29 de abril de 2010

0070- EL PASO INEXORABLE DEL TIEMPO.

Siempre lo he oído decir a mis mayores, pero nunca se hace caso de esas "tonterías" hasta que le afectan a uno.
- Me passen els dies volant -dicen constantemente los viejos.
- Ja van les bobades -refunfuñan los jóvenes.
Pero... ¡hay!. El tiempo pasa para todos y apenas sin darte cuenta te conviertes en uno de los que repiten la susodicha frase. Porque... ¡hay que ver, si tienes salud, lo rápido que pasa!.
Yo, apenas unos años atrás, sufría pensando que sería de mí cuando dejara de trabajar. Me imaginaba aburrido y con un reloj que no avanzaría apenas, convirtiendo los días en algo tedioso e interminable.
Pues no, amigos, no. Afortunadamente estaba equivocado...

Te levantas a tu aire, cuando te da la gana. Te vas a dar una vuelta, viendo como trabajan los demás y después al bar a almorzar, disfrutando de la charla siempre amena de unos y otros. 
Ellos tragando la comida sin apenas masticar y tú relajado, sin prisas. La cervecita fresca, el bocadillo de calamares calientes, las brillantes olivas y un buen café dan para casi una hora. Cuando trabajaba tampoco fichaba, pero era diferente... Más quebraderos de cabeza, aunque también la flexibilidad del horario que es lo que a mí me ha gustado siempre. Los autónomos como yo no usamos reloj, se trata simplemente de hacer el trabajo que tengas que hacer. Al decir esto me refiero a mi periodo laboral que, actualmente está ya finalizado.

Ahora queda vivir un poco, mientras la salud lo permita. Llevar o recoger a mis nietos del colegio, hacer alguna escapada a la casita de La Ribera, llevar a la mujer a la compra, una vuelta por el campo para recoger unas setas... En fin, lo que la época y el cuerpo te pidan en cada momento.
Mi pasión, desconocida hasta ahora, es la escritura. Me relaja, me permite expresarme con la facilidad que no tengo verbalmente. No sé si interesará a muchos la lectura de mis relatos trasnochados, pero eso a mí no me importa. Yo escribo para mí y para los míos, nada más. Si alguien, por un casual, me lee y se burla de mis escritos y de mi persona, me importa un pimiento. Los más de setenta años que tengo cumplidos me dan la suficiente tranquilidad de expresarme libremente sin que me afecte lo que otros puedan pensar.

Salvo que el tema sea extenso y requiera tiempo y espacio, normalmente son entradas cortas, de uno o dos folios, acompañados de imágenes lo más acordes posible al tema tratado que, en la mayor parte de las ocasiones es sobre mi pueblo y sus gentes, entre las que me cuento. 
También de mis hijas y nietos, así como algún tema de actualidad o de la Historia de nuestra zona.
Esa es mi vida actual. Me río ya de otros tiempos y de otras personas que hubieran deseado verme fracasar. Me río de esos enemigos enconados que, sin motivo aparente, todos tenemos. Personas despreciables, envenenadas por la envidia y cuya vida no les ha llenado como ellos esperaban. No puede dar satisfacción el dañar a los demás, aunque eso te sirva para escalar un peldaño más del muro al que quieres subirte. 

A final de cuentas la vida es corta pero suficientemente larga para poner a cada cual en el sitio que le corresponde.
- "Por sus hechos les conoceréis" -dijo Jesucristo.
Yo, ya paso de muchas cosas, especialmente de este tipo de gente. 
Después del linchamiento del que fuí objeto en mi juventud y de toda una vida dedicada exclusivamente al trabajo y a la familia, ya todo me resbala. Pero, aviso a navegantes, lo que ocurrió entonces hoy no se repitiría. A alguien se le caería la lengua en el suelo ¡y algo más!.
Habré tenido fallos, como todo el mundo. Pero he ido siempre con buena fé, haciendo lo que creía correcto y sin perjudicar conscientemente a nadie. A pesar de ello, me ha ocurrido de todo. 
No quiero más problemas y las escasas fuerzas que me quedan son para dedicarlas a los míos y a los que me quieren, no para discutir por nada ni con nadie.
El que me quiera, tiene que hacerlo tal y como soy. El teatro de la vida ha finalizado para mí. 
Antes de cerrarse definitivamente el telón quiero agradecer el amor que algunas personas me han dado. Espero gozar de la salud suficiente para poder agradecérselo.
Ahora, tal como dicen las estrellas de la Revista... 
Gracias. ¡Gracias por venir!.

RAFAEL FABREGAT

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