3 de junio de 2011

0380- LIBERTADES DEL MUNDO ACTUAL.

ATENCION.- Esta entrada puede herir la sensibilidad de algunas personas. Si eres persona hipersensible, puede ser conveniente que no sigas leyendo.

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En el tema del aborto y en otros muchos, es muy común decir que ¡es lo que se lleva y lo que hacen todos! pero esto no es así. Todos no hacen lo mismo, porque todos no somos iguales. Cada cual tiene sus ideas y sus principios y por lo tanto, el que uno piense que realizar un aborto es lo lógico y natural cuando una persona no esté preparada o no quiera tener un hijo, a otro le puede parecer un asesinato. Ya sé que la palabra es muy fuerte, pero creo que está justificada y mucho más todavía cuanto el ser eliminado es tu propio hijo, no nos equivoquemos... 

Tú aún no lo has visto, pero él ya está concebido y a la sola espera de madurar lo suficiente para venir al mundo con garantías de supervivencia. 
Aunque todavía le falte mucho tiempo para nacer y por muy mal que te venga tenerlo en ese momento, lo que tienes en tu vientre es un hijo. De mayor o menor tamaño, según las semanas de gestación, quien allí espera y a quien puedes ver perfectamente a través de una ecografía, es un ser humano muy especial puesto que es sangre de tu sangre. Si te haces una ecografía, lo que allí verás será a tu propio hijo... y verlo será amarlo. Yo, siempre tan confiado, creo sinceramente que si la gente se planteara seriamente la realidad de esta cuestión, un porcentaje elevadísimo de mujeres serían incapaces de abortar. Aunque por diferentes motivos, algunas madres no pueden hacerse cargo de ese hijo que hay en camino y abortan... Lo hacen porque no son conscientes de que matan a ese hijo que espera indefenso en su vientre. 

Solo piensan que tienen un problema, que con esa actuación se resuelve. Quienes son conscientes de la realidad, por muy mal que les venga el tener un hijo en determinadas circunstancias, no pueden dar ese paso y siguen adelante con su embarazo. Se diga lo que se diga, abortar es acabar con la vida de un ser humano y si matar a un desconocido ya nos parece horrible, ¿no lo es más matar a tu propio hijo?.

El aborto no es nada nuevo. Sin apenas medios y con gran riesgo para la vida de la madre, los abortos se han llevado a cabo siempre pero, que esto sea tan viejo como la humanidad, no quiere decir que sea ético ni moral y mucho menos que esté justificado. Unas décadas atrás cuando abortar era ilegal y estaba perseguido por la ley, aunque solo fuera por miedo a la justicia, muchas mujeres tenían a sus hijos y los dejaban posteriormente en orfanatos a la espera de una posible adopción. Sea como fuere, ese hijo nacía y mejor o peor vivía su vida. Por mucho que la justicia actual lo ampare, ¿es racional que tu propia madre sea quien acabe con tu vida?. Por mucho que se diga que éste es un mundo donde solo se viene a sufrir, aferrados como estamos todos a la vida, ¿qué responderíamos si, aún dentro del vientre de nuestra madre, alguien nos preguntara si queremos nacer?. 

No creo que ninguno de esos niños respondiera prefiriendo el aborto.
En la foto adjunta no vemos un tumor, ni tampoco un órgano que haya sido extirpado por su mal funcionamiento. Es un bebé de 10 semanas que creyéndose seguro dentro del vientre de su madre, como hemos estado todos en su momento, ha sido destrozado por medio de un aparato de succión y lanzado al fondo de un cubo de basura hospitalario. Por si con la foto anterior no hemos tenido bastante, en la foto siguiente vemos a una niña de 24 semanas sacada mediante cesárea y lanzada posteriormente al mismo cubo que el anterior. ¿Que diferencia hay entre una cesárea practicada a los nueve meses de gestación a una madre que espera ansiosa el momento de ver a su hijo y la cesárea abortiva que vemos en la foto siguiente?. 

¡La diferencia es que lo primero es un parto y lo segundo un asesinato!. Cada cual puede llamarlo como quiera pero, lo que realmente se ha hecho, ha sido sacar del vientre de la madre a un niño inmaduro, pincharle la cabeza con unas tijeras y lanzarlo al cubo donde están los restos de la intervención anterior y donde se depositarán los siguientes. También el médico, si puede llamársele así, necesita tener agallas para llevar a cabo tal atrocidad, por muy legal que sea... 
Como se puede entender fácilmente, ni todas las madres son capaces de dar esa orden, ni tampoco todos los médicos son capaces de llevarla a cabo. Hacen falta cojones, para que esos médicos-verdugos lleven a cabo este trabajo. No se trata de creer o no en Dios, sino de ser un criminal con todas las de la ley, aunque amparado por ésta.

Efectivamente la justicia es ciega pero, aún así, de los 200 países que hay en el planeta 70 tienen prohibido el aborto, excepto cuando esté en peligro la vida de la madre y forzosamente haya que elegir. Así pues, la tercera parte del mundo (más de 2.500 millones de personas) viven en países donde el aborto no está permitido. La cifra no es pequeña y por muy significativa que sea esta realidad, en los países que llamamos "civilizados", la comodidad prima ante todo lo demás. En nuestra latitud y tiempo actual, la moral está muy devaluada y con apenas 12/14 años muchas niñas ya disponen de métodos anticonceptivos. Es más, muchas de ellas ya salen "preparadas" de casa por sus propias madres. Desde luego motivos no les faltan a esas madres para que, no pudiendo vigilar constantemente a sus hijas, se protejan al menos del resultado final de tanta libertad. 
Mi opinión es que solo hay una vida y hay que aprovecharla al máximo pero, para bien o para mal, estamos olvidándonos de muchas cosas que antes eran importantes y más de cuatro empezamos a tener dudas sobre la conveniencia de tanta libertad.

La foto adjunta es de un servidor y de una de sus nietas. No sé si transmite felicidad, pero la hay y naturalmente es el resultado de no abortar. 
Está claro que es un tema muy personal y por lo tanto no seré yo quien diga a nadie lo que tiene o no tiene que hacer. Tampoco voy a decir que esta permisividad que nos brinda la ley actualmente sea buena o mala (allá cada cual con su conciencia) pero si el camino elegido sale mal no nos quejemos, pues muchas veces se suele recoger lo que se siembra. 
La cosecha más prolífica es la mala yerba. Es tan productiva que se recoge en grandes cantidades y naturalmente sin sembrarla, por lo tanto, más aún cuando se cultiva con interés... Este mundo, en el que nos ha tocado vivir, solo crece en egoísmo y escasez de valores. ¡Es lo que hay...!

RAFAEL FABREGAT

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