3 de febrero de 2011

0261- BARES DE PUEBLO Y LEY ANTITABACO.

Quienes me conocen saben perfectamente que no soy mucho de bar, aunque almuerce allí cada día de la semana y coma todos los domingos del año. Con el inicio de la frase quiero decir que, a pesar del tiempo que actualmente me sobra, hace ya muchos años que voy poco por allí, al menos en pln de tertulia como antes se hacía. Las cosas ya no son como antes y lo de ir al bar a hacer la partida ha ido decayendo con los años y actualmente se puede considerar muerto y enterrado para la mayoría. Antiguamente, incluso para los que no éramos fijos, la partida de los sábados por la noche con los amigos, que se prolongaba hasta las dos de la madrugada, era de obligado cumplimiento como también lo era la de los domingos por la tarde. En el primer caso, después de cenar y en el segundo tras la comida dominical, eran inaplazables y la comida se tragaba con prisas. Éramos seis o siete los contertulios y en la primera partida solo jugaban cuatro.

Aquel primer round solía ser al juego de la "Botifarra", muy popular en nuestra zona. La apuesta, el valor de la consumición de todos los compañeros presentes. Los que miraban, porque habían llegado tarde, ganaban siempre ¡pero nadie quería quedar fuera de la partida!. Como mucho podía durar una hora, no más. Después, ya todos, solíamos iniciar una partida de Póquer Cerrado en la que el comienzo siempre era suave, después... En fin, más movidito pero nada de importancia.
Para suavizar el aspecto económico, si la suerte se decantaba exageradamente sobre alguno de los jugadores, las consumiciones de la mesa corrían por su cuenta. Un gran invento que, lamentablemente, no siempre se llevó a cabo... ¡pues de todo hay en la viña del Señor!. Después, con los años ya se sabe, hoy falla uno, al mes siguiente otro y al final fallas tu también. De todas formas, como he dicho antes, poco a poco la gente dejó de salir por la noche y actualmente los bares de los pueblos, cuando llega la hora de cenar cierran la puerta.

Se mantiene, eso sí, la partida de los domingos por la tarde, pero tampoco es ni sombra de lo que fue, puesto que ninguna de ellas llega más allá de las cinco de la tarde. Como habrán adivinado hablo de los pequeños pueblos, donde el bar es la única oportunidad de diversión. La televisión acabó con esas costumbres y solo los jóvenes salen actualmente pero, naturalmente, a bares de jóvenes y no para jugar a las cartas. Al tema de las partidas le quedan pues, a mi entender, cuatro telediarios. Por si los hábitos no hubieran ya bajado suficientemente la costumbre de ir a los bares, llegó la ley anti-tabaco y lo acabó de arreglar. Está demostrado que un gran porcentaje de los clientes fijos de bar, eran fumadores. Antiguamente, fumadores o no, al bar íbamos todos pero, con la criba de estos últimos años, casi la totalidad de los últimos asistentes eran fumadores. Y ahora, ¿qué?. No lo digo por mí, que ni soy fumador ni voy al bar pero, ¿qué pasa con los pocos que sí iban al bar y son fumadores?. En fin, algo habrá qué hacer, digo yo. ¿Vamos a ponerles zancadillas a los pocos que van, o vamos a cerrar los bares de los pueblos?.

Personalmente me encuentro en una encrucijada puesto que, aunque me molestaba la gran cantidad de humo que había en algunos bares, lo cierto es que soy amante de las tradiciones y no me gusta tampoco la presión ejercida actualmente sobre clientes y propietarios. En fin, no sé... Me hace gracia (que no la tiene) eso de los "bares insumisos". Esto ya parece lo de la caza del parany que, ni es ni deja de serlo. Se dice que en la provincia de Castellón solo son cuatro, pero... ¡desde luego se necesita un buen par...!, o muy buena información jurídica. Los valientes (o temerarios) dueños de estos establecimientos (de momento) se frotan las manos al comprobar que clientes y caja se han visto incrementados hasta en un 30%, gracias a su insumisión. Esperemos que este interesante aumento de la recaudación no tenga como destino, en forma de multa, las arcas del estado. El desafío de los insumisos es doble ya que, además de permitir que se fume en su local, han apagado sus máquinas expendedoras de tabaco, impidiendo la compra del producto.

Eso sí que ha estado bien, pero es otra forma de burla al gobierno y eso... más pronto o más tarde se paga. Espero y deseo que tengan suerte y que no les llegue desgracia ninguna derivada de su insumisión, pero ¡ay!.
Son muy pocos los valientes que se atreven a desafiar al gobierno y no por falta de ganas. Se trata simplemente de que, en esta lucha, casi siempre se suele perder y nadie quiere arriesgarse. Una de cal y otra de arena, quiero también defender los derechos de los no fumadores que, muchas veces, son incluso los propietarios de dichos bares. Como en el tema de la propiedad, dicen que cuando tardas más de X años en quejarte, pierdes el derecho a reclamar. ¿Se han parado a pensar los fumadores, la cantidad de años que sin pensar en los no fumadores, han abusado de éstos haciéndoles tragar un humo que no deseaban?. ¿Pensó alguien en ellos hasta ahora?. Sé de primera mano que gente, con algún problema respiratorio, tuvo que dejar de ir al bar (única distracción en los pueblos de antaño) por culpa del humo que allí se respiraba.

¿No tenía esa persona, seguramente ya jubilada, derecho a pasar allí la tarde?. Creo en la libertad y no soy amigo de imposiciones, pero lo que han hecho los fumadores hasta ahora, con respecto a los que no fuman, también ha sido una imposición.
Personalmente creo que la idea inicial de dividir los locales era la correcta, pero todos sabemos que la realidad no fue la esperada y no lo fue porque los fumadores invadían también la zona que no les correspondía. Los hosteleros gastaron inútilmente el dinero.
Ojo a los clientes desconocidos puesto que alguno de ellos puede fácilmente puede ser un agente-fotógrafo. Hay que entender que las leyes, buenas o malas, se hacen para cumplirlas y el gobierno no puede permitir que quienes se burlen de ellas queden impunes. Muy especialmente si además, quienes así actúan, hacen llamamientos para que otros se adhieran al incumplimiento.
En fin, lo siento de verdad pero dudo mucho que "los insumisos" ganen la batalla. Si así fuera, ¡felicidades!. Independientemente del resultado, quedaría demostrado que agallas no les faltan. Esperemos que sea para bien, aunque ahora se ha añadido el tema del Covid-19 y la prohibición de fumar en los bares se ha incrementado doblemente... Que nadie se enfade si el tabernero nos llama la atención, ya que la denuncia va al bar y no al fumador. ¡Ay, el tema del urbanismo, que solo pensamos en nosotros mismos...!

RAFAEL FABREGAT

No hay comentarios:

Publicar un comentario