5 de agosto de 2010

0126- FIESTAS DE AGOSTO EN CABANES.

Antes que nada, mi felicitación al Ayuntamiento por la Programación de este año. A todos nos consta que poner alguna variante es difícil y no siempre bien aceptada, pero en fin. Este año han puesto algunas y a casi todos nos han gustado.
La tarde del miércoles siempre hasta ahora medio vacía, cuando no vacía del todo, era un tema a estudiar. Este año, con la payasada del llamado "Gran Prix", los carafales a reventar. ¿Qué vale eso? Cuatro euros (1.500) y la gente contenta. La gente quiere salir de casa y muchas veces no puede porque no encuentra motivos que le atraigan.
Los concejales de Fiestas tienen la obligación de estudiar el asunto, no acomodarse en el sillón, mirar posibilidades y aumentar aquellos festejos que son de interés para el ciudadano, eliminando o minimizando aquellos que no lo son. La gente quiere, sobre todo, reírse pero no de unos y de otros, sino con ellos. La tarde del miércoles, al menos en las Fiestas de Agosto, ha de tener programación, ha de ser una tarde más de la semana festiva, no debe quedar vacía como hasta ahora. No tiene por qué ser siempre lo mismo, pero hay que llenarla.

Al pueblo hay que darle lo que quiere que, muchas de las veces, no es lo que más cuesta. Para amenizar una cena de sobaquillo, no hace falta una orquesta y mucho menos si el presupuesto está flojo. Está más que demostrado que una mala orquesta obliga a marchar a la gente hacia sus casas... ¿alguien ha mirado quienes van a las cenas de sobaquillo? La mayor parte viejos, gente de los cuarenta hacia arriba ¿no es verdad? Pues entonces... La gente mayor quiere música que se deje oír y si se deja bailar, mejor todavía.
Un conjunto de rock no creo que sea lo adecuado. Es más barato y de mayor agrado del personal un señor gracioso con un teclado. Solistas, dúos, tríos de esas características los hay a montones (cobrando poco) y la gente contenta. Pasodoble, tango, bolero y cha-cha-cha. Y si entremedias hay un cómico que les haga reír, mucho mejor, que penas hay demasiadas.

Un mariquita también vale, que ahora ya salen todos del armario y eso a la gente nos hace gracia. Los jóvenes salen a las dos de la mañana y tienen otros sitios a donde ir.
De problemas laborales, familiares, de salud, etc. vamos sobrados. Son Fiestas, por favor, que reine la alegría. Que el día menos pensado nos vamos a "la Coma" y nos lo habremos perdido todo. Para entonces nada pedimos.
Ya nadie se acuerda del aumento de la Contribución y de las Basuras, ahora es el conjunto de Rock de la cena de sobaquillo, después será otra cosa.
Hablar hemos de hablar, de lo que sea. Antes se hablaba de si alguna chica quedaba embarazada sin tener novio, si una pareja se ponían a vivir juntos sin estar casados o si un matrimonio discutía. Todo eso ha pasado a la historia de lo cotidiano. Ahora la noticia es que alguien se case, que alguien adopte un niño senegalés o que un matrimonio se líe a tiros en plena calle. Todo lo que vaya por debajo de ese nivel no es noticia, es lo cotidiano.

Cuando ganábamos mil pesetas de jornal y entrar en el baile costaba quinientas, el patio de las viejas escuelas donde estaba el festejo se ponía a reventar y hoy que es gratuito no van más que cuatro gatos. Me han dicho que algunas noches, en plenas fiestas de agosto en Cabanes, decenas de jóvenes de la localidad se van a los pueblos cercanos. ¿Alguien ve alguna noche de baile alguna pandilla de los pueblos de nuestro entorno? ¿Tendremos la peste y no nos hemos dado cuenta? Al final voy a pensar que somos demasiado "gallos" y los pueblos vecinos nos odian por eso.
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Yo ya no voy al baile, pero me han dicho que el Ayuntamiento apenas si ha vendido dos docenas de mesas, de las cuales solo se han ocupado diez.
Ayer me decía un señor de la Pobla Tornesa, un pueblo con la tercera parte de habitantes que Cabanes, que tienen ya reservadas más de cien. No entiendo nada.

EL ÚLTIMO CONDILL

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