9 de agosto de 2011

0449- EL PRINCIPADO DE ASTURIAS. (CCAA)

Como se indica en el título, la entrada de hoy trata a Asturias como una más de las diecisiete Comunidades Autónomas de las que conforman el territorio español. 
Es una comunidad uniprovincial de la que es capital la ciudad de Oviedo (225.000 h.), aunque la ciudad más poblada es Gijón (300.000 h.) 
La región ocupa un total de 10.604 Km2. en los que habitan 1.200.000 personas aproximadamente. 
Es una comunidad histórica y según sus estatutos de autonomía posee un órgano de autogobierno medieval fundado en 1.388 por Juan I de Castilla al convertir el territorio en principado. También tiene lengua propia (Bable) aunque no es oficial.


El territorio del Principado de Asturias coincide en gran medida con el otorgado a los astures por el emperador Vespasiano en el año 69 de nuestra era. Esta división administrativa estaba delimitada por los ríos Sella y Navia y fue denominada como Conventus Asturum.
Se encuentra en la costa septentrional española, lindando al norte con el Mar Cantábrico, al sur con la provincia de León, al este con Cantabria y al oeste con la provincia de Lugo. 
Su plato típico es la fabada asturiana y la bebida que caracteriza a esta región es, sin duda alguna la sidra, jugo de manzana fermentado.


Su población se caracteriza por tener la mortalidad más alta de España y también la de menor natalidad por lo que, a pesar de la llegada de extranjeros (4%) sus habitantes van en descenso desde 1.987.
De su arquitectura popular destaca el hórreo asturiano de características tan particulares como su desmontabilidad y su derivación a la Panera, de hasta 100 m2 de superficie cubierta, a fin de cobijar las diferentes cosechas de maíz y fabes, con pasillos exteriores que permiten el perfecto secado del producto. 
Las antiguas comunicaciones comerciales con la meseta se establecieron a través de la Vía de la Plata, ruta que llegaba hasta la ciudad de Sevilla.



El nombre de Asturias proviene de los antiguos pobladores (los astures) que habitaban las orillas del río Esla (entonces Astura) antes de la dominación romana. 
La llegada de los romanos, entre el 29 y el 19 a.C. trajo consigo la explotación minera aurífera y el nacimiento de numerosas villas romanas. Sin embargo las minas se agotaron hacia el siglo III y los romanos perdieron el interés por esta región. 
Los alanos y visigodos viendo la escasa presencia romana, ocuparon el territorio en el siglo VI. 
A principios del siglo VIII llegó la invasión musulmana pero Godos y Astures se enfrentaron en el 722 contra los moros en la Batalla de Covadonga derrotándolos e iniciándose con esa victoria, dirigida por Don Pelayo, la formación del reino cristiano que recuperaría grandes territorios a los moriscos. 
De ahí nacería el reino de León y todos los reinos cristianos que le sucedieron.



A pesar de que la población de la región está en descenso, se ha detectado un ligero aumento de habitantes en Gijón y en Oviedo, que son las dos ciudades asturianas más importantes.
El sector primario, anteriormente de la máxima importancia y basado en la ganadería y la agricultura, ha quedado reducido al 6% de la población activa siguiéndole el secundario que da empleo al 30% de la mano de obra y que se basa en la industria de todo tipo. La concentración de la población en los centros urbanos y el aumento del turismo hacen que el 65% del empleo sea en este momento del sector terciario, porcentaje que va en aumento.

Aparte del atractivo de los diferentes destinos costeros es de gran interés la visita al Santuario de Covadonga y sus lagos, pero no hay que olvidar la catedral de Oviedo ni las joyas prerrománicas de Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo, las dos del siglo IX. 
Santa María, a 3 Km. de Oviedo, fue residencia real de Ramiro I en el año 848 convertida posteriormente en iglesia, mientras que San Miguel es un templo situado en pleno centro de la ciudad.
La costa asturiana no tiene parangón pero, entre sus joyas más destacadas Cudillero es una de las que más brillan... Un pueblito marinero, tan bonito como pequeño, repleto de mariscos recién capturados y cocinados con el esmero de pescadores de toda una vida.

RAFAEL FABREGAT

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