mejor que seguir luchando en una guerra sin horizonte alguno. 

Coloquialmente a esa situación, antes descrita, se la llama "estar entre la espada y la pared" y así estaba Felipe V aquel día de 1.713.

Un breve paréntesis para contarles que un excelente retrato suyo está colgado boca abajo en la ciudad de Xátiva (Valencia) ESPAÑA. Para quienes ignoran la historia su contemplación puede ser anécdotica pero, para los habitantes de esta ciudad, exponer este cuadro del revés está más que justificado.
En la Guerra de Sucesión de la Corona Española, justamente aquella que provocó la pérdida del Peñón de Gibraltar a favor de los ingleses, la ciudad de Xátiva apoyó al Archiduque Carlos, frente a su rival Felipe V. 
Tras la victoria de los borbones en la Batalla de Almansa, el año 1.707 la ciudad de Xátiva fue saqueada e incendiada por las tropas de Felipe V, siendo expulsados todos sus habitantes y cambiado el nombre de la histórica villa por el de Colonia Nueva de San Felipe. De esos actos incendiarios de las tropas borbonas les viene a sus habitantes el apodo de "socarrats" (quemados). En señal de desaprobación la ciudad de Xátixa mantiene boca abajo el retrato de Felipe V en el Museo de Bellas Artes del Palacio de L'Almodí. Pero volvamos al asunto que nos ocupa en el día de hoy...

Por si alguien tiene dudas sobre quienes son los que ocupan "nuestro" Peñón de Gibraltar les diré que los ingleses, aprovechando que España estaba desangrándose en plena Guerra Civil, se construyeron un aeropuerto en el istmo español y fuera por tanto de los límites establecidos en el Tratado de Utrecht. Aprovecharse de las guerras civiles, para meter baza y cuchara, parece muy frecuente en la cultura anglosajona. ¡A Dios rogando y con el mazo dando...! 
Ya en 1.704 y mientras España se desgarraba en una terrible guerra civil los ingleses, temiendo una alianza franco-española que les apartase del liderazgo, entraron en la lucha apoyando otra candidatura de su conveniencia. 

El 4 de Agosto de aquel año de 1704 una flota Anglo-holandesa ataca el castillo y ciudad de Gibraltar. La resistencia de los gibraltareños estaba condenada al fracaso, ante la superioridad del enemigo. 
El almirante inglés (Rooke) en un acto de la más vergonzosa piratería tomó posesión de la plaza no en nombre del archiduque Carlos (al que representaba) sino en el de la reina inglesa Ana. 
La Enciclopedia Británica, en su edición de 1.879, volumen 10, página 586, reconoce lo taimado de una acción personal que pone en entredicho el honor de Inglaterra. Sin embargo aquel episodio solo sería el primero de una larga lista de abusos, motivo por el cual Felipe V intentó recuperar la plaza aquel mismo año, sin conseguirlo. Tras firmarse el Tratado, los ingleses ocuparon militarmente la Torre del Diablo a Levante y el Molino a Poniente, tierras que no figuraban en el Tratado. 

El Tratado de Madrid de 1.721 fue ratificado por España a cambio de la restitución del Peñón. El rey inglés Jorge I envió la carta pero, una vez conseguida la firma de España, faltó a su palabra y la restitución no se llevó a cabo. E
n 1.723 y con una desfachatez sin límites, el ministro William Stanhope sostenía que Inglaterra tenía derecho a ampliar el área cedida en el Tratado de Utrecht a todo el territorio alcanzable con la artillería de la plaza. ¡Qué lástima que no tuvieran entonces los misiles actuales!. En 1.815 una epidemia de fiebre amarilla fue aprovechada por los británicos para ampliar la zona de ocupación. En 1.854 otra epidemia y la generosa ayuda española fue aprovechada por los ingleses para ampliar su territorio. En 1.908 Inglaterra construye una verja (el muro de la vergüenza berlinés) para asegurar el territorio esquilmado a España en las décadas anteriores. 

Carente de escrúpulos Inglaterra se mantiene ahí, en base al texto del "Atraco de Utrecht"
donde se pone fin a la Guerra de Sucesión Española a cambio de la cesión de una parte de su territorio, en una legitimidad que España nunca aceptó puesto que la firma de dicho Tratado fue una imposición bélica en toda regla. Por si aquel atraco no fuera ya suficiente, Inglaterra defiende también con uñas y dientes todo cuanto ha podido "arañarle" a España desde entonces, incluido el territorio ganado al mar, a base de miles de camiones de tierra y piedras. Bestia hambrienta, ahora quiere sumar las aguas limítrofes impidiendo al pescador español poder ganarse el pan con el que alimentar a sus familias. ¿Qué más querrán después?. Seguramente que nos bajemos también los pantalones. Pero, ¡alto ahí!. ¡Por el culo no, por favor...! ¡Ahgggggg!. (Pues sí, por ahí también...)

RAFAEL FABREGAT