23 de mayo de 2011

0365- PONER LAS COSAS EN SU SITIO.

(Entrada actualizada el 23-1-21)

No es nada extraño, que cada cosa esté en el lugar que le corresponde. Normalmente es lo que ocurre siempre, o más bien lo que debería de ocurrir.
Dada la fecha en la que nos encontramos, está claro que me refiero a las últimas elecciones, llevadas a cabo en su día (generales y municipales) y de los resultados de la coalición llevada a cabo entre socialistas y comunistas, para crear mayoría parlamentaria. A niveles autonómicos, en absoluta relación con el gobierno del estado, todo normal y nada que decir. Así se esperaba y así ha sucedido. Con la maldita crisis sanitaria que nos corroe y la deficiente gestión que el social-comunismo ha hecho de la misma, era de esperar que hasta el más necio viera que con tales políticos no vamos a ninguna parte. Pero ojo, que esto no significa que yo tenga clarísimo que los que vengan detrás hayan de solucionarlo todo en cuatro días. No, la cosa no será tan fácil. Entre otras cosas porque el bache es profundo y aunque se dispusiera de un buen vehículo, salir de semejante hoyo llevará tiempo y grandes esfuerzos de todo tipo en los que seguramente habremos de colaborar los contribuyentes. 

España es país de grandes trabajadores y de muchos gandules y como es lógico los primeros han de producir lo suficiente para que puedan comer los demás.
A pesar de todo y aparte la simpatía o no que le tengamos a futuros candidatos a la Moncloa, tenemos la experiencia de que el PP ya nos sacó de una crisis económica que, aunque no tan grave como puede ser el Covid-19, costó muchos años remontar. El partido en el poder, entonces dirigido por un tal Zapatero, inepto donde los haya, ya arruinó entonces el país, la Seguridad Social y muchas cosas más. No voy a decir que este partido sea el causante de la crisis sanitaria que padecemos, pero sí lo es de los parámetros que sobrepasan el impacto medio que se sufre en el resto del mundo por la misma causa. Cuando todos los países en general han acometido el problema y están recogiendo frutos, algo debe estar pasando en España que, lejos de ver soluciones, se hunde cada día más en el fango. 

Miles de empresas a todos los niveles han cerrado sus puertas y siguen cerrándolas a día de hoy. 
¿Es la solución adecuada seguir facilitando la vida a nuestros enemigos comerciales?. Pues yo creo que no. Mientras en España mueren cada día cientos de personas, nuestro gobierno lame el culo político de los andorranos vendiéndoles 30.000 vacunas que tanta falta nos hacen.
Todo aquel que te compra tres para venderte ocho, no se puede decir que está ayudándote más que a cavar tu propia tumba. Por lo tanto y aunque esté facilitando la salida de unos excedentes de determinados productos, lo que está sucediendo es que cada día estás más metido en el fango. Eso, que en el mercado global se llaman "intercambios comerciales", carece de interés cuando la balanza no está nivelada. Ocurre algo parecido con la colocación de la deuda. Bien está aceptar la mano tendida de todo aquel que te ayude a afrontar la salida de un callejón que no la tiene, pero cuando esa ayuda es una ayuda interesada en controlar la situación (tu situación) casi es mejor salir del callejón arrastrándote, que hacerlo de la mano de tu enemigo.

Yo no sé de políticas, pero me gusta lo que veo claro y me disgusta lo que me parece oscuro y en este momento veo muchas cosas oscuras. Tengo demasiados años para que venga nadie a decirme que quiere arreglarlo todo por el bien de los demás...

La falta de interés, ya de entrada me parece sospechosa. Siempre que alguien dice que no tiene interés particular alguno, pero que sin embargo quiere ayudarte... ¡Hummmmm!.
Ten por seguro que algo quiere y
desde luego no es tu bien y mucho menos el de la sociedad en general. 
Si tienes ideas o inquietudes políticas, tírate a la piscina. 
Asegúrate de hacer pie o de que sabes nadar perfectamente y hazlo, pero

no busques ¡jamás! la ayuda de ningún socorrista. En el mar de la política ningún socorrista tiene ningún interés en salvar tu vida ni la de nadie, sino simplemente la de medrar y hacerlo sacando su particular beneficio. 
En esto de la política, uno de los oficios más "particulares" que existe, nadie ejerce por vocación de servicio a los demás, como en principio debería de ser. 
Como mínimo, que no es malo, es por 
afán de ser el protagonista de la película; salvador de la humanidad que nos protege de las influencias del maligno. Desgraciadamente y demasiadas veces, ser protagonista no es el objetivo de la mayoría de cuantos se presentan a unas elecciones, como tampoco lo es el afán de servicio a la sociedad. La mayor parte no pretende arreglar tu casa, sino la suya. Sin embargo eso es lo que hay y así debemos tomarlo. ¿Acaso nosotros lo haríamos mejor?. Indudablemente no. Alguien tiene que vigilar el rebaño y por lo tanto, aún debemos agradecer que alguien se preste a hacerlo, aunque sea buscando su beneficio particular .

En el caso de nuestro pueblo, lo de "todo queda en casa" no ha funcionado. A todos sin excepción se les ha visto el plumero.

Los pequeños partidos han perdido la oportunidad de sentarse en los mullidos sillones del consistorio cabanense, Mmmm, qué lástima... El PSOE, partido emblemático y fuerza viva de la social-democracia en España, vio aumentadas sus posibilidades al ganar gran cantidad de votantes por las muchas "jóvenes promesas" que aportó a sus listas de candidatos.
Claro que a excepción del pastor que tiene en casa a su más idóneo maestro, no parecen demasiado entendidos en política, ni falta que hace. Todo mejor y más fácil cuanto menos voces disidentes. El PP desaparecido y los pequeños partidos... (Bloc, EU ó Units pel Poble) también. Units pel Poble tuvieron su oportunidad, pero la perdieron al no tener agallas para "nacer" y pidieron ayuda a un "ginecólogo" que, como se preveía, tras la asistencia al parto, bautismo y Primera Comunión del "niño", despegó hacia horizontes de más pingües beneficios. Todo normal.













Solo Dios sabe que hubiera sucedido con Units pel Poble si nadie les hubiera "asesorado". Hartos como están más de cuatro, de que siempre estén en todas partes los mismos, no me hubiera extrañado que, al igual que ha sucedido en muchos pueblos de la comarca, hubieran ganado la alcaldía o al menos un par de concejales más para poder defender sus ideales. Los asesores... ¡No siempre asesoran bien, pero siempre para su bien!.

RAFAEL FABREGAT
NOTA.- Naturalmente esto no es nada personal, por lo tanto un saludo a "Carmen de Mairena".

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